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¿Te devolvería tu perro un favor si se trata de comida? La ciencia no lo tiene muy claro
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Con la comida no se juega

¿Te devolvería tu perro un favor si se trata de comida? La ciencia no lo tiene muy claro

Un grupo de investigadores ha puesto a prueba a perros domésticos con el fin de comprobar si tratándose de alimento entienden nuestros mismos códigos

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La investigación ya había mostrado que los perros devuelven favores en forma de comida a otros perros. Asimismo, está comprobado que también ayudan a una persona cuando esta parece estar en apuros, y parece que además saben distinguir perfectamente entre personas serviciales y no serviciales. Por lo tanto, resulta razonable pensar que estos animales podrían corresponder a las buenas acciones de los humanos. Pero, ¿hasta qué punto es esto cierto?

Para averiguarlo, el psicólogo comparativo Jim McGetrick y sus compañeros de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena han llevado a cabo un estudio para el que previamente entrenaron a perros domésticos con el fin de que estos aprendieran a utilizar un botón para obtener comida de un dispensador. Aquí, por supuesto, no quedó el asunto.

Foto: ¿Te quiere de verdad tu perro? (Fuente: iStock)

Cada sabueso fue emparejado más tarde con una persona ubicada en otro espacio, pero a la vista de los animales. Cada una de ellas podían presionar otro botón con el mismo propósito: dispensar comida en el recinto del perro. Los investigadores fueron alternando estas con otras secuencias en las que la persona asignada no presionaba el botón. Y entonces llegaba el momento más significativo: el turno de los perros para ofrecer comida a sus compañeros humanos.

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La docilidad tiene un límite

Lo que los expertos comprobaron con ello es que los caninos no eran más propensos a presionar el botón para proporcionar comida al humano que se mostraba servicial que al no lo hacía, como podría esperarse. Estos animales dóciles venían a decir que la docilidad tiene un límite.

Así pues, el estudio pasó a una segunda fase ante la dicha cuestión. ¿Por qué los perros no devolvían el favor a las personas? Bien, la primera posibilidad era que, simplemente, podrían no estar dispuestos. Otra opción era que tal vez no fueran capaces de plantearse este tipo de conducta retroactiva en el plano social, tal y como la entienden los seres humanos. Pero había una tercera hipótesis que complicaba aún más los resultados: podría darse que los perros no estuvieran entendiendo lo que se les pedía, y eso repercutía directamente en el diseño del experimento. ¿Y si no lo habían planteado bien?

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"En muchos estudios de reciprocidad anteriores, había mecanismos físicos muy claros: tiras de una cuerda que tira de una bandeja, o una caja se abre si presionas una palanca. La conexión física del perro con el mecanismo está obviamente relacionada con el resultado, por lo que podría ser mucho más fácil de entender para los perros. En nuestro caso, usamos el dispensador de comida donde la conexión no era tan obvia. Habiendo dicho eso, todos los perros aprendieron a presionar el botón y obtener la comida. Lo que entiendan al respecto es otra cuestión", explica McGetrick al respecto en una entrevista para el portal 'Science News'.

Todas las posibles respuestas

Para este investigador, mostrar resultados negativos es, de hecho, necesario. Según sostiene, "es un gran problema si los resultados no se publican por esa razón, ya que se esconde mucha información importante. El resultado es el resultado", y apunta directamente a las posibilidades que se abren con ello: "Estos datos pueden estar explicándonos nuevas razones por las que sucede lo que estudiamos".

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De esta forma, aunque el trabajo hasta la fecha no haya evidenciado los motivos detrás de esta conducta de nuestros amigos perrunos, el equipo de investigadores sigue probando, por el momento, solo entre canes, aunque con las mismas pautas. "Con la misma configuración, deberíamos ver reciprocidad con otros perros, y si no la vemos, entonces sí apuntaríamos más hacia problemas metodológicos".

Lo que sí asegura McGetrick es que no es una respuesta tan inesperada como parece. "Los alimentamos todo el tiempo, pero que nos devuelvan ese favor con los mismos patrones, es decir, con alimentos, no es común". Al mismo tiempo, se ha demostrado que los perros intercambian la recepción de comida con otros perros, si bien los perros adultos normalmente tampoco les dan comida a otros perros adultos.

La investigación ya había mostrado que los perros devuelven favores en forma de comida a otros perros. Asimismo, está comprobado que también ayudan a una persona cuando esta parece estar en apuros, y parece que además saben distinguir perfectamente entre personas serviciales y no serviciales. Por lo tanto, resulta razonable pensar que estos animales podrían corresponder a las buenas acciones de los humanos. Pero, ¿hasta qué punto es esto cierto?

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