Trucos sencillos para afrontar el primer día de tu perro en casa

La llegada de una mascota a tu casa supondrá, además de una gran alegría y emoción, un cambio radical en tus rutinas, sobre todo si ese animal es un perro. La responsabilidad de tener un cachorro a tu cuidado se intensifica, así como los miedos y las dudas sobre su cuidado y bienestar, sobre todo si es la primera vez que tienes un animal en tu hogar.

Siendo una experiencia casi indescriptible, a lo largo de su vida perruna tendrás que enfrentarte a muchas primeras veces que suelen recordarse con especial cariño y ternura. Una de esas primeras veces es cuando adoptas un perro y pasa su primera noche en casa.

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Lo más seguro es que pases la noche en vela porque el nuevo miembro de tu familia no te deje dormir ya que para ellos es un lugar extraño y desconocido y que les puede ocasionar una situación de estrés. Por eso, es fundamental que seas consciente de sus miedos y necesidades para que la adaptación al hogar sea lo más fácil posible.

Llegada a casa: un viernes

Obviamente, este proceso depende de la edad del perro que adoptes, ya sea un cachorro, esté en su edad joven o adulta. Además, si ha sufrido maltrato o ha sido abandonado es muy probable que el can tenga traumas o ciertos temores y le hagan tener un comportamiento extraño. Sea cual sea la historia de tu perro, todo lo que necesita es amor por tu parte.

Es primordial que el perro te vea en todo momento en sus primeros días en casa

Un buen punto de partida es que su llegada a casa sea un viernes. ¿Por qué? Para que puedas estar presente en todo momento y extender esos primeros cuidados durante el fin de semana. De este modo, cuando llegue el lunes y tengas que acudir a tu trabajo, el perro ya conocerá las dependencias de la casa y estará más habituado a su nuevo hogar.

Cuanto más tiempo pases con tu amigo de cuatro patas, más fácil será crear y afianzar el vínculo entre mascota y dueño. De este modo, ambos os conoceréis más rápido, eliminando sus miedos y dando pasos para su educación. Es muy probable que los primeros días no interactúe demasiado y se pase observando todo con detenimiento para identificar los espacios, los ritmos y las jerarquías.

Esencial será que antes de su llegada prepares un rincón especialmente para el perro, ya que, como todos, las mascotas también necesitan su espacio. Es preferible que tenga buena visibilidad y que no haya demasiados ruidos o molestias. En ese lugar estará su cama que, a ser posible, debería ser nueva, ya que si el perro huele el olor de otro puede desarrollar un rechazo a su lugar de descanso.

Cansado y saciado

Si es posible, algo que puede ayudar a una rápida adaptación es que haya dormido los días previos a llegar a casa en su nueva cama. De este modo genera un vínculo al pasar de un entorno (asociaciones o refugios) a otro (tu casa). Así sabrá que el sitio donde ubiques su camita es su territorio

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En cuanto a la primera noche, es más que probable que ninguno de los dos duerma demasiado. El perro por su clara adaptación a un nuevo medio y tú porque la preocupación de su bienestar. Pero, como con todo, siempre hay recursos o trucos para facilitar este tránsito.

Con el estómago lleno y agotado tras estar jugando en la calle, el perro dormirá del tirón y sin apenas darse cuenta. Si los dos vais a dormir en el mismo espacio, tu mascota no se sentirá solo y estrechará lazos más rápidamente. Si su cama está en el salón, puedes dormir en el sofá, aunque si el lugar no es lo más cómodo, siempre puedes mover su cama a tu habitación, así no notará una desvinculación en ese primer día de adaptación.

Dormir en la misma habitación la primera noche fortalecerá vuestro vínculo y su adaptación

Si tu perro es un cachorro y no está educado previamente, seguramente que al amanecer haya hecho sus necesidades en cualquier parte durante esta primera noche, así que no le regañes por ello, ya que puede suponer un refuerzo negativo y eso retrasaría su adaptación.