Es noticia
Seis preguntas que debes hacer a tu pareja si planeáis casaros
  1. Alma, Corazón, Vida
HAY QUE HACER LAS COSAS BIEN

Seis preguntas que debes hacer a tu pareja si planeáis casaros

Ahora que os habéis lanzado a este gran paso en vuestra relación debéis tener en cuenta una serie de cuestiones que se os han podido pasar por alto

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si por fin os habéis lanzado a dar un paso tan importante para vuestra relación como es el matrimonio, seguramente os muráis de las ganas por empezar una nueva vida juntos. Por lo general, es una decisión que no se toma en frío; salvo alguna excepción, la cita se programa con la suficiente antelación como para que todo salga a pedir de boca, los invitados estén contentos y, sobre todo, la pareja esté cien por cien segura de su enlace.

Sin embargo, nunca sabes qué es lo que puede ocurrir, y aunque conozcas en profundidad a la persona con la que quieres compartir el resto de tu vida, puede que haya asuntos que todavía os son ajenos y de los que no tenéis constancia. Seguro que os gusta la misma música, tenéis ideas políticas parecidas o un sexo de escándalo, pero puede que no hayáis hablado de cómo dividirías las tareas domésticas o el ritmo de vida que lleva cada uno. ¿Si pensáis tener un hijo en poco tiempo habéis hablado de cómo os repartiríais los turnos nocturnos cuando llora?

¿Quién se encargará de ir a hacer la compra para la semana? ¿Y de limpiar los baños? ¿De poner lavadoras y tender la ropa?

Evidentemente, cuando te vas a casar nunca te pones en la peor de las situaciones, pero ¿qué pasa si descubres que aquella persona que creías que lo era todo para ti resulta que no es capaz de arrimar el hombro en la vida doméstica o familiar como lo esperabas? Aunque la emoción y la expectación por casaros impere de manera rotunda, vale la pena atender a cómo se alinearían vuestros proyectos vitales, vuestros valores o las necesidades materiales o emocionales que os vayáis encontrando a largo plazo. No hay que esperar a que sea demasiado tarde, por lo que 'Life Hacker' ha hablado con diversos expertos y asesores matrimoniales para ver cuáles son las preguntas que os debéis hacer antes de dar este gran paso.

¿Cómo vais a organizaros económicamente?

Una de las principales causas de divorcio es el conflicto originado por un tema financiero, aunque no lo creas, de ahí que sea imprescindible hablar de dinero antes de que sea demasiado tarde. ¿Vais a crear una cuenta bancaria conjunta para todos vuestros ingresos? ¿Bajo qué situaciones puede uno de los dos echar mano de este fondo económico? ¿Qué sucede con las propiedades que tenéis ya antes de casaros, las vais a compartir? ¿En qué áreas priorizaréis los gastos?

¿Cómo dividiréis las tareas domésticas?

Como en cualquier relación, incluidas aquellas en la que no hay matrimonio de por medio (más conocidas como compañeros de piso), el reparto de las tareas del hogar es un asunto fundamental de cara a evitar posibles conflictos en el futuro. ¿Quién se encargará de ir a hacer la compra para la semana? ¿Y de limpiar los baños? ¿De poner lavadoras y tender la ropa? Existen muchos sesgos de género que, afortunadamente, cada vez están más encima de la mesa en aras de superarse. Atrás queda la época en la que el hombre no se encargaba de estos deberes, por lo que si eres la parte masculina de la relación más te vale arrimar el hombro en el cuidado del hogar o, al menos, tener claro que hay que abordar un reparto justo de estas tareas.

¿Cómo vais a gestionar los conflictos que puedan surgir?

Naturalmente, si os vais a casar es porque ya habéis pasado distintas pruebas como pareja. Las discusiones, al final, son sanas y necesarias, pues ningún ser humano está del todo de acuerdo con otro ser humano. De ahí que tengáis que hacer una reflexión sobre cómo actúa cada uno cuando se desata un conflicto. ¿Cuánto tardáis en sentaros a hablar cuando se os ha pasado el cabreo? ¿Tenéis el hábito de encerraros en vuestro mundo y no decir ni 'mú' cuando surge una disputa? ¿Cómo son esas reconciliaciones? Todo esto hay que ponerlo sobre la mesa.

¿Cuáles son vuestras expectativas sexuales?

Toda relación de pareja tiene sus puntos álgidos y sus puntos más débiles en lo que se refiere al sexo. ¿Cómo creéis que vais a gestionar los períodos más altos y más bajos de líbido? ¿Estáis más o menos coordinados a este respecto? ¿Qué opiniones individuales tenéis sobre la masturbación o el hecho de ver porno? ¿Y sobre el mundo 'swinger'? Si vais a estar toda la vida juntos es posible que en ciertos momentos ya no tengáis el mismo tipo de química que teníais antes y debáis poner soluciones al respecto.

¿Habéis pensado en tener hijos?

Aunque el matrimonio suele ser el paso previo para formar una familia y hayáis hablado mucho al respecto de ello, la percepción sobre generar descendencia es posible que cambie a lo largo del tiempo. Tal vez ahora uno de los dos o ambos estéis muy seguros de que queréis (o no) tener hijos, pero ¿y dentro de un año o tres? ¿Qué pasaría si uno tiene problemas de infertilidad? ¿Estaríais abiertos a explorar otras opciones para conseguir reproduciros, como la adopción o la fecundación in vitro?

¿Cómo vais a criar a los hijos?

No solo hay que decidir si tener hijos o no, si no cómo será vuestra vida en caso de que esto pase. ¿Estaréis realmente dispuestos a arrimar el hombro los dos cuando llegue un nuevo miembro a la familia? ¿Qué tipo de educación le daréis? ¿Esperáis que uno de los se ocupe de ellos a tiempo completo en casa? ¿Habéis oído hablar de la crianza compartida? ¿Qué actitud tendría ella o él como padre o madre? ¿Quizás más permisiva o más autoritaria? ¿Cómo impartir disciplina cuando hay que educarle? Todas estas cuestiones tan complejas y decisivas para la formación del pequeño son cruciales de analizar una vez os dispongáis a traer una nueva vida al mundo.

Si por fin os habéis lanzado a dar un paso tan importante para vuestra relación como es el matrimonio, seguramente os muráis de las ganas por empezar una nueva vida juntos. Por lo general, es una decisión que no se toma en frío; salvo alguna excepción, la cita se programa con la suficiente antelación como para que todo salga a pedir de boca, los invitados estén contentos y, sobre todo, la pareja esté cien por cien segura de su enlace.

Relaciones de pareja HIjos
El redactor recomienda