Una fotógrafa borra todas las fotos de una boda por el mal trato de los novios

Cuando se prepara una boda la lista de gastos no deja de crecer cada día: el traje de la novia, el del novio, el banquete, la decoración de la iglesia, la luna de miel… Todo suma una barbaridad de dinero, por lo que hay que pensárselo bien antes de tomar la decisión. Pero un gasto imprescindible de un enlace matrimonial es, sin duda, el fotógrafo.

Todas las parejas quieren guardar un recuerdo imborrable del día más importante de su vida, por lo que la contratación de un buen profesional es vital. Sin embargo, algunas personas quieren recortar gastos de donde sea y una pareja ha protagonizado un incidente por, precisamente, querer ahorrarse un dinero con la elección del fotógrafo.

TE PUEDE INTERESAR

Unos recién casados mandan facturas de 200 euros a invitados que no acudieron a la boda

El Confidencial

Tal y como publica Meganoticias, una pareja decidió contratar a una amiga que trabaja como peluquera canina y que es aficionada a la fotografía. Decidieron pagarle 250 dólares, unos 200 euros al cambio, por 10 horas de trabajo. Sin embargo, la decisión que iba a suponer un ahorro en la cuenta final de la boda, se convirtió en una auténtica pesadilla.

Un maltrato en toda regla

La mujer ha contado su versión de los hechos, que comenzó sobre las 11 de la mañana del día de la boda. Acompañó a la novia por distintos lugares para hacer las fotos previas al enlace y, después, se encargó de que tanto la recepción como la propia celebración quedaran bien recogidas. Hasta ese momento, todo iba bien y reinaba la felicidad.

El problema llegó en el momento del banquete. Eran las 5 de la tarde y la fotógrafa se dio cuenta de que no le habían reservado un sitio para que pudiera comer: "Me dijeron que no podía parar a comer porque tenía que seguir ejerciendo de fotógrafa. De hecho, no me guardaron sitio en ninguna mesa. Me empecé a cansar y a arrepentirme de haber aceptado este trabajo por casi nada".

Pero lo peor estaba aún por llegar: "La peor parte, al menos para mí, fue que ni siquiera se me dio un vaso de agua. Encima hacía mucho calor, por encima de 40°C, y no había aire acondicionado". Así que la peluquera reconvertida en fotógrafa se acercó al novio para pedirle un descanso de 20 minutos, de tal manera que pudiera comer y reponer fuerzas para seguir adelante con su tarea.

La fotógrafa eliminó delante del novio todas las fotos que había hecho durante horas

Sin embargo, el novio le dijo que no y le amenazó con no pagarle los 250 dólares acordados. Eso fue la gota que colmó el vaso y la fotógrafa explotó: "Le pregunté si estaba seguro de lo que me decía y me dijo que sí, así que borré todas las fotos que hice delante de él y me fui diciéndole que ya no era su fotógrafa". La peluquera canina se quedó sin su dinero, pero la pareja se quedó para siempre sin las fotos de su boda.