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Cómo protegerte de la depresión cuando estás estresado
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Cómo protegerte de la depresión cuando estás estresado

No siempre puedes evitar deprimirte, pero las estrategias simples pueden ayudarte a desarrollar resiliencia

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A día de hoy todavía sigue siendo un tabú hablar de los problemas mentales. La depresión es una enfermedad muy grave a la que, sin embargo, no se le da suficiente importancia, a veces se frivoliza e incluso se pretende acallar. Muchas personas que la sufren se sienten incomprendidas o, peor aún, culpables de sufrir un mal del que no parece posible escapar.

No siempre es posible evitarla, incluso con los mejores esfuerzos y estrategias. El estrés, por supuesto, no es un buen consejero y desgraciadamente vivimos en un mundo en el que parece muy difícil no sentir ansiedad. Algunos consejos, sin embargo, pueden ayudar a paliar los problemas o por lo menos a tratar de reducirlos.

A veces la clave son los suplementos

Es el más fácil de la lista. Según explica Alice Boyes en un reciente artículo en 'Psychology Today': "Cuando las personas están estresadas o deprimidas, es fácil que su dieta se resienta. Los altos niveles de estrés también pueden aumentar su necesidad de micronutrientes. Varios estudios que analizaban la manera en que las personas se enfrentaron psicológicamente a las secuelas de un gran terremoto (y muchas réplicas en curso) demostraron que tomar un suplemento de micronutrientes ayudó a la resiliencia de las personas".

Programa actividades

Para tener un estado de ánimo positivo, hay que programar actividades que nos produzcan cierta sensación de lograr cosas y que nos brinden placer. Lo ideal es planear el día en mañana, tarde y noche y planificar en cada momento de ese día una actividad que te provoque ambas sensaciones. Escribir algo, pasear al sol, cambiar las sábanas, comer algo rico, limpiar o jugar, todo ello te pondrá de buen humor. Si sientes algo de temor por lo que has elegido, elige actividades más sencillas.

Cuando planifiques actividades que te proporcionen una sensación de logro procura incluir una pequeña tarea que no tenga una fecha límite. Por ejemplo, cambiar los filtros de tu aire acondicionado. Cuando las personas están estresadas, estas tareas pueden terminar siendo ignoradas, pero luego se acumulan y nos provocan mala sensación. Al hacerla y no ser urgente, notarás efectos beneficiosos en tu estado de ánimo.

Haz cosas nuevas

Es difícil, porque la depresión se asocia con retirarse y ser muy autoprotector: por ejemplo, con la necesidad de permanecer en la cama todo el día. Es difícil sentirse deprimido si percibes que estás haciendo cosas positivas y descubriendo nuevas cosas, aunque sean tan sencillas como jugar al fútbol con un amigo en un parque en el que antes no habías estado.

Haz aquello que podría ayudarte

La depresión y la ansiedad nos hacen dudar, y cuando estamos estresados a menudo tenemos muchas decisiones que tomar, pero nos volvemos indecisos por la sobrecarga de decisiones o las dudas sobre nosotros mismos, y todo se convierte en un círculo vicioso.

Ten en cuenta que ninguna de estas sugerencias sustituye al tratamiento formal si ya estás clínicamente deprimido

Es posible que hayas tenido ideas buenas y simples de lo que le ayudaría a tu estado de ánimo, pero has dudado en actuar en consecuencia. ¿Tienes buenas ideas, pero no las pones en marcha? No todo lo que intentas tiene que funcionar. Incluso el 50% del éxito sigue siendo éxito.

Y, por supuesto, ten en cuenta que ninguna de estas sugerencias sustituye al tratamiento formal si ya estás clínicamente deprimido. Si estas ideas son demasiado difíciles, es un buen indicador de que es posible que necesites más apoyo. Por lo tanto, usa esa información para mostrarte el camino a seguir en lugar de como combustible para la autocrítica. Y, si al menos una de estas ideas parece factible, inténtala.

A día de hoy todavía sigue siendo un tabú hablar de los problemas mentales. La depresión es una enfermedad muy grave a la que, sin embargo, no se le da suficiente importancia, a veces se frivoliza e incluso se pretende acallar. Muchas personas que la sufren se sienten incomprendidas o, peor aún, culpables de sufrir un mal del que no parece posible escapar.

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