Estos son los malos hábitos por los que no estás consiguiendo adelgazar

Médicos y expertos en nutrición aconsejan a las personas que desean adelgazar y perder peso seguir una dieta saludable y ejercitarse de forma habitual. Sin embargo, hay una serie de hábitos que 'ponen piedras en el camino' para que sea posible deshacerse de esos kilos de más. Con la ayuda de unos expertos, ha sido posible identificar qué costumbres se interponen a la hora de gozar de una buena salud.

"Lo que noto en el 90% de mis clientes [que no pueden perder peso] es que no incluyen proteínas en el desayuno", ha contado a Eat This, Not That Anthony Coffey, propietario y entrenador jefe de Bloom Training. "Llevar una dieta más rica en proteínas, sobre todo si se empieza el día con un nivel alto, no solo conduce a un mayor efecto térmico [quemar más calorías a lo largo del día], sino a una mejor conservación de la masa corporal, que protege aún más el metabolismo, y ayuda a tener un aspecto más tonificado y definido".

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Asimismo, el experto considera que "[incluir alimentos ricos en proteínas en el desayuno] también disminuye los antojos, la alteración del estado de ánimo, la irritabilidad, el estrés y los niveles de fatiga durante todo el día, que son los elementos que conducen al aumento de peso o a la dificultad para perderlo".

Evita esperar a tener hambre

Un segundo factor que contribuye a que no se pierda peso aunque la persona siga una dieta saludable y se ejercite tiene que ver con los productos consumidos. "La alimentación restrictiva está repleta de minas terrestres, ya que [los sentimientos de] escasez, también conocidos como túnel cognitivo, suelen producir un entorno mental poco saludable que aumenta la probabilidad de comer emocionalmente y por atracones", dice Geoff Girvitz, director de Bang Fitness, con sede en Toronto.

El especialista considera que "practicar la gratitud [...] es una estrategia que contrarresta específicamente el sentimiento de escasez. Hay que ser agradecido e incluir la alimentación necesaria para que la reducción intencionada de la ingesta de productos resulte menos opresiva".

"La peor cosa que hacen las personas que están luchando por perder peso cada día es esperar a comer hasta que están hambrientos", dice Katelyn Barrons, NASM, CPT, un Ace Health Coach. De este modo, es tan poco recomendable ingerir demasiada comida como la deficiencia de la misma. "Las personas que están tratando de perder peso a menudo piensan que si se saltan una comida o pueden retrasar la hora de la misma consumirán menos calorías", considera Barrons.

Cenar demasiado tarde puede perjudicar al deseo de adelgazar y perder peso

"Esto suele ser contraproducente porque inevitablemente la gente tiene tanta hambre que come en exceso o no se siente motivada para tomar una decisión saludable. Tener horarios de comida estructurados y alimentos preparados con antelación puede ayudar a garantizar que las señales de hambre se mantengan bajo control y que la gente pueda elegir comidas equilibradas y saludables".

Incluye perduras y proteínas

Asimismo, cenar demasiado tarde puede perjudicar al deseo de adelgazar y perder peso. "Enseño el hábito de hacer una comida más completa para el almuerzo, incluyendo golosinas, y tomar la sopa o la ensalada que habrías estado comiendo para el almuerzo y comerla para la cena en su lugar", dice Carly Banks, de The Habit Ayurveda. "He visto a clientes perder más de 15 kilos simplemente por cambiar sus horarios de comida, mientras toman exactamente la misma dieta. Este cambio también mejora la calidad del sueño y disminuye la somnolencia matutina."

"He visto a clientes perder más de 15 kilos al cambiar sus horarios de comida"

No es ninguna sorpresa, pero vale la pena recordar que el alcohol es uno de los mayores enemigos de la pérdida de peso. "Una sola copa de vino tiene entre 120 y 125 calorías, un refresco de vodka algo más de 100 y una margarita cercana a los 50 centilitros puede suponer más de 1.000, y eso solo si se bebe una", dice Hilary Sheinbaum, autora de 'The Dry Challenge: How to Lose the Booze for Dry January, Sober October, and Any Other Alcohol-Free Month'.

"Estas bebidas ricas en calorías también tienen poco o ningún valor nutricional, y es más probable que te apetezca comida grasienta y poco saludable que optar por una llena de proteínas y verduras cuando estás achispado", aconseja Hilary Sheinbaum.

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Al igual que el alcohol, toda dieta saludable requiere el descenso del consumo de refrescos. Se tratan de unas bebidas que "tienen un alto contenido de azúcar, y se ha demostrado que las dietas que las incluyen tienen el potencial de disminuir la diversidad microbiana en el intestino después de una semana", dice la doctora Jinan Banna. "Esa pérdida de diversidad microbiana en la microbiota intestinal ha demostrado estar asociada con la mayoría de las enfermedades humanas que afectan a los países occidentalizados, incluyendo la obesidad".

"Lo peor que estás haciendo para tus objetivos de salud y pérdida de peso es poner excusas", asegura Emily Tills, dietista y entrenadora de nutrición. La experta considera que las personas están en el "derecho de decir: 'haré ejercicio mañana y seguiré alejándome de mis objetivos porque no tengo nada de lo que responsabilizarme'. Cada vez que te fijas un objetivo y no lo cumples, te estás condicionando a aceptar que nunca vas a cambiar y que las cosas nunca van a cambiar".