Cómo aliviar y prevenir los calambres en las piernas con estos sencillos trucos

Dormir a pierna suelta es el sueño de muchos. Por eso, cuando al fin logramos quedarnos dormidos después de un día agotador (algunos incluso después de vencer al insomnio), no hay nada más desagradable que te despierte de forma inesperada un horrible calambre en la pierna.

Y es que, según varios estudios, estos dolorosos calambres aparecen en el momento más inesperado, incluso por la noche. Estas contracciones musculares son repentinas e involuntarias y suelen afectar a las pantorrillas y a los dedos de los pies, aunque también pueden darse en la zona de la corva. Suelen manifestarse como un dolor agudo, aunque, por suerte, son pasajeros e inofensivos.

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Aunque todos los adultos han sufrido estos calambres, parece que es algo más común cuando se han cumplido los 50 años. Si, de forma constante, los calambres en las piernas interrumpen tu descanso y no sabes cómo aliviarlos, aquí te ofrecemos diferentes trucos para calmarlos y prevenirlos.

Fatiga muscular o nervios

La aparición de los calambres está asociada al uso forzado de un músculo, debido a periodos prolongados de ejercicio o trabajo físico; a la deshidratación; a la tensión muscular, o mantener una misma posición durante mucho tiempo. Cuando se producen por la noche suelen asociarse a una fatiga muscular y problemas nerviosos, aunque enfermedades como la insuficiencia renal y la diabetes también pueden ser el origen.

Ejercicio, tensión muscular o estar mucho tiempo en una postura, causas de los calambres

En general, los calambres no necesitan tratamiento y desaparecen después de unos minutos. Sin embargo, para acabar con ellos rápidamente hay algunos trucos que puedes llevar a cabo, sobre todo, si te despiertan por la noche.

Para empezar, una vez te ha dado el tirón, lo primero que debes hacer es estirar el músculo y practicar un suave masaje para relajarlo. Otra opción pasa por sacudir la pierna, mover la zona o bien ponerte de pie y caminar, algo que hace que el músculo afectado se estire y se destense.

Calor y frío

Más opciones: aplicar calor para relajar el músculo cuando está tenso y hielo cuando sientas dolor. Otra forma es subirse al escalón de una escalera con los talones colgando. Desde esa posición, estos se empujan hacia abajo, como si se quisiera tocar el suelo, hasta sentir que la pantorrilla se estira, manteniéndose así durante 30 segundos.

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Aunque no suelen ser graves, si tus calambres son muy fuertes, constantes, duran mucho, no mejoran al poco tiempo o se acompañan de hinchazón, enrojecimiento, sensación de calor o debilidad muscular, lo más recomendable es que acudas a tu médico.

Por el contrario, si quieres prevenirlos antes de que te den una sorpresa, tienes que cambiar ciertos hábitos de tu estilo de vida. Para empezar, bebe mucha agua o, en su defecto, bebidas isotónicas. También estira los músculos antes de hacer ejercicio y antes de ir a la cama.

Si tus calambres son muy fuertes, constantes, duran mucho y no mejoran acude a tu médico

Si tienes el pie plano, usa calzado con soportes de arco y si usas tacones reduce su uso al mínimo. Haz descansos mientras trabajas para ponerte de pie y caminar un poco y así mantendrás los músculos en movimiento.