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Por qué España debe apostar por un modelo de salud preventivo (y más digital)
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INVERTIMOS POR DEBAJO DE LA MEDIA EUROPEA

Por qué España debe apostar por un modelo de salud preventivo (y más digital)

La interrelación entre tecnología y salud se ha multiplicado exponencialmente con motivo del covid, y puede ser la puerta de entrada de un modelo centrado en la prevención

Foto: Foto: Freepik.
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A punto de cumplirse dos años de la irrupción del covid, seguimos inmersos en la incertidumbre acerca de su evolución y de cómo afectará a nuestra salud y a nuestra sanidad. No obstante, hay aprendizajes derivados de la pandemia que no debemos pasar por alto; entre ellos, la necesidad de dar un nuevo enfoque al modelo de asistencia sanitaria, reforzando no solo el cambio digital, sino también la importancia de la medicina preventiva.

La atención preventiva es clave; y con este concepto nos referimos a cualquier medida que tiene como objetivo evitar o reducir el número o la gravedad de las lesiones y enfermedades, sus secuelas y complicaciones. Y se trata de una tarea en la que España, según los datos más recientes proporcionados por Eurostat, invierte por debajo de la media europea:

  • El gasto público y privado en atención preventiva representó en España el 2,1% del gasto sanitario total, mientras que la media de la Unión Europea fue del 2,8%.
  • En relación con el tamaño de la población el gasto en atención preventiva en España fue de 49 euros por habitante, mientras que la media en la UE fue de 82 euros por habitante.

El gasto en atención preventiva en España fue de 49 euros por habitante, mientras que la media en la UE fue de 82 euros por habitante

Estos datos, en un contexto sanitario como el actual, nos llevan a que, mirando al futuro, nos planteemos las áreas de mejora que tiene nuestro país y cuáles deberían ser los pasos que convendría implementar. En este sentido, un informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI), con el apoyo de la Fundación Farmaindustria, revela que estos años de menor inversión “podrían haber tenido un efecto pernicioso en algunas de las tareas pendientes del sistema sanitario español (como la lucha en la reducción mortalidad asociada a factores de riesgo por comportamiento como el tabaquismo o el alcoholismo), que podrían mejorar con programas de prevención, con el uso de tratamientos eficaces o con el uso más eficiente de los recursos”.

La idea es que “la introducción de pequeñas mejoras en prevención y tratamientos se traduce en avances, en la posibilidad de trabajar y en la productividad que, acumulados en el tiempo, dan lugar a ganancias económicas muy notables”.

Prevención, envejecimiento saludable y tecnologías

Descendiendo a los cuidados de la vida cotidiana, la prevención es esencial en una sociedad envejecida como la nuestra. Así nos lo explica Arturo Bujalance, director de Desarrollo de Negocio de Savia, la plataforma de telemedicina de Mapfre que está redefiniendo la forma en que se gestiona la salud desde las compañías: “Tenemos una doble vertiente: por un lado, los avances en medicina han permitido que, gracias a la prevención, muchas enfermedades malignas sean detectadas en un estado muy incipiente y puedan beneficiarse de un tratamiento menos agresivo; por otro, que, al detectarse de forma precoz, la posibilidad de cura sea exponencialmente superior a estadíos más tardíos”. En cuanto a la otra vertiente, apunta, estarían las enfermedades crónicas: “Diagnosticarlas precozmente ayuda a controlarlas, reduciendo comorbilidades y permitiendo que el paciente, aun con una enfermedad crónica como la diabetes o la hipertensión arterial, pueda seguir teniendo una larga esperanza de vida”.

Y un paso más es el de ser capaces, incluso, de anticiparnos a la enfermedad. Así lo asegura el doctor Ángel Durántez, especialista reconocido en Medicina Preventiva Proactiva: "Estamos abordando el reto del envejecimiento saludable, que no es otra cosa que la medicina preventiva. Mientras el modelo sanitario del siglo XX era no hacer nada hasta no tener los primeros síntomas, ahora se trata de actuar antes de que haya patología". Por ello, indica, debemos poner la vista en la medicina de las cuatro P: proactiva, predictiva, personalizada y placentera.

