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Objetos malditos rodeados de tragedia que siguen aterrorizando al mundo
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No querrás uno...

Objetos malditos rodeados de tragedia que siguen aterrorizando al mundo

Alrededor del mundo existen objetos de todo tipo que, su presencia en el momento de que una tragedia haya tenido lugar, les ha señalado para siempre como portadores del mal

Foto: Fuente: Wikipedia
Fuente: Wikipedia

¿Has sentido alguna vez que un objeto te observaba, que aquella muñeca que guarda tu familia sobre el armario controla vuestros movimientos? De la misma forma que guardamos amuletos de todo tipo para sentirnos seguros, protegidos, para que la suerte nos acompañe, otros tienen adjudicado el sentido contrario: los objetos malditos trazan una línea a lo largo de la historia en la que se definen también los talismanes.

Los ha habido y los hay de todo tipo, más o menos populares, en realidad parece es aquello que envuelve al objeto y no tanto este el que lo hace especial, en el buen y en el peor sentido. Seguro que guardas algún pequeño juguete de tu infancia, una carta, una piedra, un bolígrafo con el que siempre te examinas… y tal vez alguna que otra muñeca que mira fijamente. Más allá del cliché, existen relatos sociales auténticos sobre artefactos malditos que han dañado a quien los ha poseído. Estos son algunos de ellos:

Un cuadro a base de sangre

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Fuente: Wikipedia

Un cuadro suele ser mucho más que un cuadro. Si el título de 'El hombre angustiado' no te dice nada, esta historia tiene que ver con una pintura de autoría y fecha desconocida de la que se dice que está pintada con sangre mezclada con pintura al óleo. Según cuenta la leyenda, habría sido el propio autor quien habría realizado algo así para después suicidarse.

Para conocer algo más de lo poco que se conoce acerca de este hecho hay que situarse en el norte de Inglaterra hace más de 30 años, cuando la abuela del actual propietario, Sean Robinson, adquirió la obra como regalo de un amigo. La mujer, sin embargo, no tardó en notar que algo iba mal con aquel retrato... Al final, se deshizo de ella, pero el asunto continuó entre la familia, ya que fue su nieto a quien se la dio.

Según aseguran estos, por la noche este cuadro emite gemidos, gritos y rasga la tela del retrato. El propio Robinson ha publicado vídeos a YouTube para demostrarlo. Cierto o no, seguro que no querrías tener uno.

La tortura de un diamante

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Fuente: Wikipedia

Una joya valorada en 250 millones de dólares se encuentra entre los más siniestros de la lista. Conocida como 'Diamante Hope', 'Diamante Azul', 'Piedra maldita y Diamante de la esperanza', se trata de un diamante de color azul, con un peso estimado en 45.52 quilates que, pese a su belleza brillante, quienes lo han poseído o custodiado se han enfrentado a la tortura, la decapitación, el suicidio y la vergüenza. Las historias detrás de esta pieza de alta joyería han provocado que tras ella corra un eco que asegura su precio es, en realidad, la vida.

Formó parte de la colección de joyas de la propia Maria Antonieta de Austria, cuyo trágico asesinato en la guillotina forma parte del rumor de la maldición del diamante. En concreto, esta superstición tiene su origen en la condición de la pieza, robada del templo en honor a la diosa Sītā. Las primeras manos a las que fue a parar después fueron las de Jean-Baptiste Tavernier, y a este le siguieron un sinfín de personalidades: Luis XIV de Francia, Madame de Montespan, el duque de Brunswick, Jorge IV de Inglaterra... Todos acabaron en quiebra o, directamente, muertos de las peores formas posibles.

El 10 de noviembre de 1958 fue finalmente' donado al Museo Nacional de Historia Natural' de la Institución Smithsoniana por el joyero estadounidense Harry Winston. A partir de entonces, forma parte de la colección nacional de gemas de dicho museo.

