Una llamada errónea que derivó en una amistad de 20 años (y por fin han podido quedar)

Gladys Hankerson y Mike Moffitt mantienen una amistad desde hace dos décadas como consecuencia de una equivocación. Sin embargo, no han podido verse en persona hasta ahora. Ella ha cumplido ya 80 años y vive en Florida, al sur de EE.UU., mientras que Mike, de 46, reside en Rhode Island (Nueva York), en la misma costa del país, pero mucho más al norte.

La comunicación entre ambos dio comienzo en 2001, momento en que uno de los hijos de Gladys murió víctima del cáncer. Al tratar de ponerse en contacto con su hermana, que vive en Maryland, la mujer llamó accidentalmente a Moffitt. La octogenaria se equivocó y marcó el código 401 de Rhode Island, tal y como ha explicado el hombre a Patch.

Lejos de ser un fallo accidental, este comportamiento se ha repetido. "Utilizaba los dígitos del área que no era y me seguía llamando", ha contado Mike. "Colgaba rápidamente, pero era muy educada". Finalmente, tras varios errores, preguntó a la de Florida su nombre. "Si vamos a seguir hablando, será mejor que nos conozcamos", le sugirió.

La relación empieza a estrecharse

Desde ese momento, ambos empezaron a conocerse y a llamarse de manera intencionada. "Hablábamos de temas sin importancia, como el tiempo. Y ella comenzó a contarme cosas de sus hijos y hermanas", recuerda el hombre. En los primeros años, Moffitt tenía guardado el contacto de Gladys bajo el nombre de 'Florida Lady' ('La mujer de Florida').

Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más significativo que una pequeña charla. Hace unos años, cuando hubo una muerte en la familia de Gladys, su hijo se puso en contacto con Mike. "Me llamó desde su mismo número y me dijo: 'Mamá quiere que sepas que esta persona ha fallecido'".

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El Confidencial

"En ese momento me di cuenta de lo importantes que eran para ella estas llamadas. Sabía que era algo más que una conversación”. Por su parte, la anciana Hankerson asegura que no le sorprende la relación que mantienen, a pesar de la diferencia de edad y la geografía que los separa. "Siempre soy una persona muy amable con los demás", afirma la octogenaria. "Yo le hablo bien y él [Mike] hace lo mismo. Somos amigos".

En estas dos décadas, Moffitt ha viajado ocasionalmente a Florida con su mujer e hijos. Sin embargo, llevaba un tiempo queriendo parar en Delray Beach para visitar a Hankerson. Finalmente, el Día de Acción de Gracias, celebrado el jueves 25 de noviembre, ha tenido lugar la reunión entre los dos. "No pude hacerlo con mi familia [al completo], ya que somos cinco", ha contado Mike.