Gazpacho a la republicana: bromas y críticas al absurdo error de una congresista de EEUU

"Nancy Pelosi tiene una policía del gazpacho espiando a los miembros del Congreso, espiando nuestro trabajo legislativo, espiando a nuestro personal y espiando a los ciudadanos que vienen a hablar con nosotros". Esta ha sido la firme sentencia de la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, fiel seguidora del expresidente Donald Trump hacia la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

De momento, no sabemos si a Pelosi le gusta o no esta sopa fría típica andaluza y reconocida como un plato característico de la gastronomía española, pero el error de esta congresista vinculada al movimiento conspiratorio apocalíptico que deambula en foros y portales de internet bajo el nombre de QAnon ha abierto otra brecha en el debate parlamentario del país norteamericano.

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Ocurrió el pasado miércoles 9 de febrero, y desde entonces un sinfín de personalidades, políticos y políticas estadounidenses han expresado sus reacciones a través de Twitter. En una mezcla verbal entre lo absurdo y la parodia, nadie sabe muy bien qué decir.

De Gestapo a Gazpacho

"No, I'm sorry. This is too stupid to be real", decía la periodista Molly Jong-Fast. Demasiado estúpido para ser real: en su cabeza, Greene no pensaba en un cuerpo policial cargado con cientos de botes de gazpacho (puede que el gazpacho sea el arma perfecta para alguna situación, pero no es el caso), sino en la Gestapo, la policía secreta oficial en el entramado de la Alemania nazi.

Greene se encontraba en medio de una entrevista para una plataforma de apoyo a Trump. Tras la metedura de pata, continuó sin detenerse a rectificar. En ningún momento llegó ese momento de lucidez avisándole de que estaba dejando otro mensaje mientras concluía exigiendo "que termine" el actual Gobierno de Joe Biden.

Siguiendo la línea de lo conspiracional de su discurso habitual, Marjorie Taylor apelaba así a uno de los grupos más sanguinarios de la historia pretendiendo que la metáfora pusiera los ojos en Pelosi. Sin embargo, su política del miedo no ha tardado en encontrar asiento entre 'memes' y una discusión de paladar en las tertulias y en las cuentas de Twitter de muchos políticos y analistas influyentes: "¿Sí o no al gazpacho?". Ese es el dilema según Sam Stein, corresponsal en la Casa Blanca de MSNBC, que ha decidido aprovecharse del absurdo momento preguntando a sus seguidores por nuestro plato típico.

"¿A la gente le gusta el gazpacho?"

"No es la cuestión. Pero, de verdad, ¿a la gente le gusta el gazpacho? Siento que incluso aquellos que dicen que lo hacen en secreto no lo hacen", lanzaba el periodista. A lo que la secretaria de Prensa de la Casa Blanca no dudó en sumarse: "Thats a no for me" ¿Así que el gazpacho “es un no” para la opinión política estadounidense? Pero ¿saben realmente qué es el gazpacho?

Aceite de oliva, vinagre, agua, hortalizas crudas, generalmente tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo. Ese es el plato convencional, aunque hay versiones antiguas que añaden harina de habas, naranjas amargas o almendras y no incluyen tomate, añadido después de la colonización de América. "Querida Marjorie Taylor Greene, la policía del gazpacho la creé yo en 1993 para que nadie le pusiera tabasco ni jalapeño ni cosas raras a mi querida sopa. Por favor, no culpes a nadie más que a mí... Pasa a por una copa cuando quieras. ¡No olvides tu mascarilla y cartilla de vacunación!", fueron las palabras que inmediatamente le dedicó el chef José Andrés a la congresista, recordando a esa parte de la población estadounidense que, en su intento constante por versionar platos de otros países, han llevado a cabo su 'tex-mex' particular con esta sopa.

Mientras tanto, la televisión en el país sigue haciéndose eco del asunto: "La diatriba de la representante Marjorie Taylor Greene sobre la 'policía del gazpacho' fue una 'impresionante muestra de estupidez'", decía el presentador y comentarista liberal Lawrence O’Donnel al respecto.

"Un ser humano tan ridículo..."

Asimismo, políticas con escaño en el Congreso como la conocida Alexandria Ocasio-Cortez o Ilhan Omar han optado, entre todo el revuelo, por poner el foco en el trasfondo principal del mensaje con la preocupación que la dialéctica de algunas extensiones del Partido Republicano generan frente al futuro político y social del país. "En serio, no puedo creer que ningún ser humano sea tan ridículo o tenga un personal tan ridículo. Simplemente, hay algo que no cuadra", afirmaba en su cuenta de Twitter Omar. Al mismo tiempo, Ocasio-Cortez afirmaba: "Claramente, prohibió todos los libros de su casa hace años".

"De verdad, cuando ves cómo el Partido Republicano abraza abiertamente y aprovecha a los miembros fascistas de su partido mientras huyen algunos demócratas y enmarcan a sus propios movilizadores de base como 'igual de extremistas', no es difícil darse cuenta de cómo ha contribuido esa asimetría/falsa equivalencia al momento en el que estamos", zanjaba la congresista demócrata.