Kylo, el 'gato ladrón' que se ha convertido en una estrella en su vecindario

Un gato pelirrojo de tres años, de Ferny Hills (Australia), se ha convertido en toda una celebridad local, cuyas hazañas han sido compartidas en las redes sociales durante los últimos meses de la pandemia. El minino de pelaje anaranjado robó el corazón de muchos vecinos cuando descubrieron de sus entrañables fechorías.

Fue Kay McCall, junto a su esposo, los que empezaron a percatarse de la extraña aparición de juguetes en el patio trasero de su casa. “Primero fueron un par de juguetes, luego apareció otro en el patio delantero y luego otro. La mayoría de los días seguían llegando regalos. Unos días solo había uno, otros días bastantes y algunos no había ninguno”, afirmó la señora McCall.

Hasta que fin “lo atrapamos una mañana saltando la cerca de casa”. Durante meses, los McCall disfrutaron descubriendo qué nuevo regalo les habría traído el gato pelirrojo. “A veces encontrábamos pelotas de fútbol, guantes o juguetes para perros. También trajo calcetines y una camiseta de escuela” aseguró Kay. “Después de un tiempo, acabamos acumulando un gran número de objetos que, literalmente, llenaban una mesa entera”, añadió.

Kylo es toda una celebridad local

Finalmente, en septiembre McCall publicó fotos del inmenso botín del gato en un grupo de vecinos en Facebook. Al ver las imágenes, decenas de residentes comentaron que ellos también habían sido visitados por el “gato ladrón”, como empezó a ser conocido, y muchos de ellos reconocieron los objetos sustraídos.

“Todo el mundo se enamoró de él en el acto, y se convirtió en un ícono de la comunidad” dijo Kay. Incluso pudieron encontrar a los dueños del ladronzuelo de color jengibre que intentaban que su gato no saliera de casa sin el menor de los éxitos. Justo antes de Navidad, los dueños anunciaron que no podían seguir manteniendo a su mascota segura y pidieron ayuda a la señora McCall para encontrarle un nuevo hogar.

El “gato ladrón” robó el corazón de los vecinos y se convirtió en un ícono de la comunidad

Así fue como Ingrid Moyle, redactora y diseñadora web que había estado siguiendo las aventuras del minino por redes sociales, decidió hacerse cargo de la crianza y adopción del gato, cuyo nombre oficial era Johnny, pero que solo responde cuando le llaman Kylo.

Ahora, al pequeño ladrón pelirrojo no se le permite salir a la calle y está aclimatándose a su vida de gato de interior. De hecho, Moyle afirmó que tiene “una caja muy, muy grande de juguetes de diferentes tamaños y formas” que deposita en la sala de estar del piso de abajo para que Kylo pueda jugar a su antojo. “Por las noches escuchamos el ‘clanc, clunk, clunk’ de las escaleras, se detienen frente a la cama dice ‘miau, mira lo que traje’ y luego se va hasta traer otro juguete”. Ya instalado en su nuevo hogar, el gato pelirrojo sigue entreteniendo a sus fans con las fotos e historias que Moyle comparte en el grupo comunitario y en las redes sociales.