Las redes sociales 'logran' que una mujer recupere una pulsera perdida hace décadas

Phil es una mujer de Cork (Irlanda) a la que hace casi 40 años su marido William, ya fallecido, regaló una pulsera con motivo del embarazo de la hija menor de ambos. Este abalorio llevaba grabado sus nombres y la fecha de 21 de marzo de 1982. Lamentablemente, la mujer perdió este regalo a inicios de la década 2000.

Por su parte, la persona que dio con este objeto de gran valor lo ha conservado todos estos años. Se trata de David Babington, peluquero de profesión, que encontró la pulsera de oro en el suelo y publicó su hallazgo en el periódico local. Tal y como recoge Irish Mirror, deseaba ponerse en contacto con la propietaria para devolverle su joya.

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"Nunca se presentó nadie, pero había algo que me decía que lo conservara. Debido al valor sentimental que tiene, pensé que tal vez algún día encontraría al propietario", ha contado Babington a una emisora local. “Me he mudado cuatro veces desde que di con él, pero siempre lo llevaba conmigo en una caja pequeña”.

Una diferencia importante con respecto a entonces es el auge de las redes sociales. Después de ver una vez más el envoltorio en su casa, lamentó no haberlo pensado antes. “Publiqué algunas fotos en mis historias de Instagram y también en Facebook”, ha descrito David, que pareció ver en internet su última esperanza.

El reencuentro

"Recibí un mensaje privado de una chica llamada Niamh que decía que creía que la pulsera era de su abuela y de su difunto abuelo William”, apunta el peluquero. Posteriormente, el hombre descubrió que había “atendido a la madre de Niamh, Bernie [nuera de Phil]” teniendo este abalorio en su domicilio, pero sin conocer la conexión.

“Cuando finalmente pude entregar el objeto a su dueña experimenté una sensación espectacular”, sostiene el hombre. “Se me pone la piel de gallina solo de recordarlo”. Desde el miércoles 12 de enero Phil puede disfrutar de nuevo de su preciado tesoro. La mujer contó a David, quien con tanto empeño había conservado la joya, que estaba “absolutamente encantada y muy agradecida” de llevar de nuevo la pulsera.