Un superterremoto obligó a los humanos de Atacama a esconderse durante 1000 años

Más de 1.000 años estuvo despoblada la costa norte de Chile y no, no fue es que comenzara entonces la civilización en aquellas tierras en regresar a la costa. De aquellos mil años hacen 3.800, y para entonces, numerosas comunidades humanas existían cerca del mar, a orillas del Océano Pacífico. Sin embargo, un terremoto de magnitudes colosales lo cambió todo, y no lo sabíamos, hasta ahora.

Un equipo de investigadores, dirigido por el antropólogo Diego Salazar, miembro de la Universidad de Chile, ha llevado a cabo durante varios años un trabajo minucioso en busca de orígenes remotos en la región del desierto de Atacama, una zona del planeta particularmente vulnerable a los megaterremotos debido a su proximidad a la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana. Lo que hallaron evidenció una realidad pasada sobrecogedora que, de hecho, constata todas las posibles realidades de hoy.

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Un superterremoto habría obligado a miles de personas a alejarse de aquel lado del continente americano. Con una magnitud de alrededor de 9,5 grados en la escala Richter, fue tan poderoso que generó un tsunami que arrojó rocas a cientos de metros tierra adentro a miles de millas y un océano entero de distancia de allí, en Nueva Zelanda.

No podía ser una simple tormenta

"Encontramos evidencia de sedimentos marinos y muchas bestias que habrían estado viviendo tranquilamente en el mar antes de ser arrojadas tierra adentro", dice el geólogo y especialista en tsunamis James Goff de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia. Los expertos supieron rápido que no podía tratarse de una simple tormenta.

Utilizaron la datación por radiocarbono para tener una idea de la edad de los depósitos litorales hallados

Utilizaron la datación por radiocarbono para tener una idea de la edad de los depósitos litorales hallados, que se extienden a lo largo de unos 600 kilómetros por toda la costa de chilena. Las lecturas de varios de los sitios de depósito sugerían la existencia de un "evento tectónico que habría levantado los depósitos litorales a lo largo de la región de estudio, generado un paleotsunami y desencadenado una perturbación social a escala regional", tal y como escriben los investigadores en su artículo. En otras palabras: el fondo marino gritó más fuerte que nunca.

Este fenómeno y su reacción sísmica es precisamente lo que condujo al terremoto más poderoso registrado hasta la fecha, el terremoto de Valdivia de 1960 en el sur del país. Miles de años antes, parece que las mismas tensiones tectónicas condujeron a un precursor igualmente potente pero nunca antes documentado en el norte del país.

Una gran agitación social

La ruptura encontrada, dices los arqueólogos, se acentúa durante miles de kilómetros frente a la costa del mencionado desierto, algo que no dudan en calificar de "masivo".

En el momento del evento, las personas que vivían en esta parte del mundo eran comunidades de cazadores-recolectores. La evidencia arqueológica sugiere que la ola del tsunami generada por el terremoto derribó sus estructuras de piedra, y no solo una, sino dos veces, con una fuerte corriente de retroceso del tsunami que causó estragos a medida que fluía de regreso al mar.

La evidencia arqueológica sugiere que la ola del tsunami generada por el terremoto derribó sus estructuras de piedra

"La población local se quedó sin nada", señala Goff al respecto. "Nuestro trabajo arqueológico ha encontrado que tras el tsunami siguió una gran agitación social cuando las comunidades se trasladaron tierra adentro más allá del alcance de aquellos sucesos naturales".

Durante al menos 10 milenios habían convivido en la zona numerosos grupos que, de pronto, tuvieron que salir huyendo tierra adentro. Lo que habían dejado atrás desapareció, y su propio relato se hizo parte del silencio que se mantuvo en aquel lugar durante, al menos, 1.000 años.

"El abandono de áreas previamente ocupadas y los cambios en los patrones de movilidad y la disposición espacial de los asentamientos y cementerios fueron probablemente estrategias de resiliencia desarrolladas por sociedades de cazadores-recolectores", escriben los investigadores.