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La cerveza que sostuvo un imperio: los wari y su manejo de las drogas alucinógenas
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La cerveza que sostuvo un imperio: los wari y su manejo de las drogas alucinógenas

Las semillas de vilca podrían haber sido una poderosa herramienta de persuasión, debido a que daban lugar a una experiencia que no podía ser correspondida por los invitados a aquellos festines

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Que la cerveza no es una bebida nueva no es nada nuevo, pero que a través de esta bebida pueda entenderse la política quizás sí. Por supuesto, tampoco es nuevo que unas birras entre políticos despiertan el diálogo, pero ¿desde cuándo es así? Los restos de un gran festín encontrados en un yacimiento Wari del siglo IX a.C. sugieren que desde mucho antes de lo que podríamos pensar. Situado en el sur de Perú, en la región de Quilcacampa, este lugar escondía una de esas respuestas que no sabes que te hacías: las semillas de una planta psicoactiva llamada vilca (Anadenanthera colubrina) alguna vez se mezclaron con chicha, una cerveza hecha del fruto de un pimentero peruano (Schinus molle) para crear una bebida bastante... especial.

Las semillas de vilca encontradas en dicho yacimiento eran recursos preciosos en la época del Imperio Wari, que estuvo vigente durante más de 500 años. Se encontraban en árboles que crecían a 400 kilómetros de distancia de los asentamientos, en lo más profundo de las montañas, sostiene Carly Casella en 'Science Alert'. Así, debido a su localización, quedaban como auténticos tesoros culinarios a disposición de los líderes políticos o religiosos, quienes tenían los medios para ordenar expediciones de recolección.

placeholder Recinto arqueológico del Imperio Wari. Fuente: Wikipedia
Recinto arqueológico del Imperio Wari. Fuente: Wikipedia

El consumo de vilca, tanto inhalada como fumada en pipa, data de hace al menos cuatro mil años, apunta Carme Mayans en 'National Geographic', algo que atestiguó el hallazgo de una pipa de esa época localizada en Inca Cueva, en Argentina, incluso se conocen vestigios de este consumo entre la comunidad Tiwanaku, en Bolivia, para la misma época. "Hallazgos anteriores han demostrado que la vilca solo era accesible para algunos miembros de la élite, como los sacerdotes, y no estaba disponible para todo el mundo. En cambio, este comportamiento 'inclusivo' de las clases gobernantes wari no solo mostró su hospitalidad, sino que ofreció una experiencia difícil de obtener en otros lugares y que nadie que quisiera oponerse al control wari podría ofrecer fácilmente".

Una bebida cultural

Por estos motivo, los autores de un nuevo estudio han considerado que estos hallazgos, especialmente el último podría tener un motivo más allá de la idea de celebraciones para pasarlo bien: al combinar un alucinógeno como este con alcohol, los líderes wari podrían haber estado tratando de ganarse a nuevos súbditos en Quilcacampa.

Se trata de una investigación llevada a cabo por investigadores del Dickinson College de Pensilvania, el Museo Real de Ontario en Toronto y la Universidad de Rochester en Nueva York. Los resultados acaban de publicarse en la revista 'Antiquity'. En el estudio, estos expertos afirman que los gobernantes de la cultura wari bebían cerveza mezclada con drogas alucinógenas derivadas de las semillas de algunas plantas, y que este hecho pudo haber contribuido al mantenimiento de su control político sobre el resto de pueblos de la región durante cientos de años.

"Compartir la sustancia psicodélica habría sido una decisión calculada de su parte. Los sentimientos espirituales y comunitarios inducidos por la bebida podrían haberse utilizado para difundir una nueva orden religiosa o para crear una sensación de cohesión", apunta Casella.

Herramienta de persuasión

Según explican los autores, las semillas de vilca podrían haber sido una poderosa herramienta de persuasión, debido a que daban lugar a una experiencia que no podía ser correspondida por los invitados, al no tener acceso a las semillas de vilca ni conocer los secretos de la receta de la bebida que allí tomaban. De esta forma, los wari asegurarían la influencia de su imperio a medida que se expandía a nuevas tierras.

placeholder Semillas de vilca (Anadenanthera colubrina). Fuente: Wikipedia
Semillas de vilca (Anadenanthera colubrina). Fuente: Wikipedia

"Los wari agregaron la vilca a la cerveza de chicha para impresionar a los invitados a sus fiestas, que sabían que no podrían devolver la experiencia. Esto generó una deuda entre los anfitriones y los comensales, probablemente procedentes de la región circundante. Nosotros creemos que el festín, la cerveza y la vilca sirvieron para crear y consolidar conexiones sociales entre los aliados del Imperio Wari y los locales a medida que el dominio wari se iba expandiendo. También fue una manera de mostrar y mantener el poder social, económico y político por parte de los líderes wari. Los invitados a estas fiestas se habrían sentido obligados a reconocer el poder de sus anfitriones o a sentir la necesidad de tener que devolverles el favor en un futuro. En los Andes, se sabe que esto ocurre típicamente por el consumo de cerveza (chicha), carne de llama, plantas como maíz y papas, y otros alimentos y bebidas", explica Matthew Biwer, profesor asistente visitante de Arqueología en el Dickinson College y otro de los autores del estudio.

Hace casi dos décadas, recuerdan en el portal 'Historia y Arqueología', otro equipo de arqueólogos descubrió una antigua fábrica de cerveza wari en Cerro Baúl, en las montañas del sur de Perú, que tenía lugares tipo tabernas justo al lado. Dado que la cerveza que elaboraban era una bebida ligera y ácida llamada chicha, solo era útil durante aproximadamente una semana después de su elaboración, por lo que no se enviaba lejos del lugar de producción. Por este motivo, la gente tenía que venir a los festivales del Cerro Baúl para beberla.

La preferida de las élites

En lugar de moler las semillas y esnifarlas (el método de ingestión preferido por las élites wari), estos arqueólogos creen que a los plebeyos se les ofrecieron las semillas enteras, cuyos compuestos así ingeridos podrían haber potenciado los efectos psicotrópicos.

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Fuente: iStock

Algunas vasijas de cerveza encontradas en otros puntos wari en Perú están ilustradas con vainas de vilca, lo que subraya que esta también era una práctica común en otras partes del imperio. Los investigadores señalan que a medida que el Imperio Wari se expandía, su arquitectura incluía cada vez más espacios para banquetes que enfatizarían la hospitalidad de los anfitriones.

Si bien se ha demostrado que el menú de aquellos banquetes incluye una potente cerveza hecha con granos de pimienta (también conocida como fruta molle), en el caso de la vilca aún quedan interrogantes que resolver. No obstante, a partir de estos hallazgos, el equipo pudo construir un caso más sólido para el uso de vilca a través de las fronteras sociales tradicionales al mapear la distribución de muestras botánicas de molle y vilca

Que la cerveza no es una bebida nueva no es nada nuevo, pero que a través de esta bebida pueda entenderse la política quizás sí. Por supuesto, tampoco es nuevo que unas birras entre políticos despiertan el diálogo, pero ¿desde cuándo es así? Los restos de un gran festín encontrados en un yacimiento Wari del siglo IX a.C. sugieren que desde mucho antes de lo que podríamos pensar. Situado en el sur de Perú, en la región de Quilcacampa, este lugar escondía una de esas respuestas que no sabes que te hacías: las semillas de una planta psicoactiva llamada vilca (Anadenanthera colubrina) alguna vez se mezclaron con chicha, una cerveza hecha del fruto de un pimentero peruano (Schinus molle) para crear una bebida bastante... especial.

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