¿Qué harías en un vuelo si una pasajera invade tu asiento con su melena?

"En los aviones el tiempo pasa volando" dijo una vez Woody Allen, haciendo un juego irónico de palabras. Y puede que sea verdad, a tenor de la cantidad de anécdotas que uno puede vivir durante un vuelo.

La variedad es infinita. Desde historias de lo más simpáticas como encontrarte con perros con su propia tarjeta de embarque hasta románticas pedidas de matrimonio en pleno vuelo, pasando por divertidas flashmobs realizadas por la tripulación. Todo puede pasar mientras estás dentro de un avión.

Aunque también hay otro tipo de anécdotas algo más molestas, como el típico compañero de asiento que se descalza y sus pies desprenden un olor nada agradable o esa pasajera que va a tu lado, se duerme y decide apoyar su cabeza en tu hombro sin conocerte de absolutamente nada. Historias que de una u otra manera hacen que tu viaje en avión sea diferente.

“¿Esto te cabrearía?”

Algo parecido le ocurrió a Anthony, un usuario de Twitter que colgó una fotografía de lo más insólita en su perfil de la citada red social. En la imagen se puede observar como la pasajera que viaja en el asiento de delante extiende su larga melena morena por detrás del asiento y lo deja caer sobre el respaldo y bandeja de nuestro protagonista.

En su tweet, que se ha hecho viral y ya cuenta con más de 28.000 me gusta, Anthony abre el debate y pregunta abiertamente a sus seguidores si “¿Esto te cabrearía?”. Obviamente, el pelo de la pasajera invadía por completo un espacio reservado para él, generando una desagradable situación.

El pelo de la pasajera invadía el espacio de otro viajero, lo que generó una situación incómoda

La reacción de los usuarios no se hizo esperar ante esta cuestionable conducta y compartieron sus propias fotos y vídeos en circunstancias muy similares a las de Anthony. En uno de estos vídeos se puede ver como una viajera, ni corta ni perezosa, decide tomarse la revancha mojando el pelo del chico que está sentado delante en la bebida que está tomando. Pero ahí no acaba la cosa, ya que le corta varios mechones de pelo, le pega un chicle y hasta un chupa-chups, hasta que el pasajero de larga melena se da cuenta de lo que ocurre y se levanta del asiento bastante contrariado.