Hiperhidrosis: por qué se produce y cómo se puede tratar el exceso de sudoración

Con los termómetros rozando, e incluso sobrepasando, los 40 grados es lógico que estemos más afectados por el sudor, su olor y las manchas que deja en la ropa. Estos efectos son más negativos en personas que padecen hiperhidrosis, una enfermedad que provoca una excesiva sudoración, sobre todo en manos, pies y axilas.

Según las estimaciones oficiales, se calcula que este problema dermatológico afecta a más de un millón de personas en España que ven mermada su calidad de vida por este trastorno y que, además, pueden vivir episodios de estrés debido al exceso de sudor que aparece en diferentes partes del cuerpo. El doctor Pedro Rodríguez, dermatólogo de Ruber Internacional Centro Médico Masó y Clínica Dermatológica Internacional (CDI), nos explica que "los brotes de sudoración excesiva pueden desarrollarse en todo el cuerpo. Sin embargo, serán los que surgen en cara, axilas, palmas de las manos o plantas de los pies los que más impacto tengan a nivel social o emocional en los pacientes".

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El sudor es necesario

Aunque podamos considerarlo molesto, lo cierto es que el sudor cumple con un propósito muy importante: regular la temperatura corporal. De hecho, a través de la evaporación de agua, nuestro organismo pretende enfriar el cuerpo, lo que resulta una función fisiológica muy necesaria para sobrellevar las altas temperaturas.

El sistema nervioso es el encargado de mandar un estímulo a las glándulas sudoríparas cuando siente hipertermia, es decir, un aumento de la temperatura corporal. Como resultado de ello, estas glándulas generan el sudor. Pero, en ocasiones, este fenómeno fisiológico, absolutamente natural y necesario, falla y se produce la hiperhidrosis, que puede ser de dos tipos:

• Hiperhidrosis primaria: consiste en una alteración del sistema nervioso, que manda señales equivocadas a ciertas glándulas sudoríparas de manos, pies, cara y axilas. Esto causa sudor sin que exista una necesidad real de enfriar el cuerpo.
• Hiperhidrosis secundaria: provoca un sudor repentino y se puede originar debido a una enfermedad, un episodio de ansiedad o como una reacción durante el embarazo.

Así son los tratamientos

Afortunadamente, están disponibles dos tratamientos muy eficaces para combatir el sudor exagerado de las zonas más conflictivas y evitar que este problema se convierta en un motivo de preocupación. Como explica el especialista, "los tratamientos más eficaces en la actualidad son la toxina botulínica o bótox,; y Miradry, que son ondas electromagnéticas que eliminan de manera permanente el sudor y olor axilar".

La elección de un tratamiento u otro, continúa el doctor Rodríguez, "dependerá de la zona donde se desarrolle. Mientras que el sudor en las palmas de las manos y las plantas de los pies se trata con microinyecciones de toxina botulínica, el sudor axilar se puede tratar, también, con ondas electromagnéticas Miradry". ¿Cuáles son entonces las particularidades de cada uno?

Por un lado, las ondas electromagnéticas se caracterizan por ser un método seguro y no invasivo, cuyos resultados son definitivos e inmediatos. Para conseguirlo, se usa un dispositivo que aplica energía electromagnética y alcanza capas profundas de la piel. El doctor Pedro Rodríguez añade que "este sistema consigue, sin intervención quirúrgica, destruir de forma controlada las glándulas sudoríparas que provocan el sudor y el olor axilar". En especial, este procedimiento está indicado para personas con problemas de sudor y olor en las axilas, que tienen brotes de sudor en esta zona, o que usan antitranspirantes de manera frecuente. "El efecto es prácticamente instantáneo, así como la incorporación a la vida normal del paciente", concluye el dermatólogo.

Por otro, la toxina botulínica se aplica en ciertas zonas del cuerpo mediante microinyecciones. Su objetivo es bloquear los nervios que envían estímulos a las glándulas sudoríparas que causan los brotes de sudor. Aunque se consiguen resultados inmediatos, hay que tener en cuenta que sus efectos tienen una duración de 16 a 24 semanas, dependiendo de cada caso. Al respecto, el doctor Pedro Rodríguez apunta que "el tratamiento con toxina botulínica de la hiperhidrosis axilar, palmar y plantar ha dado hasta ahora excelentes resultados, con el único inconveniente de que hay que repetirlo al cabo de unos meses".

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Ruber Internacional​.