Bolas de la mala suerte

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Durante unos trabajos arqueológicos llevados a cabo en la frontera sirio-israelí en 1989. Unas bolas aparecieron junto a lo que parecían ser los restos de una ballista.

Décadas después, en 2015, varias bolas de roca que coincidían con las encontradas en las excavaciones de 1989 aparecieron en el patio de un museo en Israel con una nota. Supuestamente escrita por un ladrón que las habría robado en 1995, decía que aquellos eran objetos malditos que daban mala suerte a quien los poseyera.

Según la leyenda en torno a esta persona, tras el robo perdió su trabajo, a su familia y se vio obligado a deshacerse de muchas otras posesiones para saldar deudas y evitar la quiebra hasta que se dio cuenta del origen de sus problemas.

La maldición de Pompeya

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Destruida por la erupción del Vesubio en el 79 d.C., Pompeya estaba ubicada al sur de Nápoles, un lugar idílico para los más pudientes que se convirtió en su retiro de verano. Sin embargo, tras la sepultura en ceniza que dejó el 24 de agosto del 79 d.C., todo quedo allí, intacto al paso del tiempo.

De aquellos restos no se supo más hasta XVIII, cuando el español Roque Joaquín de Alcubierre llevó a cabo las primeras obras arqueológicas. Los trabajos de excavación se mantuvieron constantes y para el siglo siguiente, la ciudad se abrió al público.

Desde entonces, una supuesta maldición ha vuelto a empolvar las ruinas de la ciudad: unos 100 paquetes al año de piezas presuntamente robadas del yacimiento llegan cada año a las autoridades. La mayoría van acompañadas de cartas que hablan de la mala suerte que traen.

Niños malditos

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Fuente: Wikipedia

Los niños en pintura resultan a veces, como las muñecas, más siniestros que tiernos. En Europa, los retratos de niños que forman parte de una serie de pinturas futuristas están relacionados con desastres y tragedias allá por donde han pasado.

Su autor, Bruno Amadio, un artista italiano nacido en Venecia en 1911, luchó en la Segunda Guerra Mundial y fue aquella dura experiencia la que le inspiró a dar un giro en su obra hacia la infancia tras ver a miles de niños sufriendo durante el conflicto.

Pintó durante décadas rostros de pequeños con mirada profunda, pero hasta 1980 su nombre no circuló por museos y otros lugares. Una serie de desastres sin explicación aparente sucedieron alrededor de Europa, justo allí donde había un cuadro suyo.

La primera sucedió en 1985 en Reino Unido. Según publicó el periódico 'The Sun' el 4 de septiembre de 1985, varios incendios destrozaron lugares donde se llevaron a cabo pinturas de la serie. Más tarde, un bombero de la localidad de Yorkshire afirmó que dentro de aquellas casas calcinadas, el retrato del niño llorando siempre se encontraba intacto.

El vestido de boda de Anne Baker

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Fuente: 'Weir Farm: National Historical Park Connecticut'

Anne Baker fue una joven de la alta sociedad estadounidense del siglo XIX. Era hija de un comerciante de hierro que había hecho fortuna así que la familia Baker presumía de estatus. Sin embargo, Anne se enamoró de un chico cuya familia estaba lejos de aquellos círculos de poder industrial, y antes de que ambos pudieran casarse, los padres de ella interfirieron en la relación.

De manera que nunca pudo ponerse el vestido de novia, pero su desde su muerte, separada a la fuerza de la persona a la que amaba, hay quienes aseguran haber visto aquel vestido moverse, aunque permanece en una caja sellada.

¿Has sentido alguna vez que un objeto te observaba, que aquella muñeca que guarda tu familia sobre el armario controla vuestros movimientos? De la misma forma que guardamos amuletos de todo tipo para sentirnos seguros, protegidos, para que la suerte nos acompañe, otros tienen adjudicado el sentido contrario: los objetos malditos trazan una línea a lo largo de la historia en la que se definen también los talismanes.

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