Los hábitos que siguió una mujer para adelgazar 60 kilos

Hace varios años, Sabrina Osland llevó a su hijo a un crucero por Alaska. Los dos estaban entusiasmados con una de las excursiones en las que un helicóptero les llevaría a un glaciar. Sin embargo, Sabrina mostró su sorpresa al ver que le cobraban un suplemento por el viaje porque tenía sobrepeso.

"Si superabas un determinado peso, tenías que pagar un suplemento porque, al parecer, le quitabas [un asiento] a otra persona", ha contado a TODAY Osland, que tiene 41 años y es consultora de ventas de empresas en Chanhassen, Minnesota (Estados Unidos). "Fue una de las cosas más devastadoras [que me han pasado]".

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El Confidencial

A lo largo de la edad adulta el peso de Osland fluctuó, pero después de casarse hace siete años, engordó de nuevo, llegando a pesar 120 kilos. Esto se debió a los platos de comida poco saludable que solía tomar con frecuencia. "No siempre me centré en el ejercicio ni me puse en primer lugar", recuerda Osland.

Cambios en su dieta

Al regreso del crucero, decidió perder peso y practicar deporte treinta minutos al día. Para asegurarse de que se movía, programó recordatorios en su teléfono y anotó una lista de obligaciones que hacer a diario. A medida que su resistencia al andar mejoraba, caminaba una hora o dos al día.

Posteriormente, comenzó a entrenar la fuerza. Sin embargo, el inicio de la pandemia del coronavirus provocó que Sabrina empezara a ejercitarse en su casa en lugar del gimnasio. "Todas las excusas que tenía antes, cuando mi agenda no me lo permitía, desaparecieron. Me dije: 'No tengo excusas'".

"No se trata sólo del aspecto físico, sino del impacto que tiene en todo"

"Realmente se trataba de dar esos pequeños pasos". Además de abandonar todo tipo de sedentarismo, cambió las patatas fritas de la merienda por verduras frescas para los tentempiés. "No cuesta más trabajo que [preparar] una pizza". "Solo es cambiar [mi dieta] por proteínas y verduras y tratar de eliminar la mayor cantidad de carbohidratos".

El fin del aislamiento

Cuando se levantaron las restricciones del covid-19, se apuntó al gimnasio local Life Time. Añadió el entrenamiento de fuerza a sus ejercicios de cardio. Empezó a juntarse con un grupo llamado Alpha Strong, que le ayuda a reforzar su régimen de entrenamiento de fuerza y le añade responsabilidad.

En poco más de un año, Osland ha adelgazado 60 kilos y disfruta de más actividades. "Llevar un estilo de vida saludable supone muchas más cosas", asegura. "No se trata sólo del aspecto físico, sino del impacto que tiene en todo el conjunto". Actualmente, Sabrina está inmersa en la etapa de mantenimiento, que puede ser dura.

"He luchado con mi peso desde que era joven, así que romper esos malos hábitos que aprendí, como estar en el club del plato limpio... es un viaje de por vida", apunta. "Tengo que recordármelo continuamente día tras día". Cabe destacar que ejercitarse y comer alimentos nutritivos no solo permite adelgazar, sino que es posible mejorar la salud.