EMPLEO Y FUTURO

Radiografía del empleo tecnológico en España: estos son los perfiles más demandados en 2022

Por EC Brands
Persona con un ordenador

Expertos en ciberseguridad, analistas de datos, desarrolladores ‘Devops’, arquitectos y administradores de la nube, así como desarrolladores ‘fullstack’, entre los más destacados.

Poco a poco, España va recuperando la senda de creación del empleo que se vio lastrada por la pandemia. Y aunque se está creando en la práctica totalidad de las actividades económicas, lo cierto es que el sector tecnológico está experimentando un momento especialmente dulce desde que la transformación tecnológica empezara a apoderarse de las empresas hace algunos años.

En este contexto, Randstad Technologies, la empresa de consultoría tecnológica del grupo Randstad, ha llevado a cabo sus previsiones de las principales tendencias del sector de cara a este año 2022. Y estos son los perfiles 'tech' que más van a demandar las empresas este año.

Expertos en ciberseguridad

Sin duda, uno de los que mayor auge está experimentando en España, sobre todo teniendo en cuenta que la industria del cibercrimen no para de crecer y que los ciberataques ya afectan tanto a las grandes como a las pymes. Para evitar o mitigar estos ataques están los especialistas en ciberseguridad, que se encargan de proteger los sistemas y las redes, el software, los datos y los sistemas de información de las compañías. Si ya eran profesionales muy demandados antes de la crisis, el teletrabajo ha acelerado la dependencia de estos perfiles.

"La ciberseguridad es uno de los campos de menor madurez y de mayor preocupación en las empresas"

Y es que “la ciberseguridad es uno de los campos de menor madurez y de mayor preocupación en las empresas para los próximos planes estratégicos y directores en tecnología”, afirma Jorge González, director nacional de Randstad Technologies. “Esto explica el aumento de inversión y, por tanto, de empleos en ciberseguridad. El número creciente de ataques, las vulnerabilidades conocidas y el mayor peso de la digitación en los procesos empresariales también obligan a aportar soluciones seguras al mercado”.

A dichos especialistas se les suele requerir contar con una ingeniería técnica o superior en informática o grado de informática, además de formación específica en ciberseguridad, como máster o certificaciones oficiales. Cuentan con conocimientos técnicos altos en infraestructura tecnológica, además de habilidades propias en el ámbito de la seguridad informática. Según Randstad, estos profesionales se mueven en una banda salarial de entre 50.000 y 100.000 euros anuales.

Imagen de recurso sobre empleo

Analistas de datos

Es una frase recurrente a día de hoy, pero no por ello menos cierta: los datos son el petróleo del siglo XXI, ya que su procesamiento y análisis permite a las empresas evaluar el comportamiento de su negocio y su sector, elaborar modelos predictivos para adelantarse a tendencias, sacar conclusiones objetivas y, en definitiva, tomar decisiones con una base incuestionable.

El procesamiento y análisis de datos permite a las empresas tomar decisiones con una base incuestionable

“Muchas empresas tienen una oficina del dato”, añade Jorge González, refiriéndose a “sistemas que recogen y almacenan grandes cantidades de datos”, lo que desemboca en una búsqueda de “las claves y correlaciones que ayuden a la alta dirección de las empresas para analizar correctamente lo que está pasando”.

Los analistas se dedican a transformar cantidades de datos sin procesar en información procesada. Precisan de una formación de ingeniería técnica o superior en Informática o grado de Informática, junto a estudios concretos superiores en ‘data’ o ‘big data’. Entre las habilidades más apreciadas está la capacidad de análisis, interpretación y predicción de los datos. Su banda salarial se encuentra entre los 45.000 y los 65.000 euros.

Desarrolladores de tecnologías robustas: ‘cloud’, ‘Devops’...

Jorge Domínguez resalta, además, que "el aumento creciente de las plataformas de relación con clientes, la omnicanalidad, la necesidad de garantizar escalabilidad de forma garantizada y tener costes predecibles explican la necesidad de crear soluciones más robustas". A su juicio, esto confirma el auge de otros perfiles al alza: los arquitectos de soluciones, los desarrolladores 'Devops' (que combinan el desarrollo informático con las operaciones de negocio) y los perfiles de software en general.

Los desarrolladores de tecnología ‘Devops’ se encargan de diseñar y ejecutar esta tecnología orientándola a los objetivos operativos de las organizaciones. Se les exige desde un ciclo formativo de grado medio o superior hasta una ingeniería, técnica o superior, en Informática. Deben contar con una amplia experiencia en el desarrollo de software y se les suele ofrecer un salario situado entre los 45.000 y los 65.000 euros al año.

