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Si no sabes dar un buen consejo, mejor da muchos
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¿MIEDO A UNA MALA DECISIÓN?

Si no sabes dar un buen consejo, mejor da muchos

Un nuevo estudio resuelve que a la hora de recibir recomendaciones para afrontar un problema, mejor escucha todas las posibles a fiarte de una sola, por muy buena que parezca

Foto: Dudando, dudando... (iStock)
Dudando, dudando... (iStock)

Las personas de este mundo podrían diferenciarse entre aquellas que no saben dar consejos y las que sí. A la hora de la verdad, cuando tenemos un problema, más vale recurrir a alguien de confianza para preguntarle tus dudas e inquietudes, no sea que la cosa se complique y todo acabe empeorando por una mala decisión. Tener un buen pepito grillo en tu vida es esencial para resolver cualquier contingencia que se pueda presentar y hay amigos o personas cercanas a los que sería mejor no escuchar a pesar de sus buenas intenciones.

Una de las señales que puede delatar de esa nula capacidad para dar buenos consejos es el propio estilo de vida del que los da. Si es alguien que destaca por ser demasiado despistado o desarraigado de sus cosas, es posible que sea muy poco recomendable escuchar lo que tiene que decir. Generalmente, a la que solemos recurrir en estas ocasiones y de la cual nos fiamos es porque, de algún modo, nos podemos sentir entendidos y tenemos la esperanza que nos de la clave para solucionar dicho entuerto, y esto pasa porque tenga un fuerte sentido de empatía o que la situación en la que estamos envueltos pueda ser parecida a una que atravesó anteriormente.

"El buen desempeño de una persona no tiene que ver con una buena enseñanza, por lo que no podemos esperar que los que mejor actúan sean los mejores maestros"

Pero, ¿hay algún modo científico o perfecto a la hora de elegir de quién nos debemos fiar cuando tenemos que tomar una decisión importante o salir de una situación adversa? Como en cualquier situación social o psicológica, todo depende de la persona, de sus circunstancias y del nexo de unión que tenga con otras personas que conviven con él. Pero lo cierto es que si quieres recibir un buen consejo, uno solo, lo mejor que puedes hacer es recibir muchísimos desde diferentes fuentes y, según tu capacidad para distinguir el bueno del malo, quedarte con alguno que verdaderamente te sirva.

No es cuestión de calidad, sino de cantidad

Así lo corrobora un nuevo estudio publicado en la revista 'Psychological Science' en el que científicos de la Business School de la Universidad de Harvard intentaron hallar la mejor forma de recibir una buena sugerencia sobre cualquier tema. Lo primero que sacaron en claro es que, como decíamos, no por tener un amigo que parece que lo hace todo bien o al que parece irle todo estupendamente, este nos va a dar un buen consejo. "El buen desempeño de una persona no tiene que ver con una buena enseñanza, por lo que no podemos esperar que los que mejor actúan saben obrar los mejores maestros", remarcó David Levari, principal autor del estudio a través de una nota de prensa.

"Los que fueron asesorados de manera aleatoria con un mayor número de pistas lo hicieron mejor que aquellos que recibieron consejos de una fuente fiable"

Él y sus compañeros realizaron cuatro estudios diferentes para resolver estas preguntas. En el primero se propusieron determinar si la buena acción siempre es de buenos asesores. Básicamente, si vemos que a una persona le va bien es porque ha tomado buenas decisiones. Pero no, para nada. "La gente confunde la cantidad con la calidad", remarcaron. "Nuestros estudios sugieren que en algunos casos las personas pueden sobrevalorar los consejos que les ofrecen aquellos otros que consideran mejores que ellos".

A los 1.100 participantes del estudio se les mostró un tablero con letras, teniendo que unir una a una para formar tantas palabras como fueran posibles en apenas 60 segundos en tres rondas repartidas según un tablero de letras diferente. Luego, se les pidió que eligieran a quién pedir consejo para perfeccionar su tarea, mostrando una clara preferencia por aquellos que ellos consideraban mejores entre un grupo de asesores definidos por una puntuación estimada del juego al que estaban jugando, como recoge un artículo de la revista 'Mel Magazine'.

Foto: Foto: iStock.

Al margen de ellos, otros 2.085 participantes siguieron una metodología completamente diferente: estos iban a ser asesorados por jugadores elegidos totalmente al azar y que podían lanzar una mayor cantidad de consejos. Así, al final se compararon ambos experimentos y, efectivamente, los que fueron asesorados de manera aleatoria con un mayor número de pistas lo hicieron mejor que aquellos que recibieron consejos de una fuente fiable o experta. "Las personas que fueron aconsejados por los mejores pensaron que tendrían más ayuda, pero por lo general no fue así", comenta Levari. Por tanto, a la hora de resolver un problema o afrontar una situación difícil, es mejor que abunden las recomendaciones a fiarte de una sola persona en la que confías mucho.

Las personas de este mundo podrían diferenciarse entre aquellas que no saben dar consejos y las que sí. A la hora de la verdad, cuando tenemos un problema, más vale recurrir a alguien de confianza para preguntarle tus dudas e inquietudes, no sea que la cosa se complique y todo acabe empeorando por una mala decisión. Tener un buen pepito grillo en tu vida es esencial para resolver cualquier contingencia que se pueda presentar y hay amigos o personas cercanas a los que sería mejor no escuchar a pesar de sus buenas intenciones.

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