Gana 220 millones de premio a la lotería y no se lo cuenta a su mujer

Joe y Jess Twaite se han hecho de oro gracias al sorteo de Euromillones más grande de la historia en Gran Bretaña. Esta pareja, que lleva 11 años casada, se ha embolsado casi 220 millones de euros (unos 185 millones de libras esterlinas). Sin embargo, esta historia oculta un pequeño secreto gracias a la templanza del marido que pudo contener los nervios tras enterarse de la noticia.

Joe Thwaite, de 49 años, conoció la noticia de buena mañana y se dio cuenta de que la vida les había cambiado para siempre. Mientras desayunaba, cuándo arrancaba una nueva jornada de trabajo, Joe consultó internet y se enteró de la sorpresa más grande en sus casi 50 años de vida. Su esposa dormía y él no quiso despertarla hasta que no sonara la alarma como cada día.

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EC

Pero Joe ya sabía la noticia y fue lo primero que le dijo a su esposa cuándo esta se despertó: “Tengo que contarte un secreto. Nos ha tocado el Euromillón de Gran Bretaña. Somos millonarios”. Ella no podía creerlo tal y como así lo ha manifestado a la prensa: ““Me lo dijo y yo creí que estaba bromeando. Quería comprobarlo, pues creía que lo había visto mal. Simplemente, pensamos que era un juego divertido. Pensábamos que era un error, pero disfrutamos imaginando que habíamos ganado la lotería”. Joe no se había equivocado. La noticia era real como la vida misma. Eran millonarios.

El mayor premio de Gran Bretaña

Este nuevo premio conquistado por esta pareja supera los 109 millones de libras (unos 140 millones de euros al cambio) logrado por un jugador anónimo en el mes de febrero. Con este regalo caído del cielo, Joe y Jess pueden aspirar a comprarse cuatro islas en el Caribe o, incluso, a adquirir en propiedad hasta 11 casas en el famoso y caro entorno de Hyde Park de Londres.

Con ese dinero, esta pareja puede comprarse cuatro islas u 11 apartamentos en Hyde Park

La pareja se mostraba encantada ante los medios de comunicación: “Esta victoria nos permite soñar con grandes proyectos en el futuro. Ahora queremos compartir mucho tiempo de compañía y aventuras con nuestros familiares. Queremos disfrutar de este premio”.

A Jess le viene de tradición familiar la afición por el juego a la lotería: “Mi padre llevaba enseñándome muchos años porque ha jugado durante toda la vida. Siempre jugaba a la Lotería Nacional y soñaba con ganar. Nos preguntábamos que haríamos si nos tocaba. Él no pudo, pero, por fin, se ha cumplido el sueño”.