Los desarrolladores ‘Devops’ diseñan y ejecutan esta tecnología orientándola a los objetivos operativos de las organizaciones

Por otra parte, la tecnología 'cloud' permite diseñar arquitecturas y administrar los sistemas tradicionales de las organizaciones en nuevos entornos en la nube. Para estas posiciones se requiere ingeniería técnica o superior en Informática o grado de Informática, además de una formación específica en las tecnologías de la nube, como un máster u otras certificaciones oficiales. La banca salarial en la que se encuentran se sitúa entre los 40.000 y los 60.000 euros anuales.

Por último, los desarrolladores ‘fullstack’ son profesionales versátiles que desarrollan software, tanto en el 'front end' (la parte visible de una web o aplicación) como en el 'back end' (la parte invisible, la parte que hay detrás) con elevados conocimientos técnicos y cierta experiencia. Se demanda una formación que va desde un ciclo formativo de grado medio o superior hasta la ingeniería, técnica o superior, en Informática. En este caso, el salario oscila entre los 30.000 y los 60.000 euros.

Imagen de recurso sobre empleo

Habilidades blandas y captación de talento

Randstad Technologies también analiza las llamadas ‘soft skills’ o habilidades blandas’ aquellas que no proceden de la formación académica, pero que cada vez son más valoradas por las empresas. En su análisis, la compañía destaca algunas como la capacidad de adaptación, la flexibilidad, la agilidad y la eficiencia en modelos colaborativos. En lo que se refiere a conocimientos, la comunicación fluida, la capacidad de negociación y el inglés se mantienen como los más tenidos en cuenta.

Ahora bien, lo cierto es que no solo los profesionales se han de esforzar para responder a las demandas de los empleadores. La escasez de perfiles y la dificultad para retener el talento están provocando que las empresas ofrezcan condiciones más atractivas para fidelizar a sus empleados, en especial entre las compañías tecnológicas. En este escenario juega un papel fundamental el ‘employer branding’, la estrategia llevada a cabo por las empresas con el objetivo de ofrecer una marca empleadora atractiva a los profesionales.

La escasez de perfiles y la dificultad para retener el talento están provocando que las empresas ofrezcan condiciones más atractivas

Según indican las tendencias, a la hora de ofrecer condiciones de valor destinadas a fidelizar el talento, el sueldo sigue siendo un aspecto fundamental, aunque cada vez cobran mayor protagonismo otros factores como la flexibilidad, el ambiente de trabajo o la capacidad de conciliar la vida familiar con el entorno laboral, máxime tras la irrupción de la pandemia. La posibilidad de contar con el mejor talento dependerá de cada empresa y su capacidad de poner en marcha medidas de ‘employer branding’.

En este sentido, el director nacional de Randstad Technologies se muestra convencido de que “las empresas tienen que esforzarse en ser atractivas, no vale solo con tener una buena retribución y beneficios, sino que los profesionales tienen que ver un reto tecnológico y compartir afinidad en los valores del proyecto profesional en el que participan. La importancia de los profesionales ‘tech’ para conseguir la cuenta de resultados va en aumento cada año”.

De hecho, “en profesiones más TIC tenemos una doble vertiente. Todo el mercado está buscando talento en España, tenemos la mejor relación calidad-precio de Europa y somos uno de los mercados más importantes de Europa. Además tenemos una cultura que es la envidia de Europa desde el punto de vista de calidad de vida, clima, ocio, etc.”. Sin embargo, “perdemos talento porque multinacionales contratan profesionales en España que trabajan para empresas extranjeras con mejores condiciones salariales, aunque al mismo tiempo cada mes se implantan empresas en Málaga, Valencia, Sevilla, Barcelona o Madrid que trasladan profesionales e inversiones de alto valor a España buscando condiciones ideales para atraer talento”. Del mismo modo, “muchas empresas importan talento latinoamericano que ve en España un gran salto profesional y en condiciones de trabajo”.

En cualquier caso, Jorge González llama a la reflexión a todos los agentes sociales: “Hace falta hacer un replanteamiento global sobre cómo estamos abordando el mercado. Está claro que ha habido una explosión importante de las necesidades y además la pandemia ha globalizado más si cabe el mercado y la escasez de perfiles. También hay un problema de pirámide poblacional, pero hay un punto de mayor impacto: nuestros jóvenes tienen otros intereses y otras inquietudes profesionales diferentes a la tecnología. Claramente, la practicidad de las salidas profesionales no coincide con las vocaciones de los jóvenes”. Y es esa brecha en la que en definitiva, según Randstad Technologies, hay que luchar por establecer un punto de encuentro entre lo que quieren hacer los jóvenes y lo que demandan las empresas.