Cuatro 'atajos' para perder peso rápido pero de forma saludable

Tener un peso estable y saludable se ha convertido en una de las principales necesidades del ser humano, ya que cada vez tenemos más claro que el sobrepeso y la obesidad son factores que desencadenan graves problemas de salud, como es el caso de las patologías cardíacas.

El sedentarismo y la mala alimentación son las dos causas principales por las que nuestro peso aumenta por encima de los niveles recomendados. Aunque también está demostrado que el estrés, la ansiedad y los hábitos dañinos, como el consumo de alcohol o fumar influyen a la hora perder esos kilos de más.

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Asimismo, cuando alguien quiere perder peso, por lo general, quiere hacerlo de una manera lo más rápida posible. De hecho, hay estudios que avalan que una pérdida de peso relativamente rápida ayuda a que ese objetivo se cumpla con éxito. Esto choca con la recomendación habitual de los especialistas que aseguran que para adelgazar adecuadamente requiere de un proceso lento y constante.

Bajar peso rápidamente es muy motivador

Sin embargo, parece probado que bajar unos kilos rápidamente y ver el resultado reflejado en la báscula en unos pocos días, en vez de esperar eternas semanas, es algo muy motivador. Tanto es así que esta bajada de peso instantánea nos puede ayudar a ir avanzando y mejorando nuestra dieta y los ejercicios físicos que hayamos adoptado.

Bajar unos kilos rápidamente y ver el resultado reflejado en la báscula es muy motivador

“Cuando se trata de una pérdida de peso rápida, la clave es optar por estrategias basadas en la evidencia y, en última instancia, sostenibles, de modo que se pueda mantener incluso la pérdida de peso rápidamente,” según afirma Susie Burrell, nutricionista y dietista.

Por lo tanto, si quieres deshacerte de esos molestos kilos que te sobran lo antes posible, estos son los 'atajos' más fáciles y científicamente sólidos para lograrlo.

Encontrar un objetivo: para lograr una caída significativa de peso se necesitan, al menos, entre cinco y siete días de alimentación relativamente estricta que no se deben saltar ni los fines de semana si se quiere conseguir el resultado deseado. De este modo, cuando se hayan perdido los 2-3 kilos iniciales, se estará bien encaminado para alcanzar de forma real sus objetivos de pérdida de peso.

Limitar las horas de comer: el cuerpo humano está programado para pasar varias horas sin comer con el fin de apoyar la digestión, el metabolismo, la salud intestinal y la regulación hormonal, aunque la vida moderna nos hace comer cierto tipo de snacks o aperitivos de una forma constante. Por eso hay que limitar la cantidad de veces que comemos cada día para ayudar de forma natural a que el cuerpo nos pida cuando necesita alimentarse.

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Por tanto, comprometerse a no comer durante un periodo de, al menos, 12 horas (aunque puede prolongarse hasta las 16 horas) al día es una forma de asegurarnos que se consume energía en un tramo de 8 a 10 horas y, por tanto, es una manera fácil de perder kilos sin una restricción energética severa.

Duplicar la ingesta de verduras: tomar verduras ayuda a bajar de peso, eso lo sabemos todos, pero duplicar su ingesta diaria e incluir ensaladas y verduras extra en cada comida ayudará a reducir multiplica el efecto. Todo lo que hay que hacer es asegurarnos de que la mitad de nuestro plato esté lleno de ensalada y/o verduras, reduciendo así las porciones de proteínas y carbohidratos que ingerimos de forma habitual.

Asegúrate de que la mitad de tu plato esté lleno de verduras y reduce las porciones de proteínas

Evitar comer entre horas: disfrutar de tres comidas sanas y abundantes al día es lo ideal para mantener una dieta equilibrada. De este modo, evitaremos picar entre horas y estaremos saciados durante unas cuatro horas entre comida y comida. En caso de que esto no sea posible, es recomendable tomar alguna pieza de fruta, algún tipo de verdura, un café o una pequeña porción de palomitas.