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Arquitectura para la resiliencia: la vivienda solar del futuro es, en realidad, bastante retro
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El futuro ya estaba aquí

Arquitectura para la resiliencia: la vivienda solar del futuro es, en realidad, bastante retro

Toda una generación de arquitectos se enfocó entre las décadas de 1930 y 1940 en idear hogares que atraparan el sol en todas sus formas posibles

Foto: La casa del mañana. (Wikipedia)
La casa del mañana. (Wikipedia)

Buscar en el sol una vía de escape parece asunto reciente: paneles y placas solares de todos los tamaños cubren cada vez más esa incertidumbre sobre un futuro que pinta oscuro. Esto no tiene nada que ver con eso del gran apagón, pero el sol siempre ha estado ahí, como un aviso constante del resto de cosas. Hágase la luz en el pensamiento humano, parece haber dicho en algún momento, ya que de no ser por su energía otro gallo cantaría. La energía solar, esa idea tan de ahora que ya dijeron hace casi un siglo. En realidad, hace muchos más.

La idea de energía solar, tal y como hoy la conocemos, se convirtió en el gran tema de conversación como una consecuencia de la crisis del petróleo a lo largo de la década de 1970. Desde entonces, la tecnología ha buscado en un sinfín de formas posibles de llegar hasta el sol ante la amenaza del cambio climático global. Sin embargo, hacer de nuestros hogares dependientes del gran astro no es nada nuevo.

Foto: Foto: iStock.

La energía solar pasiva se ha utilizado durante siglos en todo el mundo. La idea del diseño de un edificio solar pasivo aparece por primera vez en Grecia alrededor del siglo V antes de cristo. Es el ejemplo más evidente: la fachada orientada al sur. Como un principio básico del oficio, en las escuelas de arquitectura, es esta cuestión una de las primeras en ser enseñadas, y aunque ahora el hincapié resulte más consciente, se trata para principiantes y veteranos de una especie de instinto que debe ir intrínseco a las manos del que proyecta un edificio. Eso sí, hay quienes han entendido en esto el valor de la existencia misma, llevándolo a todos sus límites, donde surgen las casas solares.

placeholder Prototipo de primeras construcciones teniendo en cuenta la disposición con respecto al sol. (Community Enviaromental Council)
Prototipo de primeras construcciones teniendo en cuenta la disposición con respecto al sol. (Community Enviaromental Council)

El futuro está en el sol

La Gran Depresión había sacudido las redes socioeconómicas de Estados Unidos pasados los primeros años de la década de 1930. Era 1933 cuando la exposición 'Century of Progress' de Chicago abría sus puertas al público, a aquellos cuyo bolsillo no entendía de crisis. Se pretendía que la exposición tratara sobre los tiempos venideros: un futuro a las afueras. Más allá de los suburbios obreros de las periferias, las familias ricas comenzaban a ubicar su idilio. Una de las exhibiciones que más público atrajo entonces tenía por título 'La casa del mañana', y el mañana claramente buscaba al sol.

placeholder Planimetría de La casa del mañana. (Wikipedia)
Planimetría de La casa del mañana. (Wikipedia)

George F. Keck, su autor, es probablemente el más conocido de una generación de arquitectos que enfocó su trabajo en idear viviendas solares. Aquel proyecto que había mostrado al público acabó proyectado en 1940, entregado al desarrollador Howard Sloan. Efectivamente, Keck se salió con la suya y parece haber sido el primer edificio de la historia etiquetado como "casa solar".

En algún lugar de las afueras de Chicago no había hecho nada más que empezar todo un movimiento de impulsos estudiados: si bien aquellos arquitectos buscaron alternativas a su oficio para una sociedad que se vería marcada por la guerra, pretendían hacerlo desde el idilio mismo de las posibilidades. Aquellas casas, entonces, ni estaban al alcance de cualquiera ni resultaban del todo prácticas, pero asentaron una especie de conciencia primitiva.

placeholder La casa del mañana durante su exposición en Chicago (1933-1934). (Wikipedia)
La casa del mañana durante su exposición en Chicago (1933-1934). (Wikipedia)

De ideal para ricos a necesidad para todos

Un octágono de vidrio construido alrededor de una escalera central que giraba en espiral alrededor de una canaleta cilíndrica expuesta. Techos planos y luz, luz por todas partes. Fruto de siglos de experimentación instintiva, aquel prototipo de casa presentado a la sociedad adinerada estadounidense se convirtió en pionero.

