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Los peligros de que tu perro haga las necesidades en cualquier lugar, según un estudio
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Los peligros de que tu perro haga las necesidades en cualquier lugar, según un estudio

Si eres de los que no recogen los excrementos de su mascota o pasas de llevarlo con correa, tenemos una mala noticia para ti, venida de un estudio en Bélgica

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Los perros defecan y orinan regularmente en muchos espacios verdes, fertilizándolos. Y eso no es bueno. Un nuevo estudio que se ha realizado en Bélgica ha mostrado que los excrementos de nuestras mascotas son una gran perturbación para la vida silvestre, informa 'Science Alert'.

De hecho, los investigadores estiman que cada año los caminos que atraviesan cuatro reservas naturales alrededor de Gante se ensucian con hasta 11,5 kilogramos (25,4 libras) de nitrógeno y 4,8 kilogramos (10,6 libras) de fósforo por hectárea. El primero proviene tanto de la orina como de las heces, mientras que el fósforo solo de las últimas. En concentraciones altas, ambos tienen el potencial de influir considerablemente en la biodiversidad y el funcionamiento del ecosistema.

Si los dueños de las mascotas que visitan las reservas naturales de Gante ataran a sus perros y se tomaran el tiempo de recoger los excrementos, se podría reducir la contaminación por nitrógeno en un 56% y por fósforo en un 97%

Y, sorprendentemente, el modelo mostró que si los perros tuvieran correa las concentraciones de nitrógeno y fósforo a lo largo de los caminos aumentarían sustancialmente, llegando a 175 kg de nitrógeno y 73 kg de fósforo al año. "En nuestro hipotético escenario, con los perros atados, el nitrógeno y el fósforo excedían los límites legales para la fertilización de las tierras". Suena peor, pero no sería así, debido a que la contaminación estaría contenida en un área más pequeña (concretamente donde los perros estuvieran atados), por lo que la reserva natural en general se vería menos afectada.

Es decir, que si los dueños de las mascotas que visitan las reservas naturales de Gante ataran a sus perros y se tomaran el tiempo de recoger los excrementos, se podría reducir la contaminación por nitrógeno en un 56% y por fósforo en un 97%. Los hallazgos subrayan lo importante que es atar con correa y limpiar los desechos de las mascotas en los espacios verdes.

Desafortunadamente, los excrementos de los perros rara vez se consideran fuentes de contaminación por nitrógeno y fósforo, a pesar de su enorme contribución potencial. En toda Europa, las emisiones de combustibles fósiles y la agricultura producen entre 5 y 25 kilogramos de nitrógeno por hectárea. Los perros podrían estar contribuyendo con algo similar. Se estima que 87 millones de perros liberan sus necesidades todos los días solo en nuestro continente, y la acumulación de esos excrementos podría estar afectando el medio ambiente.

Es hora de abordar el problema, mediante la aplicación de leyes con correas o la recogida obligatoria de excrementos

Todavía no se han hecho estudios que estimen la gravedad real del problema, pero cuando el suelo se satura con macronutrientes como son el nitrógeno y el fósforo, puede tener un fuerte impacto negativo en el ecosistema local. La vida vegetal puede volverse menos diversa, y el fósforo reduce el nicho en el que prosperan muchas especies de plantas amenazadas.

Foto: Braco de Weimar (Fuente: Pixabay)

"Está claro que los niveles de fertilización de los perros estimados aquí pueden ejercer potencialmente efectos negativos sobre la biodiversidad y el funcionamiento del ecosistema de la vegetación rica en especies que a menudo se persiguen en el manejo de los bosques y la naturaleza", indicaron los autores. Incluso cuando se implementan prohibiciones de perros a lo largo de las playas o espacios verdes, pueden pasar años hasta que el nitrógeno y el fósforo elevados en un hábitat desaparezcan del sistema.

En conclusión, los hallazgos del estudio sugieren que los perros son una fuente sustancial de contaminación del suelo en todo el mundo y es hora de abordar el problema, mediante la aplicación de leyes con correas o la recogida obligatoria de excrementos.

Los perros defecan y orinan regularmente en muchos espacios verdes, fertilizándolos. Y eso no es bueno. Un nuevo estudio que se ha realizado en Bélgica ha mostrado que los excrementos de nuestras mascotas son una gran perturbación para la vida silvestre, informa 'Science Alert'.

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