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Stonehenge funcionó como un calendario solar de 365.25 días
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INSPIRADO EN EL ANTIGUO EGIPTO

Stonehenge funcionó como un calendario solar de 365.25 días

Un estudio pionero en su clase demuestra que Stonehenge pudo funcionar como un calendario solar altamente preciso para su época hace unos 4.500 años

Foto: Stonehenge funcionó como un calendario solar de 365.25 días (EFE/Enrique Rubio)
Stonehenge funcionó como un calendario solar de 365.25 días (EFE/Enrique Rubio)

La hipótesis de que el famoso monumento megalítico de Stonehenge, situado en una llanura al suroeste de Inglaterra, funcionara como un antiguo calendario ha intrigado a arqueólogos e historiadores por igual durante, al menos, un siglo. Pero ninguna teoría propuesta hasta la fecha sobre los detalles de su funcionamiento había resultado convincente.

Sin embargo, eso ha cambiado ahora con un nuevo estudio liderado por el profesor de arqueología Timothy Darvill de la Universidad de Bournemouth que ha llegado a una conclusión bastante clara: Stonehenge funcionaba como un calendario solar hace más de 4.000 años y se basaba en un año solar de 365.25 días.

Según explicó Darvill el eje central de los megalitos estaba, y sigue estando, alineado con la salida del sol producida durante los solsticios de verano e invierno. Además, las piedras enmarcaban perfectamente el sol naciente y poniente cuando los días eran más largos y más cortos. Pero durante mucho tiempo se pensó que el monumento se usaba con fines ceremoniales en lugar de ser una forma precisa de rastrear los días, los meses y las estaciones.

Dos tipos de piedras

Stonehenge está hecho de dos tipos de piedras. Las piedras sarsen, que son las más grandes, y los monolitos de piedra azul de Gales que son más pequeños. Se cree que estas últimas fueron las primeras en ser erigidas en Stonehenge hace 5.000 años, siglos antes que las piedras sarsen, que procedían de un sitio mucho más cercano al monumento.

El conjunto estaba formado por un anillo de 30 piedras sarsen dispuestas en forma vertical, que soportaban 30 dinteles horizontales, representaban un día dentro de un mes, mientras que las piedras distintivas en el círculo marcaban el comienzo de tres semanas de 10 días, según el estudio.

placeholder Conjunto megalítico de Stonehenge (Pixabay)
Conjunto megalítico de Stonehenge (Pixabay)

Doce de esos meses llegarían a 360 días, pero un grupo de “trilitos”, una estructura formada por dos grandes piedras verticales que sostienen una tercera piedra colocada horizontalmente en la parte superior, se dispuso en forma de herradura en el centro del sitio. Estos “trilitos” representaban los cinco días adicionales necesarios para igualar el año solar de 365 días, dijo Darvill. Por su parte, cuatro piedras más pequeñas que se encontraban fuera del círculo en un rectángulo eran una forma de realizar un seguimiento de un año bisiesto, con un día adicional cada cuatro años.

“Encontrar un calendario solar representado en la arquitectura de Stonehenge abre una forma completamente nueva de ver el monumento como un lugar para vivir”, dijo Darvill que reafirmó que, si bien un calendario con semanas de 10 días podría parecer inusual comparado con el calendario gregoriano, se trata de una innovación que permitió medir el paso del tiempo hace más de cuatro milenios y que apareció en el Mediterráneo y alcanzó el norte de África y hasta el Reino Unido.

Estos calendarios se usaban en el Mediterráneo oriental en épocas posteriores al 3000 a.C.

“Esta clase de calendarios se desarrolló en el Mediterráneo oriental en los siglos posteriores al 3000 a.C. y fue adoptado en Egipto como calendario civil cerca del 2700 a.C. y utilizado ampliamente durante la época del Imperio Antiguo”, concluyó.

La hipótesis de que el famoso monumento megalítico de Stonehenge, situado en una llanura al suroeste de Inglaterra, funcionara como un antiguo calendario ha intrigado a arqueólogos e historiadores por igual durante, al menos, un siglo. Pero ninguna teoría propuesta hasta la fecha sobre los detalles de su funcionamiento había resultado convincente.

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