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Rafael Echagüe: el noble, político y atípico militar olvidado
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Un lujo para un pais desmemoriado

Rafael Echagüe: el noble, político y atípico militar olvidado

Fue el paradigma de un hombre honrado hasta la médula, humilde ante la adversidad y ejemplar en su conducta uniformada en un país lleno de cráteres, turnismo y estallidos de violencia

Foto: Rafael Echagüe. (Wikimedia commons)
Rafael Echagüe. (Wikimedia commons)

"Todos tenemos que decidir por nosotros mismos con cuántos pecados podemos vivir".

Extractado de la serie Boardwalk Empire.

La única verdad es la realidad, la verdad es una gran incógnita y la realidad es la mayor certeza. Esta es cambiante y evolutiva en función del progreso y del conocimiento sí, pero siempre es la referencia del momento. Las verdades de ayer pueden ser las mentiras de hoy. Pero la peor mentira es la del olvido porque lo que sucedió es inevitable y ocultarlo es innoble. Si se mira de soslayo, que es cuando uno tiene curiosidad e indiferencia o temor o no quiere comprometerse, la memoria de muchos de los héroes que cayeron por España en diferentes momentos de su historia acaba difuminada en la sopa estelar de una nebulosa. Una pena.

La memoria de muchos de los héroes que cayeron por España en diferentes momentos de su historia acaba difuminada en la sopa estelar

Se suele decir de Pepito o Zutanito con el pecho plagado de medallas que hicieron esto o lo otro y el pasmo nos deja paralizados y boquiabiertos ante tanta hazaña, ¿Pero que ocurre si era un capitán, un teniente, un sargento o un soldado raso empujados por las circunstancias a la guerra y la arbitrariedad, capricho o veleidades de los que jamás pisaron ni pisaran un campo de batalla?

Rafael Echagüe tenia sus cosillas. Era un vasquito espigado tirando a bigardo que vivía debajo de una txapela cuando iba de paisano y siempre estaba en la eterna búsqueda de un trozo de pan para sus txistorras, txistorras que con mucho cariño hacia la "amatxo" para él y que a juzgar por la fama y veredicto de los que compartían condumio con este donostiarra, eran ambrosía.

Foto: El príncipe Carlos Javier de Borbón-Parma. (CP)

Este extraño uniformado iba para enciclopedista, y de hecho su vida y correrías dan para varios tomos.

Decía Emilio Lledó, el enorme filosofo sevillano criado en un barrio madrileño de aluvión, que no servía para nada la libertad de expresión sin libertad de pensamiento; la ignorancia se muestra como ese espejo de una sociedad que se desliza por el filo del colapso. Pensamos que pensamos, pero somos el país de Europa que menos lee y más horas de televisión ve… En consecuencia, da que pensar, si es que nos queda un atisbo de esa facultad. Y añado y discúlpenme si me pongo pesado, pero el tema del pensar merece una reflexión profunda. No en vano decía Noam Chomsky que "El propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí misma. El otro concepto de la educación es adoctrinamiento". Yo me devano los sesos y cada vez entiendo menos. ¿Será parte de una conspiración para volvernos a todos más zotes?

En 1859 los acontecimientos comenzaban a ser insoportables. Durante sesenta años el Rif fue un dolor de cabeza crónico

El personaje del que hablamos hoy podría obedecer perfectamente a esa máxima que acuñó Marguerite Yourcenar en la que venía a decir que "En todas las épocas hay personas que no piensan como las demás. Es decir, que no piensan como los que no piensan"

Mientras en la vida de Echagüe iban sucediendo las cosas del día a día, la situación en las plazas africanas generaba mucha demanda de valeriana. O'Donnell, a la sazón al frente de la nación, recibía partes de la siempre conflictiva zona rifeña y los del turbante eran como un sarpullido. Partidas de locales atacaban a los españoles destacados en la zona, ya fueran militares, ingenieros civiles u obreros en las zonas aledañas a las plazas de soberanía de Ceuta y Melilla. Nada nuevo bajo el sol. En el verano del año 1859 los acontecimientos comenzaban a ser insoportables. Durante más de sesenta años la zona del Rif fue como un dolor de cabeza crónico. Miles de españoles caídos en combate en aquel tiempo murieron sin sudario ni exequias dignas de tal nombre; sus cadáveres quedaron al albur de las alimañas a la espera de la luz última del postrer sosiego. De todos los ayeres de España, el del Rif siempre fue el más cruel de entre todos ellos.

