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Janaki Ammal, la botánica que endulzó el cultivo local de un país y salvó un valle
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Janaki Ammal, la botánica que endulzó el cultivo local de un país y salvó un valle

La primera mujer india en obtener un doctorado, la primera científica en convertirse en miembro de la Academia de Ciencias de la India y la primera en recibir un Padma Shri en 1977

Foto: Retrato de Janaki Ammal. Fuente: Wikipedia
Retrato de Janaki Ammal. Fuente: Wikipedia

Hay una flor que lleva su nombre. No por el gusto de establecer a las mujeres la delicadeza etérea de las flores, sino porque fue ella misma quien la descubrió: Janaki Ammal. La primera mujer india en obtener un doctorado, en botánica, la primera mujer científica en convertirse en miembro de la Academia de Ciencias de la India, probablemente la primera mujer asalariada en el instituto John Innes y la primera mujer científica en recibir un Padma Shri en 1977. En su vida y en su obra las flores toman un protagonismo sin odas, las observó con la voluntad absoluta de las raíces que en el fondo nos unen a ellas, las posibilidades de habitar la tierra con la belleza del cuidado.

Edavaleth Kakkat Janaki Ammal nació en 1897, era la décima hija en una familia de 19 hermanos y hermanas. Creció en Tellicherry (ahora Thalassery) en el estado indio de Kerala. Una familia junto a un jardín que cuidaban y compartían, especialmente su padre, un apasionado de la naturaleza que llegó a escribir dos libros sobre las aves autóctonas de la región de North Malabar. Fue en este ambiente donde Ammal encontró su afinidad por las ciencias naturales, según afirma su sobrina, Geeta Doctor.

Foto: Fuente: The Library of Congress

En 1913, la alfabetización entre las mujeres en la India era inferior al 1%. En otras palabras: menos de 1000 mujeres en total en todo el país estaban matriculadas en la escuela más allá del décimo grado, escribe la historiadora Vinita Damodaran (y pariente lejana de Ammal) en su artículo 'Género, raza y La ciencia en la India del siglo XX'.

Una infancia en un país dominado

Así, en aquel escenario de su niñez, hubo libros y pájaros y, por supuesto, una naturaleza apabullante para los ojos de una niña, pero todo aquello era un pequeño cobijo en época en la que los británicos seguían apoderados del país. "La discriminación de castas era enorme (lamentablemente, las raíces de esta maldad son profundas y todavía estamos luchando por arrancarlas)", explica Archana Nagarajan en 'Medium'. Ammal pertenecía, además, a la comunidad Thiyya, considerada una comunidad atrasada en ese momento.

A medida que crecía, Ammal vio cómo muchas de sus hermanas se veían destinadas a matrimonios concertados. Sin precedentes, llegado el momento tomó una decisión diferente: nada de matrimonio, nada de una vida subordinada, nada de postrar sus ojos en las plantas como mero pasatiempo. Para entonces, no sabía que sería la primera mujer india en recibir un título en botánica, un título que además le otorgarían en Estados Unidos.

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Fuente: Wikipedia

Que las mujeres eligieran el camino del aprendizaje académico y que, sobre todo, lo hicieran al margen de la disciplina maternal que se esperaba de ellas era extraño y difícil. La educación superior, sencillamente, no las incluía, ni en la India ni en el resto de países del mundo.

Mujer, mujer india, mujer soltera

Pertenecía a la comunidad Thiyya, a la que los ojos occidentales miraban como una comunidad atrasada, al margen, también, que ya conocía Ammal. Se enfrentó a la triple discriminación durante décadas: una mujer, una mujer india, una mujer india de una de las comunidades más ancestrales de aquella cultura. Por su fuera poco, también fue acosada y señalada decenas de veces por elegir estar soltera. "Sin embargo, nunca retrocedió y superó estos desafíos para emerger como una de las científicas más destacadas de su tiempo", dice su sobrina.

Obtuvo una licenciatura en botánica 'Queen Mary's College' y en 'Presidency College', recuerda Leila McNeill en 'Smithsonian'. Obligada a dejar su tierra para poder seguir estudiando, se marchó, ironías de la vida, a Estados Unidos. Durante el período que pasó en la Universidad de Michigan se centró en la citología vegetal, el estudio de la composición genética y los patrones de expresión génica en las plantas. Se especializó en la cría de híbridos interespecíficos (producidos a partir de plantas de una especie diferente) e híbridos intergenéricos (plantas de un género diferente dentro de la misma familia).

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Fuente: Wikipedia

En 1925, Ammal obtuvo una Maestría en Ciencias. En 1931, recibió su doctorado. Era la primera mujer india en muchos aspectos modernos, dentro de la cuadrícula de la institución del saber, pero era, sobre todo, la descendencia de un saber lejano en el tiempo y cercano en la manera de hacerlo posible, un conocimiento heredado en la intuición desde el entorno mismo, por más que otros países, las lógicas de poderes y el mapa global quisiera evitarlo.

Un legado que florece en marzo

Fue coautora del 'Atlas Cromosómico de Plantas Cultivadas' junto a la genetista y eugenista Cyril Dean Darlington, que sigue siendo un texto clave para la comunidad científica de plantas en la actualidad. A diferencia de otros atlas botánicos que se centraron en la clasificación botánica, este atlas registró el número de cromosomas de unas 100 000 plantas, proporcionando conocimiento sobre los patrones de reproducción y evolución de los grupos botánicos.

