¿Es útil ensayar discusiones en tu cabeza?

Todos lo hemos hecho. Después de discutir con alguien y perder de manera catastrófica la dialéctica, nos vamos a la cama o pasamos el resto del día rumiando lo que tendríamos que haberle dicho para salir victoriosos. Es algo muy humano, eso de tener la última palabra, aunque sea por lo menos en nuestra cabeza y no en la vida real. No siempre se gana, pero siempre se puede imaginar que sí.

Pero, ¿y si en lugar de rumiar la discusión después de que haya sucedido la rumiamos antes, para salir victoriosos? Es una estrategia que no está exenta de lógica y que también muchos suelen seguir. Los abogados, por ejemplo, suelen dejar ciertos agujeros en sus hilos argumentales para luego poder contraatacar, y siempre imaginan lo que dirá el otro. Y los que no son abogados también pueden pasar buena parte del tiempo sentados en el coche, corriendo o en la cama pensando en esa respuesta perfecta y mordaz. Sin embargo, la rumiación no es buena, pues las personas suelen enfocarse demasiado en escenarios negativos que aún no han sucedido.

Estos ensayos generalmente se centran en predecir lo que podrían decirte, algo que está completamente fuera de tu control

Como dice la terapeuta Silva Depania en un reciente artículo publicado en el medio 'Mel Magazine': "Si crees que ensayar una discusión en tu cabeza te va a servir para cuando dicha discusión suceda, piénsatelo dos veces. Por mucho que te entusiasme hacerlo y pueda parecer algo proactivo, en realidad es reactivo, ya que estos ensayos generalmente se centran en predecir lo que podrían decirte, algo que está completamente fuera de tu control. Esto puede resultar en mucha confusión y sentimientos de nerviosismo más adelante cuando te des cuenta de que la discusión no sigue el guión del escenario imaginario que habías inventado".

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ACyV

Cuando rumiamos, estamos dejando el momento presente y regresando a un evento pasado o anticipando una situación futura. Esto no solo aleja a una persona de resolver el problema inicial, sino que también afecta su salud mental en el proceso. Vivir en el futuro es simplemente estresante.

Cuando rumiamos, estamos dejando el momento presente y regresando a un evento pasado o anticipando una situación futura. Eso genera ansiedad

En lugar de ensayar argumentos futuros, los expertos recomiendan averiguar por qué sientes la necesidad de discutir en primera instancia. ¿Estás anticipando futuras turbulencias? Si es así, ¿por qué? También puedes pensar en escenarios pasados ​​reales, en lugar de escenarios futuros falsos, lo que quitará ansiedad.

Al final, es mejor que uses ese tiempo y energía para descubrir exactamente por qué estás enojado para que no pierdas de vista tu punto si ocurre una discusión. Una vez que haya definido el problema, puede ser útil pensar en formas de abordarlo que no impliquen controlar las respuestas de otras personas, algo que, al fin y al cabo, es difícil que vayamos a conseguir (por lo menos a corto plazo).