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Los cinco pasos para conseguir que una amistad dure más de 10 años
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Los cinco pasos para conseguir que una amistad dure más de 10 años

¿Qué debe primar en las relaciones amistosas que permanecen frente al tiempo y las dificultades? Un experto psicólogo nos ofrece sus teorías

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Se suele pensar que cuando una amistad supera una decena de años ya se podría considerar una amistad para toda la vida. A riesgo de equivocarnos, pues nunca nada es 'para siempre', cabe reflexionar sobre las cualidades que hacen que una relación de seguridad, confianza, respecto y admiración (quizá algunos de los ingredientes principales para lo que se considera un vínculo amistoso sano).

En cierto sentido, hay que tener paciencia, pues las personas con el paso del tiempo cambian. Pero, sin duda alguna, lo que no suele cambiar es la forma en la que nos aproximamos a ellas, así como el conjunto de bromas, frases hechas y 'sentires comunes' que nos unen a ellas. En una época en la que hemos visto tan resentidas nuestras interacciones sociales merece la pena partir una lanza por todas esas personas que nos acompañan a lo largo de nuestra vida y no mantenemos con ellas un lazo demasiado estrecho o de sangre.

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Recientemente, Ronald E. Riggio, un prestigioso psicólogo y autor de más de 150 libros sobre psicología social aplicada al mundo de la empresa, ha publicado un artículo en 'Psychology Today' en el que repasa algunas de las claves para que una amistad perdure a pesar de todos los contratiempos que puedan surgir. Al fin y al cabo, las relaciones amistosas son muy parecidas a las amorosas, sobre todo en la parte de que precisan de una buena y fluida conversación sobre cualquier tema y a pesar de que las dos partes estén enfrentadas o surja un conflicto. Así pues, veremos detenidamente cuáles son los cinco pasos o motivos para mantener una amistad más allá de los diez años, es decir, para toda la vida.

Comunicación regular

La mayoría de las relaciones que tenemos con otras personas se acaban desintegrando por la falta de interés, lo que viene a ser el hecho de dejar de hablar. A este respecto y como veníamos indicando anteriormente, para que exista ese vínculo de confianza a lo largo del tiempo debes ser capaz de abrirte a la otra persona, pero no solo eso, sino también saber escuchar.

"Sé optimista con vuestra amistad. Aunque haya desacuerdos, equilibra esos sentimientos negativos con afectos positivos"

La mejor forma es con el contacto físico y presente, algo que por desgracia estos últimos meses ha escaseado mucho más de lo normal. En caso de tener que separaros geográficamente, podéis usar dispositivos tecnológicos para manteneros en contacto, aunque la mejor manera de ponerse al día en la distancia sea siempre el teléfono móvil, pues los mensajes de texto no permiten esa comunicación fluida y bidireccional que facilita mejor la expresión de pensamientos y sensaciones, pudiendo llegar a los malentendidos.

Interacciones gratificantes

Otra de las claves para mantener una buena amistad es pasar tiempo de calidad con la otra persona. Si os habéis conocido en la escuela, la universidad, en algún curso o en el trabajo y solo coincidís en esos espacios o ambientes, lo más probable es que vuestra relación acabe resultando de lo más contingente; en cambio, si hacéis planes divertidos, salís a buscar experiencias comunes o visitáis sitios hermosos, la compañía se valorará mucho más y con ello el lazo se fortalecerá.

Céntrate en el otro, no solo en ti mismo

En una relación sólida siempre hay dos intereses enfrentados. Al igual que en las parejas, vas a tener que ceder en determinados aspectos que no te resultan del todo cómodos si quieres que el vínculo prospere y se mantenga en el tiempo. Y, como es evidente, deberéis extender una relación basada en el apoyo muto, es decir, tanto como te gustaría tenerle a tu lado en los momentos difíciles, tú también debes hacerle entender que estarás ahí cuando las cosas fallen o surjan los problemas. Esto no solo consiste en verbalizarlo, lo cual es muy fácil, sino en demostrarlo.

Mantén emociones positivas

"Sé optimista", asevera Riggio. "Aunque haya desacuerdos y momentos difíciles, equilibra esos sentimientos negativos con afectos positivos". Esto quiere decir que a pesar de que os enfadéis y tengáis guerras o disputas internas, lo que puede inducir a sentirse defraudado, debes valorar lo que has sentido por esa persona y lo que prevalece, que siempre es bueno, salvo en situaciones en las que los conflictos lleguen a un punto en el que la relación se convierta en irrespirable y tóxica.

No renuncies a la relación

"A menudo, otros aspectos de nuestra vida como el trabajo o la familia parece que tienen prioridad sobre nuestras amistades y descuidamos su manutención", asegura el psicólogo. Una buena amistad, de las que persisten, es aquella que se mantiene frente a todos estos condicionantes. En caso de que no dispongáis de mucho tiempo material en vuestra rutina diaria podéis planear hacer viajes juntos y así profundizar en qué sentís, cómo os encontráis en el mundo y en qué os hace feliz u os divierte al estar con ellos.

Se suele pensar que cuando una amistad supera una decena de años ya se podría considerar una amistad para toda la vida. A riesgo de equivocarnos, pues nunca nada es 'para siempre', cabe reflexionar sobre las cualidades que hacen que una relación de seguridad, confianza, respecto y admiración (quizá algunos de los ingredientes principales para lo que se considera un vínculo amistoso sano).

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