Hablamos de un cambio de paradigma y de visión. Como explica Cándido Pérez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad de la consultora KPGM: “En la próxima década se producirá un cambio de enfoque, de tratar enfermos a tratar pacientes, y el objetivo pasará a ser cuidar la salud de las personas, primando la investigación y el resultado”.

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¿Cómo hacerlo? Cándido Pérez destaca el papel de las tecnologías y el análisis de datos, que permitirá avanzar en investigación, gestión, además de en procedimiento diagnóstico y terapéutico. “Se puede utilizar la información disponible con el objetivo de mejorar la vida de los pacientes, previendo ingresos, monitorizando la evolución de la enfermedad, estudiando su origen para alcanzar su prevención… Una parte de la inversión en sanidad debe girar en torno a la incorporación de estas tecnologías”.

Un nuevo modelo

Precisamente es ahora, con la irrupción de las nuevas tecnologías y la telemedicina, cuando puede hacerse posible ese nuevo modelo de salud. Y también cuando debemos aprender, como usuarios, sus posibilidades y riesgos. Porque las nuevas tecnologías nos ofrecen inmediatez y facilitan que no tengamos que desplazarnos, pero hacen imprescindible que comprendamos los riesgos de visitar páginas de salud no certificadas.

En este contexto, la pandemia ha puesto diversos retos sobre la mesa. Entre ellos, el de la presencialidad enfrentada a la telemedicina. “Todos los extremos son malos”, explica Arturo Bujalance. "Nuestro objetivo es dar herramientas al usuario para poder ayudar a prevenir un problema o, si este ya se ha producido, a solucionarlo. Se trata de ayudarles a conectar con su médico de la manera más eficiente posible, sea presencial o en remoto”.

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En ese modelo de atención 24/7, se puede disponer de consulta telefónica o a través del chat en cualquier momento en determinadas especialidades, así como acortar tiempos para pruebas diagnósticas que, de otra manera, tendrían un largo tiempo de espera.

Pero, señala Bujalance, además de ayuda diagnóstica o de tratamiento, el modelo de Savia también favorece la atención preventiva. Porque se trata de adelantarse al problema, la plataforma proporciona también ayuda en otras áreas:

  • Entrenador personal: para ayudarte a empezar en un deporte sin correr riesgos, previniendo no solo lesiones si lo haces por tu cuenta, sino también un futuro problema musculoesquelético ocasionado por el sedentarismo.
  • Psicología: en un momento en el que tanto se está hablando de los efectos que la pandemia ha tenido sobre la salud mental, parece evidente la oportunidad de tener disponibles consultas con psicólogos especialistas que pueden hacer una intervención antes de que el trastorno se cronifique.
  • Nutrición: teniendo en cuenta que nos acercamos a un futuro marcado por otras epidemias silenciosas -diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad- todas ellas íntimamente relacionadas, las consultas en nutrición son especialmente relevantes por su papel preventivo. Además la nutrición va más allá, y aborda enseñanzas para llevar dietas adecuadas a personas con intolerancias o alergias alimenticias, para estados puntuales (embarazo, lactancia…) o para grupos concretos de población, como veganos o vegetarianos.

A punto de cumplirse dos años de la irrupción del covid, seguimos inmersos en la incertidumbre acerca de su evolución y de cómo afectará a nuestra salud y a nuestra sanidad. No obstante, hay aprendizajes derivados de la pandemia que no debemos pasar por alto; entre ellos, la necesidad de dar un nuevo enfoque al modelo de asistencia sanitaria, reforzando no solo el cambio digital, sino también la importancia de la medicina preventiva.

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