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Por qué la hierba es de color verde
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GRANDES PREGUNTAS

Por qué la hierba es de color verde

Este color no solo es el que inunda los prados y campos, sino que también es un símbolo de la naturaleza en su conjunto. Ahora bien, ¿por qué vemos la hierba con esta tonalidad?

Foto: Fuente: iStock
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En ocasiones nos sobrevienen preguntas que ponen a prueba nuestra paciencia o nuestra curiosidad. Preguntas que tienen que ver con cosas esenciales que se dan por hechas. Y, de pronto, si nos alejamos de ellas a un nivel más conceptualmente profundo, tomando distancia de lo que siempre han sido y son, nos llevaríamos una gran sorpresa.

Dentro de todas esas preguntas universales que en algún momento de nuestra vida nos podemos hacer figura el hecho de que la hierba sea verde. Sí, ¿por qué no podría crecer de color marrón como la tierra o azul como el cielo? En realidad, los colores son pura ficción, pues no son nada más que percepciones sensoriales visuales que nuestro cerebro traduce para asignar distintas tonalidades de color a todo lo que ve después de que los rayos solares impacten contra los objetos que tenemos enfrente.

La clorofila debe su nombre a la palabra griega "cloros", que significa "verde amarillento"

Y no es una mera casualidad que la hierba sea de color verde, pues este es el color que más asociamos tenemos a todo lo que provenga del mundo natural. Si piensas en el propio término de "naturaleza" seguramente aparezca en tu mente una campiña completamente verde, al igual que si piensas en este color en tu cabeza aparecerá algún signo o elemento natural donde este es predominante.

Foto: Foto: Wikipedia.

Por todo ello, vayamos a la cuestión: ¿por qué la hierba es verde? La respuesta más corta sería porque posee clorofila, un pigmento verde presente en gran parte de las especies vegetales del planeta. Pero la respuesta más larga estaría en las longitudes de ondas, en los componentes químicos de las células de las hebras (llamadas orgánulos) y en la fotosíntesis, como resuelve un reciente artículo de 'Live Science'.

La clorofila debe su nombre a la palabra griega "cloros", que significa "verde amarillento". Escondidos dentro de estos orgánulos diminutos encontramos los cloroplastos, con moléculas de clorofila, las cuales contienen un ion de magnesio en su centro que está unido a una porfirina, una molécula de nitrógeno orgánico más grande. Esta molécula de magnesio absorbe ciertas longitudes de onda de la luz visible, principalmente roja (de onda larga) y azul (de onda más corta). Por ello, la región verde del espectro electromagnético no queda absorbida, por lo que se refleja directamente en tu globo ocular y de ahí a la retina, quien manda la señal neuronal al cerebro para que le confiera el color verde.

La clorofila, la fotosíntesis y la luz visible

Por otro lado, la clorofila no solo 'pinta' las hojas y hebras de hierba de color verde, también resulta esencial para que la planta lleve a cabo el proceso de la fotosíntesis, por el cual convierte el dióxido de carbono del ambiente en agua y en alimento (en forma de glucosa) para alzarse sobre la tierra y crecer en altura. Este proceso de elaboración de glucosa tiene lugar dentro de los cloroplastos, aquellos donde como hemos dicho antes residía la clorofila.

Dentro de estas estructuras minúsculas, la clorofila, y en menor medida otros pigmentos, absorben la luz del sol, transfiriendo su energía a sus moléculas, quienes a su vez también almacenan más energía, como explica un artículo de 'National Geographic'. Luego, la planta emplea esa energía para convertir el dióxido de carbono y el agua en azúcares. Así, esta combinación de nutrientes se unen a los químicos presentes en el suelo que mezclados, dan a su vez lugar a más partes y especies de plantas, todas de color verde o de tonalidades verdosas, más claras o más oscuras, pero verdes.

En ocasiones nos sobrevienen preguntas que ponen a prueba nuestra paciencia o nuestra curiosidad. Preguntas que tienen que ver con cosas esenciales que se dan por hechas. Y, de pronto, si nos alejamos de ellas a un nivel más conceptualmente profundo, tomando distancia de lo que siempre han sido y son, nos llevaríamos una gran sorpresa.

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