¿Quieres empezar a hacer ejercicio? Claves para crear hábito y no tirar la toalla

Hacer deporte con regularidad es importante para llevar un estilo de vida saludable, ya que te ayudará a mejorar tu estado físico, así como tu salud mental y la sensación general de bienestar. De hecho, las personas que llevan una vida activa son menos propensas a desarrollar enfermedades y, por lo tanto, tienden a tener una vida más salubre y duradera.

El ejercicio reduce el riesgo de sufrir cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, mejora el equilibrio de tu colesterol, reduce la presión arterial elevado (hipertensión) y controla y previene la diabetes de tipo 2. Asimismo, actividades como caminar o nadar, previenen lumbalgias y reducen el dolor causado por la osteoartritis. Sin olvidarnos que el deporte retrasa la degeneración ósea en la vida adulta, es decir, la osteoporosis.

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Si uno se mantiene físicamente activo también tiene menos probabilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de colon, pulmón, endometrio o mama. Por otro lado, el deporte es muy efectivo para tratar la depresión o solventar trastornos relacionados con la ansiedad, como fobias, ataques de pánico o estrés. Junto a esto, ayuda a dormir mejor y a controlar tu peso.

Un hábito saludable

Lo primero que hay que tienes que tener claro es que practicar ejercicio físico es una inversión de futuro para cuidar tu salud y que solo te aportará cosas buenas. Por eso, debes canalizar esa meta hasta convertirla en un hábito saludable.

Practicar deporte es una inversión de futuro para cuidar tu salud y solo te aportará cosas buenas

Sin embargo, tomar la decisión de empezar a hacer deporte no es tarea fácil y el proceso de iniciación puede costar más de la cuenta, sobre todo si lo ves como una obligación o imposición. Por eso, dar el primer paso puede ser complicado y más, si cabe, si hace mucho tiempo que no lo practicas o es la primera vez que te lo planteas en la vida.

Seguramente te preguntes cómo empezar a crear una rutina deportiva o cuánto tiempo debes dedicarle, entre otras cuestiones. Por eso, si tienes pensado empezar a entrenar y quieres sacar el mayor partido a tus entrenamientos (y no morir en el intento) debes tener en cuenta estos consejos para que la adaptación sea mucho más sencilla.

Fija un objetivo en un periodo de tiempo realista y alcanzable y mentalízate para lograrlo. De este modo, evitarás imponerte presiones innecesarias y experimentar decepciones o sensación de fracaso, algo que puede llevarte a tirar la toalla demasiado pronto. Ten en cuenta que, al llevar mucho tiempo sin ejercitar tu cuerpo, este no soportará demasiada exigencia física al principio, por lo que debes prestar mucha atención para no lesionarte.

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Para empezar hacer ejercicio lo mejor será enfocarte en tres tipos de ejercicios aeróbicos, es decir, ejercicios de baja intensidad para controlar tu respiración y mejorar tu condición física. Estos son: cardio (andar rápido, subir y bajar escaleras, correr, montar en bicicleta), flexibilidad (estiramientos, saltos o zancadas) y fuerza (abdominales, flexiones, sentadillas, fondos y planchas). Combinando estos ejercicios no caerás en el aburrimiento y, poco a poco, irás comprobando cual es el que mejor te funciona.

Buena alimentación y descanso

La alimentación es un factor clave a la hora de empezar a ejercitarte. No se trata de fijar una dieta estricta para bajar de peso, sino en comer bien para tener energía suficiente para que el trabajo físico sea provechoso para el organismo. Por eso, será fundamental incorporar más frutas y verduras, proteínas o frutos secos. Además, para mejorar tu rendimiento en el deporte, los complementos alimenticios pueden convertirse en un gran aliado ya que te aportarán un extra de nutrientes.

Recuerda que cada metabolismo y cada cuerpo es distinto, así que presta especial atención al tuyo. Date tiempo, entrena y come de forma saludable. Realiza pequeños avances poco a poco, no te compares con nadie y no te obsesiones con la báscula.

Realiza pequeños avances, no te compares con nadie y no te obsesiones con la báscula

Por último, es imprescindible un buen descanso para que tu cuerpo se recupere tras el ejercicio. Dormir bien ayuda a afianzar unos mejores resultados en tu rutina deportiva y evitar las lesiones. Asimismo, es recomendable descansar uno o dos días después de varias jornadas seguidas haciendo ejercicio. Combinando descanso y entrenamiento con una buena alimentación, lograrás afianzar más pronto que tarde el hábito de hacer deporte.