Los mejores consejos para poder desconectar cuando te vas de vacaciones

Llega el mes de agosto, el periodo vacacional por antonomasia. Por ello, es el momento perfecto para desconectar y olvidarse de un año estresante de trabajo y de problemas de todo tipo. Por ello, tan importante es hacer bien nuestro trabajo como, en tiempo de desconexión, saber dejarlas a un lado para dejar descansar el cerebro y disfrutar de otras muchas actividades en nuestra vida.

Los expertos en salud psicosocial aseguran que la desconexión es necesaria para rendir una vez que nos reincorporemos a nuestra actividad laboral. De lo contrario, nos será mucho más complicado retomar la actividad con ganas y con posibilidades de rendir. Para ello, diversos psicólogos han elaborado una serie de consejos para evitar que las vacaciones no sean todo lo beneficiosas posibles.

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El Confidencial

Ante todo, hay que dejar las preocupaciones fuera de la maleta. Si uno es previsor, se aparcarán los problemas antes de irnos de vacaciones. Así, nuestro tiempo de descanso será afrontado con mucha más relajación y ganas de disfrutar. Por ello, antes de cerrar el ordenador, intenta dejar todo cerrado para marcharte con la conciencia tranquila. Conviene recordar que es fundamental saber delegar y dejar tus asuntos laborales en manos de tu persona de confianza.

Apaga los dispositivos móviles

Si eres una persona acostumbrada a vivir pegada al teléfono por asuntos laborales, olvídate de los dispositivos durante el descanso. Si el móvil forma parte de tu ocio, al menos ponlo en silencio en los momentos en los que estés durmiendo o compartiendo tiempo con amigos o familiares. Reserva una hora al día para atender los asuntos urgentes o para charlar con los amigos, pero no hagas que tu móvil u ordenador siga formando parte de tu día a día como si estuvieras trabajando.

Olvídate del reloj durante tus vacaciones. Apaga los dispositivos, no estés pendiente de la hora, disfruta al máximo del descanso, no te pongas obligaciones de horarios o de comidas. Simplemente, disfruta y haz lo que te plazca en cada momento. Es el mejor sistema para olvidarte de todos los problemas y volver a tope cuando se acabe la buena vida.

Una vez que te toque volver al trabajo, intenta hacerlo de manera progresiva. No busques recuperar la rutina, en todos los aspectos, de manera rápida y precipitada. Hacerlo te creará ansiedad y problemas de adaptación. Por supuesto, a lo largo del año debes buscar ventanas de desconexión para que no se te haga todo cuesta arriba.