Un avestruz aterroriza a una adolescente en un safari
El animal protagoniza un momento muy divertido metiendo la cabeza por la ventanilla de un coche
La visita a un safari siempre suele resultar muy divertida. Normalmente, la experiencia supone recorrer cientos de kilómetros en un Jeep preparado para la ocasión desde el que podrás observar animales salvajes de todo tipo en su hábitat. Sin embargo, para estos amigos americanos, la experiencia también tuvo su pequeño momento de angustia.
Chloe Benham, de 22 años, disfrutó del día junto a su amigo Stephen Malon, de 29, en el Safari Wild Animal Park de Como en Mississippi (Estados Unidos). El día se desarrollaba con normalidad hasta que ambos decidieron dar de comer a un grupo de avestruces que campaban por la zona. El resultado no pudo ser más desastroso e inquietante.
Uno de los animales metió la cabeza por la ventanilla del coche para intentar coger la bolsa de comida que tenía Chloe en sus manos. La chica empezó a gritar desesperada por el miedo que le causaba el animal. Mientras tanto, su compañero grababa el momento completamente muerto de risa.
La chica gritaba aterrorizada
El animal no paraba de meter y sacar la cabeza por la ventanilla y la chica no sabía muy bien qué hacer. Sus gritos se escuchaban por todo el parque. Entró en pánico y solamente acertaba a reír y a llorar de los puros nervios que tenía. Fue una escena muy divertida que se ha viralizado en las redes sociales.
El compañero de safari grababa la escena mientras se moría de la risa
Después del incidente, Chloe y Stephen valoraron en momento en las redes sociales. La joven aseguraba que había sentido miedo: “Al principio, estaba aterrorizada porque no pensaba que el avestruz fuera a meter la cabeza por la ventana. Pero, luego, creo que me he reído más que en toda mi vida”.
Mientras tanto, Stephen reconoció que se lo pasó en grande grabando la escena: “Estaba alucinando mientras veía a Chloe gritando histérica. Yo sabía que no iba a pasar nada porque el avestruz solamente quería comer. No había riesgo de picotazo”. Pese a todo, después del incidente, los dos decidieron continuar el safari con las ventanillas del coche cerradas.
La visita a un safari siempre suele resultar muy divertida. Normalmente, la experiencia supone recorrer cientos de kilómetros en un Jeep preparado para la ocasión desde el que podrás observar animales salvajes de todo tipo en su hábitat. Sin embargo, para estos amigos americanos, la experiencia también tuvo su pequeño momento de angustia.
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