Siempre leal a su reina, fue probablemente el soldado u oficial, dependiendo del momento, más condecorado por heridas de guerra

La vida del donostiarra Echagüe ha sido escamoteada u ocultada al gran público no por capciosidad sino por desidia. Este atípico militar vino al mundo en el País Vasco un invierno del año 1815. En la Primera Guerra Carlista se doctoró como un táctico excelente pues con poca tropa les hacia una pupa enorme a los partidarios de Carlos María de Isidro, la Némesis de Isabel II (vaya pieza la criatura). Siempre leal a su reina, fue probablemente el soldado u oficial (dependiendo del momento), más condecorado por heridas de guerra, siempre estaba en primera línea con los bisoños. En el año 1837 ascendió a capitán.

Perseguidor de carlistas irredentos y montaraces, con mando en Puerto Rico, cargos en Cataluña, llevado por los cambiantes vientos de la milicia y sus destinos acabaría en los territorios del Rif. El sultán de turno muy dado a la extorsión en todas sus facetas sería requerido para echar el guante a unos levantiscos moritos que se habían cargado a unos trabajadores españoles que a la sazón estaban construyendo una caserna para alojar munición. Como el gerifalte se ponía de perfil al no ser engrasado convenientemente hubo que entrar en acción; a partir de ahí todo se desbocó.

Foto: La ciudad rifeña de Alhucemas, situada al norte de Marruecos. (EFE/Mohamed Siali)

Movilizados cerca de 35.000 voluntarios, con la nación enfervorizada y con el quorum de los partidos políticos sin fisuras (cosas veredes amigo Sancho), Lucas Molina Franco en "Grandes batallas de España" refiere los sucesos porvenir con detalle y pluma algo febril. Cerca de cuarenta naves y setenta y cinco piezas de artillería harían el acompañamiento a los tres cuerpos de ejército. Al ya general Echagüe se le adjudicó el primero de ellos.

Para desgracia de nuestra atribulada nación que ya arrastraba problemas endémicos, la formación de los soldados objetivamente era la de un ejército con un deficiente entrenamiento y por extensión, mal equipado. La logística brillaba por su ausencia y con cifras difíciles de contrastar se calcula que solo había una docena de médicos y otras tantas enfermeras; se hace necesario recordar que iban a la guerra. Tánger, Tetuán y Larache estaban en el punto de mira y eran sobre todo la ciudad marítima, un reto de envergadura.

Calidad humana

En los primeros envites se demostró la calidad humana y la capacidad de Echagüe de convertir menos en más. La toma por asalto con un fuego de cobertura sostenido permitió con la complicidad de unos artilleros muy finos tomar el Serrallo, un Alcázar situado a poco más de tres kilómetros de Ceuta. En aquel lance donde no se hacían concesiones, Rafael Echagüe arrasó con sus gentes posiciones vitales del adversario. Las balas volaban como enjambres de mosquitos y al final se acabaría calando bayonetas para rematar la faena. Ni que decir tiene que a esas alturas los cuerpos de los contendientes quedaban hechos pulpa ante la ferocidad del cuerpo a cuerpo. Quien muchas veces estuvo a un paso del otro lado, desafiaba con sus poderes a aquella turbamulta y griterío sostenida por el aliento de Allah que al parecer no estaba en muy buena forma ese día.

Echagüe estaba en Ceuta herido y sin posibilidad de motricidad alguna a pesar de su empecinamiento en ir al frente

Era un 4 de febrero de 1860 cuando el cuerpo de ejército correspondiente a Prim arrasaba literalmente Tetuán. La toma por asalto a la bayoneta fue realizada desde lo más épico y trágico que puede derivarse de lo que es un cuerpo a cuerpo. Fue el Cuerpo de Voluntarios Catalanes el que daría el finiquito a aquella turba. En este lance, Echagüe estaba en Ceuta herido y sin posibilidad de motricidad alguna a pesar de su empecinamiento en ir al frente. Cerca de Tetuán hay un lugar desolado en un área que es un auténtico secarral, se llama Wad Ras, aquella trifulca de andar por casa devino en una batalla en toda regla y al final los números rojos sumaron más de un millar largo de almas entre veteranos y bisoños por cinco mil del otro bando, una carnicería. Leopoldo O'Donnell y sus principales generales se dejaron los restos en ese lance, pero aquello solo sería el germen de un negro futuro para España.

