Es noticia
Atentado en el cielo de Lockerbie: la historia del vuelo 103 de Pan Am en el año 1988
  1. Alma, Corazón, Vida
Catástrofes aéreas

Atentado en el cielo de Lockerbie: la historia del vuelo 103 de Pan Am en el año 1988

El pasado martes se cumplieron 33 años de una de las mayores tragedias aéreas de la historia de la aviación en Europa, pero, en esta ocasión, no fue un accidente. Una bomba colocada por agentes libios en un Boeing 747 segó las vidas de 270 personas

Foto: Imagen de los restos de la aeronave tras el atentado. (Wikimedia)
Imagen de los restos de la aeronave tras el atentado. (Wikimedia)

Nuestra historia de hoy comienza en torno a las 7 de la tarde del miércoles, 21 de diciembre de 1988. El vuelo 103 de la mítica aerolínea Pan American World Airways (Pan Am) se prepara para partir del Aeropuerto de Londres-Heathrow, Reino Unido, rumbo al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, Estados Unidos.

Al mando de la aeronave, un Boeing 747-121 de nombre 'Clipper Maid of the Seas', se encuentra el experimentado capitán James B. MacQuarrie, de 55 años y 11.000 horas de vuelo de experiencia, 4.000 de ellas en el 747. Le acompaña el primer oficial y copiloto Raymond R. Wagner, de 52 años y 12.000 horas de vuelo de experiencia, 5.500 de ellas en este modelo de avión. En aquel entonces, además, era preceptiva la presencia de un tercer tripulante técnico, el ingeniero o mecánico de vuelo que, en una época en la que las cabinas aún no estaban informatizadas, se encargaba de controlar el consumo de combustible, controlar la operación de los motores, efectuar cálculos de rendimiento… etc. En ese vuelo, el ingeniero de vuelo es Jerry D. Avritt, de 46 años y 8.000 horas de vuelo de experiencia, 500 de ellas en Boeing 747.

Completan la tripulación trece auxiliares de vuelo. Además, hay 243 pasajeros, por lo que el total de personas a bordo asciende a 259. El vuelo 103 despega sin incidentes desde la pista 27R del aeropuerto londinense con cierto retraso, a las 19:25 horas. Su plan de vuelo le dirigirá primero hacia el norte de Escocia donde, a continuación, hará un giro hacia el oeste, hacia el Océano Atlántico, para poner ya rumbo directo a Estados Unidos. Pocos minutos después del despegue, el jumbo ha completado su maniobra de ascenso y se encuentra ya a un nivel de vuelo 310, es decir, a 31.000 pies. Nadie a bordo puede siquiera imaginar que algo espantoso está a punto de ocurrir.

Foto: Imagen del accidente (Fuente: Bureau of Aircraft Accidents Archives)

A las 20:03 horas, el vuelo 103 ya se encuentra sobre espacio aéreo escocés. En ese momento, Shanwick Oceanic Control le transmite una autorización oceánica instruyéndole para tomar la salida Daventry. Esto va a retrasar un poco los planes del 747, pero se hace necesario el cambio respecto a la asignada en un primer momento debido a factores meteorológicos. El tiempo en ese momento es realmente malo. Vuelan sobre la localidad escocesa de Lockerbie mientras los pilotos contactan con Control de Tráfico Aéreo (ATC).

- Vuelo 103: "Clipper 103 solicita autorización oceánica".
- ATC: "Clipper 103, buenas noches, por favor, sintonice 0357 con ident".
- Vuelo 103: (…)

Pero el vuelo 103 jamás podrá contestar. En ese momento, una enorme explosión en la bodega de carga delantera, en la posición 4L, hace añicos la aeronave que se rompe en varias partes que empiezan a caer sobre Lockerbie como pequeñas bolas de fuego. Todos a bordo fallecen, así como otras once personas que se encontraban en tierra. Los restos del aparato cayeron con fuerza sobre el pueblo destruyendo varias casas y matando instantáneamente a muchos de sus ocupantes.

placeholder El Boeing 747-121 involucrado en el atentado, en marzo de 1987. (Wikimedia)
El Boeing 747-121 involucrado en el atentado, en marzo de 1987. (Wikimedia)

Qué ocurrió

Una ardua y exhaustiva investigación, que duró más de tres años, llevada a cabo conjuntamente por la AAIB, organismo que lleva a cabo las investigaciones de accidentes aéreos en el Reino Unido y la NTSB, su homólogo norteamericano, así como por las policías de Dumfries y Galloway y el FBI norteamericano, concluyó que la causa de la tragedia fue un artefacto explosivo escondido en un radiocasete.

