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Cinco ejercicios que pueden ayudarte a encontrar la creatividad
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Las ideas pequeñas también son grandes

Cinco ejercicios que pueden ayudarte a encontrar la creatividad

Ante el miedo al papel eternamente en blanco (sea papel o tu propia mente tratando de tomar una decisión) puedes probar algunas actividades para ejercitar tu creatividad

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No son buenos tiempos para la creatividad, ni el calor ni el arrastre mental de la pandemia permiten un escenario en el que quedarse en blanco, divagar o simplemente sentirse sobrepasado no sea una de las experiencias habituales más compartida. Ante el miedo al papel eternamente en blanco (sea papel o sea tu propia mente tratando de tomar una decisión), el profesor de Educación Anthony Fredericks ofrece algunas pautas en el portal de ‘Psychology Today’ que podrían ayudarte a salir de ese bucle.

Buscar fuera de lo que ya puedes conocer

No tiene por qué ser de manera drástica, pero navegar por lo desconocido, como si sacaras poco a poco tus pies de la sábana de noche, una noche y otra, hasta que compruebes que puedes dormir tranquilamente sin que nada vaya a atacarte, puede ser beneficioso. Es decir, habla y relaciónate con personas que se dediquen a un campo distinto del que dominas. Asimismo, comunícate con personas que puedan aportarte otros puntos de vista si estás estancado en un pensamiento que no te interesa.

De esta forma, “verás el mundo de manera un poco diferente y también podrás generar nuevas ideas con un poco más de facilidad. Unas gafas nuevas te brindan una visión nueva. Cambia tu panorama y cambiarás tu perspectiva”, como apunta Fredericks.

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Empieza por una lluvia de imágenes

Fredericks recomienda esta práctica basándose en su propia experiencia personal. Según señala, es una actividad que “utiliza con frecuencia”. Este profesor y autor de más de 170 libros asegura que visualizar en este sentido “reorienta drásticamente” su pensamiento. Trabajar con lo que es puramente visible, es decir, con imágenes del tipo que sean, ofrece un entrenamiento previo a la vista y la mente para pasar a las palabras.

“Recibo un paquete de fichas de 5x8, un poco de cinta de celofán y una pila alta de varias revistas viejas. Tomo unas tijeras y recorto tantas fotos (de las revistas) como puedo. No busco ningún tipo de imagen o fotografía en particular, cualquier cosa que me llame la atención está bien”, narra Fredericks, que asegura que es importante fijarse un número de imágenes. “Después, pego cada imagen a una tarjeta y le doy la vuelta. Luego, selecciono arbitrariamente dos tarjetas (no puedo ver las imágenes en el otro lado) y las sujeto con un clip. Finalmente, termino con 50 pares aleatorios. Selecciono uno de los pares, le doy la vuelta a las cartas y genero tantas similitudes entre las dos imágenes como pueda”.

La clave en este último paso está en centrarse en las similitudes en lugar de las diferencias. Al hacerlo así, “estoy ejercitando mi mente para mirar los elementos de una manera más creativa”.

Leer biografías

Tanto si eres de esas personas lectoras empedernidas como si solo lees de tanto en tanto, las biografías pueden ser grandes aliadas de tus propios procesos creativos. No se trata de que tras leer una te pongas a escribir la tuya, pero las biografías ofrecen puntos de vista, a menudo leer una es como estar entablando una conversación con el autor o a autora, así que a través de las páginas nos está ofreciendo su punto de vista o su actitud ante la vida y ante situaciones concretas que te pueden estar ocurriendo en este momento y de las que no sabes cómo salir o qué hacer. “Las personas perfiladas no solo ofrecen modelos personales de pensamiento creativo; también proporcionan información sobre el funcionamiento de la mente creativa”, asegura el profesor.

Piensa desde dentro y hacia fuera

“Si las ruedas de tu creatividad se están desacelerando, métete dentro de tu tema y míralo desde adentro hacia afuera, en lugar de desde afuera hacia adentro. En resumen, imagina que eres el sujeto de un proyecto actual”, aconseja Frederick. Si tienes en mente un proyecto creativo que no sabes por dónde empezar, empiézalo desde el interior del mismo, visualizando (por eso trabajar con lluvia de imágenes puede servirte) cómo podría ser y desde ahí, comenzar el camino de construirlo.

Buscar cosas pequeñas

“A menudo tenemos la idea equivocada de que una idea creativa es una gran idea”. Nada que ver. Que a lo largo de la historia hayan ocurrido ideas de gran “tamaño” no quiere decir que otras muchas no hayan sido el resultado de empezar pensando en pequeño. “La verdadera creatividad se basa en un principio de pequeños descubrimientos”.

Lo que Frederick quiere decir es que la propia cotidianidad se construye a lo largo de muchos y pequeños actos que podrían inspirarte aunque no te hayas fijado, y “buscar pequeños actos de creatividad es tan significativo (si no más) como los grandes proyectos creativos. Muchos pequeños actos creativos nos acostumbran a hacer de la creatividad una parte normal y natural de nuestra vida diaria”, señala.

No son buenos tiempos para la creatividad, ni el calor ni el arrastre mental de la pandemia permiten un escenario en el que quedarse en blanco, divagar o simplemente sentirse sobrepasado no sea una de las experiencias habituales más compartida. Ante el miedo al papel eternamente en blanco (sea papel o sea tu propia mente tratando de tomar una decisión), el profesor de Educación Anthony Fredericks ofrece algunas pautas en el portal de ‘Psychology Today’ que podrían ayudarte a salir de ese bucle.

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