Pon orden en casa y deshazte (cuanto antes) de todas estas cosas que nunca vas a usar

Poner en orden tu casa es tan sencillo como dedicarle 15 minutos al día. Y es que, cuando se cumplen unas sencillas rutinas diarias, el orden se mantiene mucho mejor y las tareas dejan de acumularse. Pero para llegar a este idílico momento debes hacer una limpieza en profundidad de tu hogar, habitación por habitación. De este modo podrás adquirir nuevos hábitos y el estilo de vida que quieres seguir.

Para ello, es fundamental deshacerse de todas esas cosas que almacenas sin sentido alguno, a veces por pereza, otras por pena (debido a un vínculo afectivo) y otras por el típico “por si acaso” tiene una utilidad futura. Sin embargo, todos sabemos que esas cosas nunca se van a usar, por eso es mejor tirarlas cuanto antes.

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Gonzalo de Diego Ramos

Muchas veces estás tan acostumbrado al desorden que se hace normal convivir con él. Por eso, es primordial despejar las superficies planas donde solemos acumular objetos de toda índole como si de un agujero negro se tratara. Ante este desbarajuste, lo mejor es buscar un sitio para cada cosa. De no tenerlo las cosas irán de un lado para otro y cuando las necesites no llegarás a encontrarlas. Aún así, elimina todo lo que puedas y libera espacio. De nada sirva acumular por acumular.

Tirar o no tirar, he ahí la cuestión

Para saber qué objetos no necesitamos en casa, existen trucos muy sencillos para saber cuáles se deben tirar o, en su defecto, donar. Para empezar, en la entrada de casa suele encontrarse en típico armario o mueble donde acumulamos un montón de cosas, como cartas, pilas gastadas, tickets, folletos de publicidad, llaves, etc. Lo mejor es dejar las cosas más necesarias y guardarlas por categorías y en un sitio concreto. Una caja para las llaves, una carpeta para los tickets o papeles del banco. Otro truco pasa por poner una pequeña papelera en la entrada para no meter en casa cosas innecesarias.

Lo mejor es dejar las cosas más necesarias y guardarlas por categorías y en un sitio concreto

En la cocina, lo primero es tirar todos los alimentos caducados y que se quedan al fondo de la despensa meses y meses. La solución pasa por utilizar tarros con etiquetas para saber lo que hay con un simple vistazo. No es necesario acumular tápers (sobre todo los que tienen marcas o han cogido olor) y sartenes (cuando pierden sus propiedades antiadherentes o su recubrimiento y los alimentos se pegan alterando así el sabor de la comida).

Ocurre lo mismo con los armarios del dormitorio. No somos conscientes de la cantidad de ropa que almacenamos, por eso es importante desprenderse de toda aquella ropa que ya no nos ponemos, bien porque está muy usada, la tenemos cariño o nunca la hemos llegado a estrenar. Sé realista y práctica y analiza seriamente lo que vas a usar y lo que no y el resto tíralo o dónalo. El canapé o los cajones de debajo de la cama, son dos focos más para guardar todo lo que no nos cabe en el resto de sitios. Lo mejor, guardar todo por categorías y en cajas o cestas.

En cuanto al baño también tendemos a acumular muchos productos que no usamos. De hecho, y al igual que los alimentos y los medicamentos, los cosméticos también caducan. Saca todo de los cajones y deja solo lo imprescindible para liberar espacio. Horquillas oxidadas, botes empezados y que nunca se va a acabar, sales de baño que no se usan, cepillos de dientes usados y mil cosas más… a la basura.

En el salón lo que más suele acumularse son aparatos electrónicos a los que ya no damos ningún uso, los cargadores de móviles antiguos, auriculares de mala calidad o que no funcionan e infinidad de cables que, al cabo de los años, no sabrás ni para qué sirven. También es el lugar donde se almacenan revistas o periódicos que nunca más vas a leer o mantas que nadie usa porque su tacto ha dejado de ser gustoso.

Cosas que debes tirar sí o sí

Y para cerrar, te hacemos un pequeño listado con esas cosas que guardas y que debes tirar sí o sí ya. Para empezar, tira todas las bolsas de plástico y deja las que vayas a usar, lo mismo ocurre con los restos de los rollos de papel de regalo empezados. Las agendas y calendarios de años anteriores, libros viejos que nunca se han leído y no se leerán o películas en formato VHS o DVD. Dónalos o véndelos. Lo único que hacen en casa es acumular polvo.

Tira agendas y calendarios de años anteriores, revistas y libros viejos, películas en VHS o DVD...

Haz lo mismo con los manuales de los electrodomésticos antiguos, adornos navideños viejos, móviles que no usas o están estropeados. ¡Recíclalos! Toallas ásperas, calcetines sin pareja, los zapatos que nunca te pones, bisutería sin color o pasada de moda, juegos de mesa incompletos, material de oficia que no usas, gafas de sol que no te pones. En fin, mil y un objetos de los que puedes prescindir sin miedo a decir adiós.