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Se desplaza 3.000 kilómetros y le echan del trabajo por estar gordo
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Se desplaza 3.000 kilómetros y le echan del trabajo por estar gordo

El hombre fue despedido a las dos horas de ser contratado porque el jefe no le consideraba apto para realizar ciertas labores físicas incluidas en el puesto

Foto: Hamish Griffin fue despedido tras hacer 3.000 kilómetros (Instagram/Hamish.Griffin)
Hamish Griffin fue despedido tras hacer 3.000 kilómetros (Instagram/Hamish.Griffin)

Son muchos los motivos por los que te pueden despedir de un trabajo en un momento concreto de tu vida, pero pocos son tan humillantes cómo que te echen por tu aspecto físico. La historia de Hamish Griffin, un australiano de 51 años que está casado y que tiene un hijo, es una de las más llamativas de los últimos tiempos. El caso se ha producido en Australia y se ha hecho viral a través de la red social Instagram.

Afincado en Queensland (Australia) e instalado en un puesto como supervisor general de una empresa que le reportaba un buen sueldo, Griffin decidió aceptar una oferta de trabajo que cambiaba su vida y la de su familia. La oportunidad parecía única ya que el destino le había otorgado la posibilidad de trabajar en un resort de lujo llamado Strahan Holiday Retreat, en la isla de Tasmania, a unos 3.000 kilómetros de distancia de su antiguo hogar.

A Griffin parecía haberle tocado la lotería: "Estábamos muy ilusionados porque queríamos tener un estilo de vida diferente pese a que en Queensland vivíamos muy bien y teníamos buenos trabajos y sueldos". La familia se lanzó a la aventura, hicieron las maletas y fueron recibidos en Strahan (Tasmania) por el que iba a ser su jefe: "Vino con su esposa y nos invitaron a una botella de vino".

"Estás obeso y no cuento contigo"

Pero todo cambió desde ese momento. A la mañana siguiente, Hamish Griffin se preparaba para su primera jornada de trabajo, cuándo, de repente, recibió una llamada. Era su jefe que quería verle urgentemente en el resort "para mover un sofá". Todo era una excusa porque en realidad lo único que buscaba era despedirlo. Tras dos horas en el puesto, Griffin fue cesado sin mayor explicación.

Según la versión del despedido, el jefe del resort le echó porque Griffin no cumplía con las condiciones físicas requeridas para este puesto: "Me dijo que estaba obeso y que no podía hacer ciertos trabajos físicos del hotel como cortar el césped, subir una escalera u ocuparme del mantenimiento de la piscina. Me destrozó la vida porque ya conocía mi aspecto. Incluso, llegué a mandarle fotos mías junto a mi familia".

La versión del dueño del hotel de lujo en Tasmania coincidía con la del despedido y el propio dueño confirmó a distintos medios locales que Hamish fue cesado en sus funciones "por miedo a que tuviera un accidente laboral por su condición física poco ágil y preparada para un trabajo de este tipo".

Son muchos los motivos por los que te pueden despedir de un trabajo en un momento concreto de tu vida, pero pocos son tan humillantes cómo que te echen por tu aspecto físico. La historia de Hamish Griffin, un australiano de 51 años que está casado y que tiene un hijo, es una de las más llamativas de los últimos tiempos. El caso se ha producido en Australia y se ha hecho viral a través de la red social Instagram.

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