Foto: Carga del rio Igan. (Augusto Ferrer-Dalmau) Opinión

Ya recuperado se integró en el contingente que pretendía asaltar Tánger. Aunque los ingenieros echaban el resto, quedaba por rebasar el desfiladero de Fondak que se cree que cuatro siglos antes el rey Sebastián de Portugal atravesó antes de llegar a su triste destino en Alcazarquivir. Pero las cosas se estaban empezando a poner feas, Wad Ras era el nudo gordiano donde se iba a dirimir la que probablemente fuera la batalla mas dura de la guerra.

El puente de Buceja no tenía debajo un rio digno de tal nombre, pero si había fango residual. Los ingenieros en medio de una brutal balacera de los rifeños consiguieron abrir paso mientras una compañía catalana tiraba monte arriba para encontrase en medio de un cuerpo a cuerpo antológico.

Se firmó el Tratado de Wad Ras en Tetuán un 26 de abril del año 1860. España ampliaba su control sobre los territorios de Ceuta y Melilla

De nuevo Echagüe se encontró con un dilema. No podía usar la artillería sopena de acabar con los propios, por consiguiente, cargó con la caballería en dirección hacia lo alto de la loma que bloqueaba el camino causando literalmente estragos de una magnitud que rozaba el horror. Según los cronistas peninsulares y los propios rifeños nunca se había visto manar sangre de la tierra. Echague nuevamente caía herido.

Tánger ya a tiro de piedra sería conquistada por Prim. El reguero de viudas y huérfanos intentando llorar a los suyos colapsaba a las tropas españolas en su avance hacia la ciudad. Tras cerca de 32 días de duración del armisticio, se firmó el Tratado de Wad Ras en la ciudad de Tetuán tal que un 26 de abril del año 1860. España tras este tratado ampliaba 'ad eternum' su control sobre los territorios de Ceuta y Melilla.

Acabado el enésimo conflicto con los rifeños y elevado Echagüe a la categoría de héroe, hacia 1868 ante el hartazgo general de la población y las veleidades de una reina de vida disipada sin diques de contención en su vida privada, contribuyó al derrocamiento de la misma.

Acabado el conflicto en el Rif y elevado a la categoría de héroe, ante el hartazgo de la población, contribuyó a derrocar a la reina

Como aldabonazo a una vida de entrega a la nación, ya hombre de pelo cano y con evidentes taras físicas por las secuelas de las heridas recibidas en combate, el efímero monarca Amadeo I de Saboya, que abandonaría esta jaula de grillos tras dos años de intentar poner orden infructuosamente, le concedería un título nobiliario por Real Decreto. Alfonso XII reconocería el arrojo de este soldado con una grandeza de España. Lamentablemente este rey modélico en su relación con el pueblo sería arrebatado a una edad muy temprana por una tuberculosis galopante.

Rafael de Echagüe es el paradigma de un hombre honrado hasta la médula, humilde ante la adversidad y ejemplar en su conducta uniformada. El único problema que tuvo es que habitó un país lleno de cráteres, turnismo pactado, estallidos de violencia constantes, cainismo, etc. España.

Finalmente, Amadeo de Saboya le concedería un título nobiliario por Real Decreto

A Rafael Echagüe lo mato el hartazgo de vivir y no sus múltiples heridas. Vivió su infancia y adolescencia entre montes y playas en medio del intenso verde del País vasco, el resto, 55 años, los pasó embutido en un uniforme, casi nada…En San Sebastián es venerado, todavía su memoria pasea por La Concha.

"Todos tenemos que decidir por nosotros mismos con cuántos pecados podemos vivir".

Historia San Sebastián Primera Línea
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