Dieta para la diabetes gestacional y claves para tenerla bajo control
En España, aproximadamente el 9 % de las embarazadas sufren diabetes gestacional. Un problema más habitual de lo que parece y que puede tener consecuencias sino se trata
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Todas las mujeres han de someterse al Test O'Sullivan entre la semana 24 y 28 de embarazo. El objetivo es determinar si su páncreas genera suficiente insulina o si, por el contrario, padece diabetes gestacional y precisa de tratamiento.
Generalmente, hacer ejercicio físico y seguir una dieta equilibrada y saludable es suficiente para mantener a raya la diabetes gestacional. Aquí vamos a explicar exactamente en qué consiste, qué efectos puede tener sobre el bebé y cómo controlarla.
Qué es la diabetes gestacional
La diabetes gestacional es un problema de salud que se da únicamente entre las mujeres embarazadas. Se diagnostica, generalmente, entre la semana 24 y 28 de gestación. Durante el embarazo, las mujeres experimentan cambios hormonales que, en algunos casos, impiden que la insulina producida por el páncreas se aproveche correctamente. Cuando esto sucede, la glucosa se acumula en la sangre al no ser transformada en energía.
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Todas las mujeres tienen dificultades durante las últimas semanas de embarazo para usar adecuadamente la insulina. Sin embargo, la mayoría logran superar el problema por sí mismas sin tratamiento médico. Pero otras no. Esto es especialmente habitual en aquellas que tienen sobrepeso antes de comenzar la gestación o en quienes lo adquieren durante el proceso.
La diabetes gestacional incrementa el riesgo de que el bebé:
- Nazca prematuramente (durante el séptimo u octavo mes de embarazo).
- Pese demasiado, lo que dificulte el parto. Esto puede provocar lesiones en el niño y/o en la madre durante el alumbramiento.
- Desarrolle problemas respiratorios al nacer.
- Tenga hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en sangre) durante sus primeras semanas de vida.
- Padezca diabetes tipo 2 en algún momento de su vida.
- Sea víctima de un aborto espontáneo o muerte fetal durante la segunda mitad del embarazo. Esto se conoce como mortinato.
Se recomienda a las embarazadas seguir una dieta basada en alimentos saludables
Para mantener estables los niveles de azúcar en sangre, las embarazadas deben hacer ejercicio físico de manera regular y, sobre todo, seguir una dieta que gire en torno a alimentos saludables. Solo en casos de que resulte imposible, el especialista que supervise su embarazo le recetará insulina exógena. Su consumo dejará de ser necesario a las pocas semanas de dar a luz.
Qué no puedo comer si tengo diabetes gestacional
Hay alimentos que elevan rápidamente el nivel de azúcar en sangre. Hablamos, por ejemplo, de la miel, el azúcar con el que endulzamos el café, la leche condensada y los dulces en general. También del chocolate, los caramelos, los helados, los refrescos y los zumos azucarados. Todos ellos están terminantemente prohibidos en la dieta de cualquier mujer diagnosticada de diabetes gestacional.
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Pero hay más. Las patatas, el arroz, las legumbres y los cereales no integrales son excelentes fuentes de energía para el organismo. Sin embargo, están cargados de azúcares complejos. Por ello, solo se pueden tomar en muy pequeñas cantidades.
Mención especial merecen las frutas. Todos estamos acostumbrados a escuchar que un zumo de naranja recién exprimido es perfecto para el desayuno por sus grandes cantidades de vitamina C. Sin embargo, quienes sufren diabetes gestacional (o cualquier otro tipo de diabetes) no pueden tomarlo. ¿El motivo? Al extraer el jugo de la fruta mediante un exprimidor suele dañarse la fibra contenida, que es el elemento que realmente ayuda a controlar la glucemia.
Algunos alimentos están contraindicados en las mujeres embarazadas
Por tanto, las embarazadas con diabetes gestacional han de tomar siempre fruta entera. Sin embargo, hay algunas que están prohibidas por su elevado contenido en hidratos de carbono (azúcares) y su bajo porcentaje de fibra. Hablamos, en concreto, de la papaya, la sandía, la uva y el higo.
Qué puedo comer con diabetes gestacional
No todo son prohibiciones. De hecho, las mujeres con diabetes gestacional pueden aprovechar para adquirir unos hábitos de alimentación más saludables de cara al futuro. Estos son los alimentos en torno a los cuales deben girar sus dietas:
- Verduras de hoja verde y hortalizas. Espinacas, acelgas, apio, canónigos, zanahorias, lechugas, etc. Aportan mucha energía y son ricas en minerales.
- Frutas cítricas. Como el kiwi, el pomelo, la naranja o la mandarina. Eso sí, siempre enteras. En ese estado, poseen grandes cantidades de vitamina C, flavonoides y, sobre todo, fibra. Las manzanas, aunque no sean cítricas, también resultan muy recomendables.
- Frutos rojos. Frambuesas, fresas y cerezas, principalmente. Son ideales para no echar tanto de menos los postres.
- Cereales integrales. Hablamos, por ejemplo, de la avena, del arroz integral o de la pasta de trigo entero. Sus hidratos de carbono de absorción lenta ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Frutos secos. Sobre todo, nueces, que son muy ricas en magnesio, fibra y ácidos grasos omega 6.
- Pescado azul. También es rico en ácidos grasos saludables como el omega 3. El mejor ejemplo es el salmón.
- Leche y yogur desnatado. Aportan calcio y cuidan la flora intestinal sin elevar los niveles de azúcar. Eso sí, deben carecer de azúcares añadidos. Como máximo se deben tomar dos al día.
Ahora bien, desde el mismo momento en el que aparecen los síntomas de la diabetes gestacional (sensación de fatiga, náuseas, visión borrosa, sed insaciable, incremento en la frecuencia de micción...) y la enfermedad es diagnosticada, es necesario realizar un exhaustivo control de los niveles de azúcar en sangre. Para ello, es indispensable tener en casa un medidor de glucosa o glocómetro.
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Similares características posee este
Por su lado, el nivel de precisión de
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Las mediciones con estos dispositivos deben hacerse en ayunas y dos horas después de cada comida. Solo así es posible llevar un adecuado control de la enfermedad y evitar problemas de salud posteriores en el bebé.
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Todas las mujeres han de someterse al Test O'Sullivan entre la semana 24 y 28 de embarazo. El objetivo es determinar si su páncreas genera suficiente insulina o si, por el contrario, padece diabetes gestacional y precisa de tratamiento.