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¿Trabajar para ganarse su comida? Los gatos prefieren que se la den sin buscarla
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¿Trabajar para ganarse su comida? Los gatos prefieren que se la den sin buscarla

Una investigación reciente sigue analizando por qué a diferencia de otros animales, los gatos no quieren esforzarse para comer

Foto: Fuente: iStock
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Entre un plato de comida sin obstáculos a la vista y otro al que hay que llegar atravesando dificultades, la mayoría de animales eligen la segunda opción. Puede parecer irónico, pero desde perros, cerdos y cabras hasta monos, palomas o ratones prefieren los caminos difíciles. Sin embargo, hay un animal que no encuentra necesario trabajar para alcanzar la comida cuando la tiene delante y puede, simplemente, inclinarse hacia ella: el gato, astuto o perezoso, no muestra esta curiosa voluntad de esfuerzo.

Independientemente del sexo, de la edad o la experiencia previa, tu gato no se va a querer complicar demasiado la vida. Por qué sigue siendo un misterio, pero un nuevo estudio se une a la línea de investigación que trata de llegar a una conclusión clara sobre esta manera única hasta la fecha de elegir. De momento, se han podido evidenciar varios parámetros.

Foto: Un gato, acariciado por su dueño. (iStock)

Un grupo de investigadores dirigidos por Mikel Delgado han llevado a cabo un experimento en la Universidad de California Davis con una muestra de felinos a los que colocaron ante la tarea de la elección: o una bandeja de comida de fácil alcance o una en la que llegar hasta el alimento era algo parecido a resolver un rompecabezas con movimientos de cabeza. Los gatos lo tuvieron claro. Cuando se trata de comer que nada se interponga.

No se trata de pereza

Se les situó frente a ambas situaciones dándoles la oportunidad de pensárselo bien durante al menos 30 minutos. Aun así, ocho gatos ni siquiera se molestaron en acercarse a la opción más enrevesada. El resto, aunque alguno sí lo hizo, no comió más que de la bandeja abierta.

Ya en 1971, un estudio reveló una falta de este impulso en los gatos. Entonces, seis gatos domésticos fueron entrenados para operar en busca de la comida en un dispensador de comida. Más tarde se les dio a elegir entre la complejidad del dispensador y un cuenco de croquetas gratis. Ya se había probado el mismo experimento en otros animales, pero los gatos dieron la sorpresa. No estaban cansados, sino todo lo contrario, simplemente no entraba en sus planes no decantarse por comer sin rodeos.

Esta característica “diferente” puede ayudar a que las personas les entendamos mejor

Descartando así la pereza como posible motivo de la decisión, los investigadores recientes pensaron en que quizás la domesticación tenga algo que ver. Eran gatos domésticos, y en los hogares las mascotas suelen tener su propio comedero y, sobre todo, sin obstáculos. Así que consideraron que algunos gatos pueden sentirse menos motivados a explorar y cazar si provienen de un entorno doméstico. Después de todo, conservar energía es algo que los gatos hacen muy bien. Esta teoría es uno de los siguientes objetivos a analizar, ya que también se conoce que otras mascotas domesticadas y animales cautivos en situaciones similares prefieren enfrentarse a la comida difícil.

Según los investigadores, lo más relevante del estudio no es la diferencia que presentan con otros animales, sino lo que esta característica “diferente” puede ayudar a que las personas les entendamos mejor. Por ejemplo, sugiere el uso de cuencos de comida complejos para los casos de gatos con problemas de peso. En este punto se encuentran recientemente los nuevos estudios que analizan el beneficio para su desarrollo que podría tener un gesto simple: complicarles el camino a la comida. Los resultados, recogidos en un artículo publicado en la revista científica 'Animal Cognition', establecen lo que puede ser una nueva puerta hacia una mejor relación entre humanos y gatos.

Entre un plato de comida sin obstáculos a la vista y otro al que hay que llegar atravesando dificultades, la mayoría de animales eligen la segunda opción. Puede parecer irónico, pero desde perros, cerdos y cabras hasta monos, palomas o ratones prefieren los caminos difíciles. Sin embargo, hay un animal que no encuentra necesario trabajar para alcanzar la comida cuando la tiene delante y puede, simplemente, inclinarse hacia ella: el gato, astuto o perezoso, no muestra esta curiosa voluntad de esfuerzo.

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