Una exempleada de McDonalds confiesa cómo se vengaba de los peores clientes

Para los amantes de la comida rápida, pocas cosas hay más placenteras que pasar por su restaurante favorito y aprovechar para hacer su pedido sin tener que bajarse del coche. En apenas un par de minutos podrá llevarse a casa sus platos preferidos para comérselos tranquilamente y sin agobios, sentado en su sofá y viendo la televisión.

Sin embargo, los trabajadores que atienden estos servicios para clientes que llegan en coche no siempre están tan contentos. Además de tener que preparar sus pedidos en tiempo récord para que las colas no se hagan interminables, tienen que aguantar los malos modos de muchas de las personas que compran comida cada día en sus restaurantes.

Elisee es una exempleada de McDonald's que trabajó durante muchos meses en el servicio de McAuto para recibir los pedidos de los clientes que van en coche. Ahora, una vez que ya no trabaja en la cadena de comida rápida, ha aprovechado para revelar algunos de los secretos de su empleo anterior, entre ellos cómo se vengan cada día de los peores clientes.

Si insultan, tardarán más

En un vídeo que ha colgado en su cuenta de TikTok, Elisee desvela que cuando un cliente maleducado está al otro lado del interfono haciendo su pedido, es muy posible que tarden una eternidad en servirle su comida como represalia por su comportamiento. Además, reconoce que son muchas las veces que reciben insultos por parte de los clientes.

Pero Elisee también tiene un recuerdo para sus propios jefes, de los que asegura que son maleducados con los trabajadores y llegan a gritarles a la cara sin compasión. En el vídeo, que ya supera 1,6 millones de reproducciones, también explica que la mayoría de las personas que trabajan allí usan drogas o algún tipo de sustancia para fumar.

Además, asegura que los productos para veganos se fríen en el mismo aceite que el resto de los alimentos, algo que no debería ser así, y que ha visto cosas increíbles en su restaurante, como devolver hielo al frigorífico después de caerse por el suelo, ver a su jefe haciendo bromas racistas u obligar a un trabajador a hacer su turno a pesar de haberse roto una costilla.