El método para concentrarte mucho más y desarrollar una mentalidad de éxito

La concentración es una capacidad mental muy valiosa que escasea en estos tiempos de sobreabundancia de información, estrés laboral y conexión digital continua. Más aún después de una pandemia cuya enfermedad ha provocado efectos secundarios como niebla mental. Si sientes que cada vez te resulta más difícil prestar atención hasta en las tareas más cotidianas, tal vez deberías revisar por qué sucede y qué podrías hacer para salir de tu letargo cerebral.

¿Alguna vez te has preguntado cuántos pensamientos puede llegar a tener una persona cada día? Uno de los estudios más curiosos e interesantes del año pasado fue el publicado en 'Nature Communications' en el que se cifró que más o menos las personas tienen alrededor de 6.000 pensamientos al día. Teniendo en cuenta que el día tiene 24 horas, de las cuales pasamos despiertos entre 18 y 16 horas, podríamos resolver que por nuestra cabeza pasan entre 350 y 400 razonamientos internos, imágenes, recuerdos o deseos por hora.

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Toda esa información debe filtrarse de alguna forma. Las pantallas que llevamos con nosotros, además, nos inducen a pensar en asuntos que no teníamos en mente, lo que añade más elementos de información a la lista. Ante toda esta avalancha de datos y de pensamientos, lo mejor que podemos hacer es ejercitar a nuestro cerebro para que sepa distinguir el grano de la paja y se centre en lo que de verdad nos parece importante. ¿Cómo? Al igual que los músculos físicos, la mente se puede ejercitar para que rinda mejor; no en vano hace unos años se pusieron muy de moda ciertos 'braingames' en las videoconsolas de la época.

Una atención paradójica

En realidad, es algo paradójico: parece que ejercitamos nuestra atención más que nunca, ya que estamos pendientes casi siempre de varias cosas a la vez; por un lado, las tareas de nuestra vida diaria y por el otro gestionar nuestras relaciones. Al poder comunicarnos de manera telemática con nuestros compañeros y seres queridos, la conectividad perpetua nos exige mantenernos siempre alerta, y eso a su vez provoca que cada vez nos vayamos menos a los detalles, desechando información que no necesitamos o que no es útil. De ahí la facilidad con la que devoramos 'feeds' de redes sociales y, por contra, lo mucho que nos cuesta desplegar toda nuestra imaginación para dar una vida mental a los personajes de una novela.

"Si sufrimos ansiedad, es fácil que empecemos a rumiar los mismos pensamientos una y otra vez o a ser demasiado catastrofistas"

Esto es más o menos lo que corrobora el doctor Amishi Jha, profesor de neurociencia cognitiva y conductual de la Universidad de Miami y experto en la llamada 'ciencia de la atención'. En un libro titulado 'Peak Mind: Find Your Focus, Own Your Attention, Invest 12 Minutes a Day', ha desarrollado un programa de cuatro semanas de duración basado en sus investigaciones para mejorar la concentración diaria y saber dirigirla a todos tus proyectos e ideas. A través de ejercicios que han sido probados por personas que deben estar todo el tiempo alerta, como soldados, atletas de élite o médicos de emergencia, el profesor está convencido de que su método funciona para mejorar nuestra función cognitiva.

"El estrés es uno de los mayores obstáculos para concentrarnos al cien por cien", observa Jha, en una entrevista para 'The Guardian'. "Si sufrimos ansiedad, es fácil que empecemos a rumiar los mismos pensamientos una y otra vez o a ser catastrofistas. Así, nos quedamos atrapados en 'bucles de fatalidad' que impactan en nuestra 'memoria de trabajo'", es decir, "la cantidad de información que puede retener y utilizar nuestra mente para llevar a cabo una tarea".

Esa pizarra que nunca para

"La 'memoria de trabajo' es como una pizarra mental con palabras escritas que poco a poco desaparecen", prosigue el experto en el diario británico. "Si tenemos ese encerado repleto de pensamientos, enunciados, sentimientos e imágenes relacionadas con lo que nos estresa, no hay lugar para nueva información. Es posible que comencemos a quedarnos en blanco, a despegarnos de los demás o a criticarles, para luego sentirnos culpables por ello, lo que dificulta la concentración aún más".

¿Cuáles son ese conjunto de actividades cotidianas sencillas para fortalecer la memoria? Jha anima a sacar unos diez minutos al día para sentarse erguido, cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración, un ejercicio muy típico en las sesiones de terapia para eliminar el estrés. Como decíamos, si tienes la mente atiborrada de pensamientos negativos, va a ser muy difícil que te concentres en cualquier otra cosa que demande un poco más de atención. Luego, "intenta vislumbrar como uno a uno todos los pensamientos y sensaciones se alejan", advierte, a lo que añade que deberíamos imaginar una 'linterna' o, incluso tenerla con nosotros, cuya luz pasa sobre nosotros y luego desaparece, proyectando en ella todos esos pensamientos que nos producen intranquilidad.

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Este ejercicio le deberemos poner en práctica durante una semana. Una vez concluidos los siete días, el experto recomienda realizar una tarea de 'escaneo corporal' con esa misma linterna para que "cuando la mente divague, podamos devolver la atención al área del cuerpo en la que estábamos antes de empezar a dispersarnos". Lo que quiere decir es que antes de volver a las musarañas, usar nuestro cuerpo y determinadas sensaciones físicas como por ejemplo un pellizco o una ligera caricia, para salir de ese bucle de información continuo que nos invade la mente.