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¿Cómo es el abrazo perfecto? Las conclusiones del mayor estudio sobre el tema
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¿Cómo es el abrazo perfecto? Las conclusiones del mayor estudio sobre el tema

Aunque es un gesto de afecto que realizamos todos de vez en cuando y es parecido entre sí, hay distintos tipos que interpelan sensaciones diferentes. Así lo demuestra una curiosa investigación

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Puede que ya no nos acordemos demasiado o al menos no tanto como nos gustaría, pero hubo un tiempo no muy lejano en el que todo el mundo añoraba una sola cosa por encima de todas: dar abrazos. Este particular gesto de cariño entre amigos, familiares, parejas o compañeros fue uno de los que más echamos de menos cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas.

¿Quién inventó esta particular expresión de afecto? ¿Por qué los seres humanos cuando nos queremos recíprocamente o nos echamos de menos instintivamente sentimos la necesidad de pegar nuestros cuerpos durante unos breves segundos? Sabemos bien que no hace falta querer mucho a alguien para estrujarle entre nuestros brazos. Aun así, ¿hay abrazos que significan más que otros? ¿Cuánto tiempo deben durar para que la otra persona sienta de verdad todo el cariño que le queremos transmitir?

"Los abrazos más largos son más agradables que los demasiado cortos, y los entrecruzados son más comunes que los de cuello o de cintura"

Un nuevo estudio, publicado en la revista 'Acta Psychologica' ha resuelto que el abrazo perfecto, definido por la obtención mutua del máximo placer, dura en torno a cinco o más segundos. Y, en cuanto a la fuerza que hay que hacer, eso obviamente depende de la intensidad del momento. Los hay de varios tipos: a veces los damos de manera indirecta o de manera inconclusa, cuando pasamos un brazo por los hombros de la otra persona aun estando de lado. También están aquellos más propicios en el mundo de las parejas, que son aquellos que se dan agarrando de la cintura o del cuello. Estos sin duda son los más pasionales; nada que ver con los llamados coloquialmente "no-homo", aquellos que se dan sin darse realmente, es decir, sin llegar a pegar cuerpo con cuerpo, como un 'coitus interruptus' pero hecho abrazo.

El abrazo ideal

Los investigadores realizaron una encuesta a 47 personas a las que preguntaron cuáles son los abrazos que más preferían en cuanto a duración y forma, ganando por goleada aquellos que duraban más de cinco segundos. En cuanto a la forma, a los sujetos les dio igual que fueran entrecruzados o por el cuello o la cintura. Ambos reportaron los mismos niveles de placer.

Foto: Abrazo entre dos enamorados. Foto: Pixabay

¿Cómo te sentirías después de un abrazo que dura más de diez segundos? Aquellos que sienten cierto rechazo al contacto físico intenso probablemente se sentirían incómodos. Sin embargo, solo un sujeto en el estudio pidió que cesara la muestra de afecto pasados los diez segundos, dando por hecho que la mayoría de los participantes sopesaron que cuanto más tiempo mejor, sobre todo si venía de una persona a la que querían mucho.

Algunos estudios sostienen que, de media, los abrazos que nos solemos dar duran en torno a los tres segundos, teniendo en cuenta que diez puede parecer excesivo. En general, los investigadores concluyeron que el abrazo óptimo dura un poco más de cinco segundos pero menos de diez, ya que eso acaba resultando "más familiar" para los implicados.

Ni muy cortos ni muy largos

"Nuestros hallazgos sugieren que los abrazos más largos son más agradables que los muy cortos, y los entrecruzados son más comunes que los de cuello o de cintura", sentenciaron los investigadores. Curiosamente, el estudio no se pudo concluir, ya que la pandemia y las restricciones a la actividad social interrumpió el experimento. Lo que sí que percibieron los psicólogos es que cuando seleccionaron a 206 personas de un campus universitario para darse un abrazo espontáneo, hubo bastantes diferencias entre el género masculino y el femenino. El 82% de los hombres se decantaron por los abrazos prototípicos o entrecruzados, mientras que la contraparte femenina se decantó más por el de cuello o cintura, independientemente del género de la persona a la que estrujaron.

Una de las hipótesis que se barajan al respecto afirma que cuando los hombres se abrazan lo hacen más por una muestra de igualdad entre ellos que de verdadero cariño o auténtica pasión. Aun así, todavía queda mucho que esclarecer sobre la naturaleza social de los abrazos y sus significados culturales. "Quedan muchas preguntas por responder sobre cómo se abrazan los humanos y qué mensajes quieren transmitir con ellos", concluyeron los investigadores. "La ciencia que hay detrás de los abrazos todavía está muy poco estudiada".

Puede que ya no nos acordemos demasiado o al menos no tanto como nos gustaría, pero hubo un tiempo no muy lejano en el que todo el mundo añoraba una sola cosa por encima de todas: dar abrazos. Este particular gesto de cariño entre amigos, familiares, parejas o compañeros fue uno de los que más echamos de menos cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas.

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