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Por qué la música nos evoca recuerdos
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la nostalgia de tiempos pasados

Por qué la música nos evoca recuerdos

Tiene un gran poder en nuestra memoria, y de hecho se utiliza para penetrar en el cerebro de algunas personas con demencia. Pero, ¿cómo lo hace?

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En el imaginario colectivo ha quedado la historia de cómo el alter ego de Marcel Proust, al probar una magdalena, se trasladaba con la memoria hasta su infancia en Combray. El poder de nuestros sentidos es enorme, y a veces experimentar un olor o un sabor nos puede retrotraer a momentos de nuestra vida pasada que creíamos haber olvidado y que, sin embargo, se mantienen en algún rincón de nuestra memoria.

Pero, ¿y la música? Desde luego, es inmensamente poderosa. Puede acompañarnos en una melancólica tarde lluviosa, viajar con nosotros por una carretera mientras lo dejamos todo atrás y evocar tiempos que nos parecían más alegres, aunque probablemente solo están empañados por un velo de nostalgia. Cuando escuchamos una pieza musical de hace años podemos sentir como si estuviéramos todavía en ese lugar que dejamos atrás.

Según explica el profesor Shahram Heshmat en un reciente artículo publicado en 'Psychology Today', nuestra memoria a largo plazo se divide en dos tipos distintos: memoria implícita y memoria explícita. La segunda es un recuerdo deliberado y consciente del pasado, implica cosas como el aprendizaje en los libros de texto o los recuerdos de la experiencia, cosas que deben tenerse en cuenta de forma consciente.

Por otro lado, los recuerdos implícitos son nuestros recuerdos inconscientes y automáticos (tocar un instrumento o recordar la letra de una canción cuando alguien canta las primeras palabras). Una gran parte de la memoria tiene lugar en la mente inconsciente. La explícita se desvanece en ausencia de recuerdo, mientras que la implícita es más duradera y puede mantenerse toda la vida incluso aunque no se practique. Los sistemas de memoria explícita resultan dañados por condiciones como el Alzheimer.

Algunos estudios han demostrado que solemos recordar muchos eventos sucedidos entre los 10 y los 30 años. Los psicólogos llaman a esto el 'golpe de la reminiscencia'

La memoria implícita se puede formar escuchando música de fondo de manera pasiva. Incluso se puede desarrollar una preferencia por ciertas piezas musicales aunque se hayan reproducido repetidamente de fondo. Este fenómeno se conoce como 'efecto de exposición'. A la gente suele gustarle más lo que le resulta familiar, y la reproducción frecuente es la clave para el éxito en las ventas de discos (las discográficas lo saben bien).

Un evento, una emoción y una canción se conectan a través de la memoria implícita. Cuando una pieza musical se combina con un evento muy emocional, puede ser una señal eficaz para recuperar la fuerte emoción que se sintió en ese momento. Por ejemplo, la canción 'Candle in the Wind' se asocia a menudo con la princesa Diana porque Elton John la interpretó en su funeral.

Los recuerdos estimulados por la música a menudo provienen de ciertos momentos de nuestra vida. Algunos estudios han demostrado que solemos recordar muchos eventos sucedidos entre los 10 y los 30 años, de hecho los psicólogos llaman a esto el 'golpe de la reminiscencia'. La música de ese periódico se asociará, como parece natural, con más recuerdos que la música de otros periodos de la vida. Nuestra adolescencia y nuestra veintena son momentos especialmente importantes y emocionantes en nuestras vidas, ya que experimentamos cosas por primera vez. La preferencia musical también se forma alrededor de la adolescencia media.

Los estudios han demostrado que aquellos que padecen demencia pueden recuperar recuerdos vívidos escuchando música que escucharon cuando eran jóvenes

Y algo más: la música es una de las pocas formas de penetrar en el cerebro de las personas con Alzheimer. Los estudios han demostrado que aquellos que padecen demencia pueden recuperar recuerdos vívidos escuchando música que escucharon cuando eran jóvenes. A pesar de la profunda pérdida de memoria e incluso la pérdida de conocimiento sobre quiénes son, las personas con demencia a menudo muestran una memoria notable para la música.

En resumen, la música puede ayudar a desbloquear recuerdos no musicales y promover la comunicación en los adultos aquejados con Alzheimer. Recuperar un recuerdo no siempre es fácil. No viene simplemente cuando quieres recuperarlo. Sin embargo, la música ayuda a recordar todos los que han conectado con una canción. Escuchar una pieza musical que se tocó mucho durante un evento importante de la vida, como una boda o un funeral, puede desencadenar una experiencia emocional profundamente nostálgica. Al final el pasado, como decía Wong Kar Wai, es eso que podemos ver, pero no tocar.

En el imaginario colectivo ha quedado la historia de cómo el alter ego de Marcel Proust, al probar una magdalena, se trasladaba con la memoria hasta su infancia en Combray. El poder de nuestros sentidos es enorme, y a veces experimentar un olor o un sabor nos puede retrotraer a momentos de nuestra vida pasada que creíamos haber olvidado y que, sin embargo, se mantienen en algún rincón de nuestra memoria.

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