"Los elementos de carga salieron despedidos destrozando el timón de cola"

La deflagración produjo un gran agujero en la estructura del fuselaje y destruyó el suelo de la cabina principal. Los contenedores y elementos de carga salieron despedidos a través del mismo golpeando y destrozando el timón de cola. El avión se partió inmediatamente en dos y el morro golpeó contra el motor número 3 mientras el resto de la aeronave se desintegraba mientras caía casi verticalmente.

Una sección del suelo de la cabina y de la bodega de equipaje cayó sobre una vivienda de Lockerbie destrozándola por completo y matando a sus ocupantes. Por su parte, la estructura del ala golpeó el suelo provocando un incendio masivo.

Una vez analizados los restos del aparato y localizados tanto los restos del radiocasete como del temporizador e incluso de cierta prenda de ropa ubicada en torno a los mismos, los investigadores pudieron concluir que estos elementos habían sido adquiridos por el gobierno libio unos meses atrás. El 13 de noviembre de 1991 se presentaron cargos por asesinato contra Abdel Basset Ali al-Megrahi, oficial de inteligencia libio y jefe de seguridad de Libyan Arab Airlines (LAA), y Lamin Khalifah Fhimah, director de la estación de LAA en el aeropuerto de Luqa (Malta).

Foto: Reducen a un pasajero que intentó abrir la puerta de un avión en pleno vuelo (Pixabay)

Las sanciones de Naciones Unidas contra Libia y las prolongadas negociaciones con su líder, el coronel Muamar el Gadafi consiguieron la entrega de los acusados el 5 de abril de 1999.

El 31 de enero de 2001, Megrahi fue declarado culpable de asesinato por un tribunal de tres jueces escoceses y condenado a 27 años de prisión. Fhimah fue absuelto. El 23 de febrero de 2011, durante las protestas contra el régimen libio, el exministro de Justicia, Mustafa Abdel Jalil, reveló que Muamar el Gadafi fue quien realmente ordenó el atentado terrorista de Lockerbie.

Y a partir de entonces...

Siempre decimos que, aunque suene a tópico, los accidentes aéreos no ocurren en vano, pues su investigación contribuye a aprender de ellos y a tomar medidas para que no vuelvan a ocurrir. En este caso no estamos ante un accidente sino ante un acto plenamente consciente y deliberado. Sin embargo, aún así, fueron muchas las enseñanzas que se sacaron de él. La investigación de esta catástrofe permitió estudiar y comprender cómo se comporta la onda expansiva de la explosión de una bomba en el interior de un avión, pero también contribuyó a llevar a cabo cambios legales así como en las operaciones de las aerolíneas a nivel mundial. El pasajero que llevó la bomba no llegó a subir a bordo del Pan Am. Cuando esto se supo, fueron muchas las miradas que se vertieron sobre la aerolínea norteamericana.

El 23 de junio de 1985, otro Boeing 747, en esta ocasión de Air India, sufrió un atentado muy similar al del vuelo 103 de Pan Am. Procedente de Montreal y con rumbo a Bombay, el vuelo 182 de esta aerolínea explotó sobre el espacio aéreo de Irlanda a una altitud de 30.000 pies y cayó al Océano Atlántico matando a 329 personas al explosionar una bomba situada en el compartimiento de carga. Como vemos, las similitudes con el atentado de Pan Am son espeluznantes.

Foto:

A raíz de esta tragedia, se hizo obligatorio que no hubiera ninguna maleta a bordo del avión si no había subido también a él su propietario. Sin embargo, en aquel momento no era algo que muchas aerolíneas se tomaran demasiado en serio. Tuvo que ocurrir la tragedia de Lockerbie para que las autoridades pasaran a exigir a todas las compañías aéreas que sus aviones se quedaran en tierra hasta que pudieran sacar del avión cualquier equipaje que no correspondiera a un pasajero en concreto.

Si Pan Am hubiera hecho esta comprobación, la maleta nunca habría viajado a bordo del vuelo 103. Esto provocó que la aerolínea fuera condenada por negligencia en un procedimiento civil posterior y obligada a indemnizar económicamente a los familiares de las víctimas. Tras el accidente y la resolución judicial, Pan Am se declaró en quiebra y cesó operaciones.

*Pedro Carvalho es divulgador aeronáutico, jurista y piloto privado. Es autor del libro “Algo espantoso está a punto de ocurrir” (LGE libros), una obra donde se analizan 25 grandes accidentes e incidentes aéreos a lo largo de la historia. Cada miércoles analiza uno diferente en su cuenta de Twitter @PatoAviador.

Nuestra historia de hoy comienza en torno a las 7 de la tarde del miércoles, 21 de diciembre de 1988. El vuelo 103 de la mítica aerolínea Pan American World Airways (Pan Am) se prepara para partir del Aeropuerto de Londres-Heathrow, Reino Unido, rumbo al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, Estados Unidos.

Historia
El redactor recomienda