Descubre estas sencillas maneras de perder los kilos de más y no recuperarlos jamás

Para mucha gente, perder peso podría significar la mejora de su salud y hacerles sentir más seguros de sí mismos. Pero seguir una dieta estricta no es algo sencillo y, a menudo, solo termina en una pérdida de peso a corto plazo, si es que realmente se consigue. Incluso puede afectar al metabolismo, lo que dificultaría obtener los resultados esperados a largo plazo.

Afortunadamente, hay formas más fáciles y saludables para adelgazar y con las que es más probable que mantengas el peso que pierdes de forma segura, según informa el Liverpool Echo.

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La primera de ellas pasa por no saltarse el desayuno. Eso no ayudará a eliminar esos kilos de más, ya que pueden perderse nutrientes esenciales para nuestro organismo. Además, al tener el estómago vacío es más probable que se acabe comiendo entre horas algo de picar para matar el hambre y eso ya sabemos que siempre engorda.

Estar activo es fundamental

Comer siempre a la misma hora ayudará a nuestro metabolismo a hacer correctamente su trabajo y también evitará la tentación de comer alimentos con alto contenido calórico. Obviamente, incluir las frutas y verduras en la dieta es altamente recomendable, ya que son bajas en calorías y grasas, son altas en fibra y contienen muchas vitaminas y minerales.

Comer siempre a la misma hora ayudará al metabolismo a hacer correctamente su trabajo

Estar activo es clave para perder peso y no recuperarlo. Además de brindar muchos beneficios para la salud, el ejercicio puede ayudar a quemar el exceso de calorías y, por tanto, perder peso. No es necesario darlo todo en el gimnasio, solo encontrar una manera con la que moverte cada día y que pueda encajar en tu rutina diaria.

Beber mucha agua hará que no se confunda la sed con el hambre y también ayudará al proceso de digestión. Asimismo, los alimentos que contienen mucha fibra pueden mantener la sensación de saciedad, lo cual es perfecto para perder peso. En este sentido, hay que recordar que la fibra solo se encuentra en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras, la avena, el pan integral, la pasta, los, guisantes, las lentejas o el arroz integral, entre muchos otros.

Otro consejo que suelen dar los nutricionistas es que no eliminemos ningún alimento de la dieta, especialmente aquellos que más nos gustan, porque prohibirlos hará que los queramos tomar con más deseo y no hay motivo por el que no se pueda disfrutar de un capricho de vez en cuando.

Come en platos pequeños

Acumular comida basura en la despensa tampoco es buena opción. El chocolate, las galletas, las bolsas de patatas fritas o las bebidas azucaradas con gas son un peligro si se tienen a mano. En su lugar es recomendable tener frutas, palomitas de maíz, tortitas de arroz o de avena y zumos naturales.

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También es aconsejable reducir el consumo de alcohol. Por ejemplo, una copa de vino puede contener tantas calorías como un trozo de chocolate. Como todo, si se toma una de vez en cuando no pasa nada, pero si se hace de forma recurrente puede contribuir a un aumento de peso acusado.

Otro factor clave es tener una buena planificación de las comidas durante la semana, ya que con ello seguro que te ahorras sumar calorías de más a tu cuerpo. Para ello es muy útil hacer una lista de la compra y organizar los desayunos, las comidas y las cenas de cada semana. Y si a esto le sumas una buena lectura de las etiquetas de los alimentos mientras haces la compra, empezarás a elegir opciones mucho más saludables.

El estómago tarda unos 20 minutos en decirle al cerebro que está lleno, así que come despacio

Por último, y aunque parezca una tontería, usar platos más pequeños te ayudará a comer porciones más pequeñas. Si los usas con un menor tamaño, poco a poco irás acostumbrando a tu cuerpo a comer menos sin pasar hambre. Y recuerda que el estómago tarda unos 20 minutos en decirle al cerebro que está lleno, así que come despacio y deja de comer antes de sentirte lleno.