La increíble historia de la ladrona gallega de bicicletas invisibles
La amistad entre dos gallegos que nació "por la idiotez de que un idiota pegara un cartel y la idiotez de contestarle al idiota original"
Iago Prada es un gallego que trabaja como técnico audiovisual. Como él mismo publica en su web, "he dirigido documentales, publicidad y teatro. He escrito guiones, libros y fanzines. He grabado y fotografiado en tierra, mar y aire casi todo lo que se puede grabar". Pero, además de todo eso, tiene una imaginación que trasciende más allá de la normalidad.
El mejor ejemplo de esa afirmación es una historia que comenzó en A Coruña hace aproximadamente una década. Entonces, Iago decidió imprimir un centenar de carteles y pegarlos por diferentes zonas de su ciudad. En esos panfletos se podía leer este mensaje: "Desaparecida bicicleta invisible. Si la ven, por favor, envíen un correo electrónico". Y tras dar una dirección de email, se garantizaba una recompensa.
Hace unos diez años (!!) imprimí 100 copias de este cartel que pegué por Coruña y fue una de las mejores cosas que hice en mi vida. pic.twitter.com/Ly9dCXvIOg
— Iago Prada (@iagoprada) November 2, 2021
Al ser una bicicleta invisible, lógicamente, la foto del cartel no existía. La mayoría de las personas que lo vieron lo ignoraron, pero Iago comenzó a recibir algunos mensajes en la cuenta de correo que habilitó para esta historia: algunas personas le enviaban fotos anunciando la aparición de su bicicleta invisible en diferentes puntos de A Coruña.
La ladrona de bicis
La historia se hubiera quedado ahí de no ser por un mensaje más. El que recibió de alguien que se hacía llamar Ladrona de bicis y que aseguraba que su bicicleta no estaba desaparecida, sino que la había robado ella misma. Iago decidió publicar varias capturas del mensaje que recibió y que no tiene desperdicio por el alarde de imaginación de esta ladrona de bicis gallega.
El correo empezaba bien, pero es que luego mejoraba hasta el infinito. Por no copiar y pegar, hago capturas: pic.twitter.com/0FhVBjkhHq
— Iago Prada (@iagoprada) November 2, 2021
La supuesta ladrona explicaba que era una consumada ladrona de objetos invisibles y que entre sus mejores clientes figuraban todo tipo de personas, incluso jeques árabes. Iago no se podía creer que alguien pudiera superarle en imaginación y reconoce que contestar a ese mensaje fue todo un reto, pero lo consiguió. En aquel momento estaba comenzando una bonita amistad.
En un hilo en Twitter, el protagonista explica que durante dos años siguieron intercambiando mensajes hasta que un día, un amigo escuchó una historia sobre una bicicleta invisible y llegó a la conclusión de que eso solo podía habérselo inventado su amigo Iago. Así que le preguntó y, cuando éste lo reconoció, le puso en contacto con la ladrona de bicicletas, con la que decidió quedar rápidamente para "negociar" la devolución de la bicicleta invisible.
Añado esta foto que me manda la protagonista de la historia, Ladroa de bicis, porque dice literalmente que "Vamos súper conscientes y vamo súper bien". Y porque hay que darle a las amistades bonitas la visibilidad que mi bici no tiene.
— Iago Prada (@iagoprada) November 2, 2021
Bicos mil por compartir tanto cariño 🖤 pic.twitter.com/a11fLiFywO
Iago termina esta bonita historia con la foto de ambos y este contexto: "¿Que por qué os cuento hoy esto? Porque hace hoy ocho años (!!) que nos tomamos esa primera cerveza y, a día de hoy, se ha convertido en una de mis mejores y más combativas amigas (…) Y todo por la idiotez de que un idiota pegara un cartel y la idiotez de contestarle al idiota original (…) Así que a hacer idioteces, que la amistad entre idiotas es la mejor".
Iago Prada es un gallego que trabaja como técnico audiovisual. Como él mismo publica en su web, "he dirigido documentales, publicidad y teatro. He escrito guiones, libros y fanzines. He grabado y fotografiado en tierra, mar y aire casi todo lo que se puede grabar". Pero, además de todo eso, tiene una imaginación que trasciende más allá de la normalidad.