Mediante un laborioso proceso conocido como poliploidía, manipulando las células o cruzando híbridos en el laboratorio, pudo crear una cepa de alto rendimiento de la caña de azúcar, más adecuada para el país, con menos costes para el mismo y para el resto del planeta, una posibilidad de cercanía, de independencia.

La investigación de Janaki Ammal sobre el número de cromosomas y la hibridez contribuyó a los hallazgos más recientes sobre la evolución de las especies. Su trabajo en la planta de magnolia maravillosamente variada y floreciente se puede ver cada mes de marzo en Battleston Hill en Wisley, cuando los árboles jóvenes que ella plantó se encuentran en plena floración.

Su contribución a la agricultura india

A principios de la década de 1950, volvió a India por petición propia de Jawaharlal Nehru, el primer ministro del país después de lograr su independencia del dominio británico en 1947. India se estaba recuperando de la lucha, que dejó sus restos en forma de hambrunas por todo el territorio, incluida la hambruna de Bengala de 1943. Millones de personas habían muerto desnutridas, impedidas en un país asediado. Fue por esta razón, dice Vinita Damodaran en una entrevista para 'Smithsonian', que "Nehru estaba muy interesado en llevar a Ammal de vuelta para mejorar las bases botánicas de la agricultura india".

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Fuente: Wikipedia

La respuesta fue inmediata, y Nehru la nombró supervisora designada por el gobierno a cargo de dirigir el Laboratorio Botánico Central en Lucknow. En esta capacidad, reorganizaría el Estudio Botánico de la India (BSI), originalmente establecido en 1890 bajo la supervisión de 'Kew Gardens' de Gran Bretaña para recolectar y estudiar la flora de la India.

Las investigaciones de Ammal sobre híbridos ayudó, por ejemplo, al Instituto Imperial de la Caña de Azúcar en su país natal, donde trataban de entonces de impulsar un cultivo local de esta planta. La científica facilitó la identificación de variedades de plantas nativas que podían cruzarse con la llamada 'Saccharum' para producir un cultivo de caña de azúcar más adecuado para las condiciones ambientales tropicales de la India.

Su lucha por el cultivo local

Ammal cruzó decenas de plantas para determinar qué híbridos de Saccharum producían un mayor contenido de sacarosa, proporcionando una base para el cruzamiento con resultados consistentes de dulzura en la caña de azúcar cultivada en casa. En el proceso, también desarrolló varios híbridos más al cruzar varios géneros de pastos: el Saccharum-Zea, el Saccharum-Erianthus, el Saccharum-Imperata y el Saccharum-Sorghum.

Sin embargo, "descubrió que la deforestación se estaba saliendo de control, bastante desenfrenada", sostiene Damodaran, quien lee de una carta que Ammal envió a Darlington en la que expresaba su angustia por el grado en que la deforestación estaba destruyendo las plantas nativas de la India: “Recorrí 37 millas desde Shillong en busca del único árbol de Magnolia griffithii en esa parte de Assam y descubrió que se había quemado”.

En este punto, el trabajo de Ammal tomó un giro decididamente diferente: después de pasar décadas aplicando sus habilidades para mejorar el uso comercial de las plantas, comenzó a usar su influencia para preservar las plantas autóctonas amenazadas.

Recuperar la identidad a través de la tierra

Para preservar las plantas indias, Ammal vio la necesidad de valorar el conocimiento indígena sobre ellas. En 1955 fue la única mujer que asistió a un simposio internacional en Chicago, irónicamente titulado 'El papel del hombre en el cambio de la faz de la Tierra'. El Simposio cuestionó las diversas formas en que los humanos estaban cambiando el medio ambiente para "mantenerse al tanto de todos los medios a disposición del hombre para afectar deliberada o inconscientemente el curso de su propia evolución".

En la sala llena de hombres, en su mayoría blancos, habló sobre la economía de subsistencia de la India, la importancia de las culturas tribales y su cultivo de plantas nativas, y la importancia de las tradiciones matrilineales indias que valoraban a las mujeres como administradoras de la propiedad, incluidas las plantas de una familia, todas ellas que estaban amenazados por la producción masiva de cereales. Sin embargo, nada la había detenido y nada lo hizo.

A veces, acudía a salones repletos de hombres, cúpulas del conocimiento como élites de poder manipulador, pero prefería recorrer su país recolectando muestras de infinidad de especies vegetales e interactuando con tribus remotas que las conocían bien. Una dedicación que echó raíces para siempre: la Magnolia Kobus Janaki Ammal.

Hay una flor que lleva su nombre. No por el gusto de establecer a las mujeres la delicadeza etérea de las flores, sino porque fue ella misma quien la descubrió: Janaki Ammal. La primera mujer india en obtener un doctorado, en botánica, la primera mujer científica en convertirse en miembro de la Academia de Ciencias de la India, probablemente la primera mujer asalariada en el instituto John Innes y la primera mujer científica en recibir un Padma Shri en 1977. En su vida y en su obra las flores toman un protagonismo sin odas, las observó con la voluntad absoluta de las raíces que en el fondo nos unen a ellas, las posibilidades de habitar la tierra con la belleza del cuidado.

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