Los visitantes de la exposición habían pagado diez centavos más para hacer un recorrido por aquel espacio futurista, una estructura con muros cortina donde las vidrieras se alzaban y parecían no acabar nunca, aunque solo fuesen dos pisos. "Incluso cuando miras las fotos de la feria hoy, la casa adornada con terrazas abiertas con barandas de tubos de metal parece un cruce entre un pabellón de verano victoriano y un acuario colosal. Hay algo a la vez inocente y encantador en su audacia", dice Frances Brent en 'Modern Mag'.

placeholder Planimetría de La casa del mañana. (Wikipedia)
Planimetría de La casa del mañana. (Wikipedia)

La experimentación en el diseño de casas solares pasivas, explica el profesor de arquitectura Daniel A. Barber en 'Jstor', se empezó a convertir en un medio destacado para entender el espacio alejado de la ciudad como una oportunidad para nuevos tipos de construcción y nuevas formas de vida. "En Estados Unidos, la mayoría de las casas entonces se calentaban con carbón, petróleo o gas natural, cuyos precios se dispararon con la entrada del país en la guerra en diciembre de 1941", señala.

Pionero de la conciencia reciente

El racionamiento de materiales de construcción y energía durante la guerra preparó el escenario. En 1947, el fabricante de vidrio Libbey Owens Ford publicó 'Your Solar House', una colección de libros con un modelo de casa solar para cada uno de los 48 estados. Muchos arquitectos, editores de revistas y legisladores estadounidenses ya consideraban que la calefacción solar era "un componente necesario de la expansión hacia los suburbios".

Revistas como 'Art and Architecture', 'Architectural Forum' y 'Progressive Architecture' respondieron a aquella crisis energética con investigación de diseño y casas modelo, mientras que lugares populares como Ladies Home Journal difundieron nuevas estrategias de diseño a una audiencia más amplia. El diseño de Keck no solo dio lugar a ello, también al desarrollo del Parque Solar de Sloan en Glenview, Illinois. En 1942 se decía que las casas solares "se vendían más rápido de lo que podían construirlas".

La Dymaxion House de Buckminster Fuller fue sin duda una de las influencias de Keck, pero habiendo nacido en Watertown, Wisconsin, donde la Octagon House de cinco pisos, construida antes de la Guerra Civil, demostraba desde el siglo anterior que en la arquitectura todo era posible, fue esta su principal fuente de inspiración.

placeholder La casa del mañana. (Wikipedia)
La casa del mañana. (Wikipedia)

De pie, en lo alto de una colina con vistas al río Rock, el majestuoso edificio antiguo era un testimonio de ingenio en el siglo XIX. Sin electricidad, el diseñador de la casa, un abogado llamado James Richards, había logrado crear un sistema de ventilación en las viviendas e instalar agua corriente en la cocina y en el segundo piso.

Cuando proyectó la 'Casa del Futuro', Keck se había formado en ingeniería arquitectónica y prestaba mucha atención a las propiedades físicas y los usos de sus materiales, algo que caracterizó más tarde al grupo de arquitectos y arquitectas racionalistas. Instaló tensores protectores de acero para evitar que la casa girara con el viento que venía del lago; de lo contrario, las láminas gigantes de vidrio se habrían fracturado y roto.

Poco a poco, fueron apareciendo nuevas construcciones en medio del ámbito rural o en espacios apartados de las zonas urbanas por parte de ricos entusiastas. Sin embargo, sistemáticamente fueron ignoradas por la industria de la construcción hasta finales del s. XX. Con los ojos puestos en el derroche constructivista, el calentamiento global parecía sentenciar el nuevo siglo. Tiempo después, mientras tanto, hablar de eco-arquitectura, arquitectura verde, arquitectura sostenible o arquitectura sustentable se va tornando común. El retorno al instinto se vuelve fundamento porque el sol sigue ahí, enseñándonos.

Buscar en el sol una vía de escape parece asunto reciente: paneles y placas solares de todos los tamaños cubren cada vez más esa incertidumbre sobre un futuro que pinta oscuro. Esto no tiene nada que ver con eso del gran apagón, pero el sol siempre ha estado ahí, como un aviso constante del resto de cosas. Hágase la luz en el pensamiento humano, parece haber dicho en algún momento, ya que de no ser por su energía otro gallo cantaría. La energía solar, esa idea tan de ahora que ya dijeron hace casi un siglo. En realidad, hace muchos más.

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