Los tres ejercicios que introdujo esta joven en su día a día para adelgazar 35 kilos

Deporte y dieta, dieta y deporte. Es la fórmula más sencilla de adelgazar, la que recomiendan los médicos y especialistas en nutrición y la que concede más probabilidad de éxito. Sin embargo, no siempre es fácil de cumplir, sobre todo porque no se tiene suficiente información sobre qué ejercicios son los mejores para perder peso en un proceso de adelgazamiento.

Eya Khajuria lo tiene claro. Esta estudiante de 20 años sufrió problemas de hipertensión con solo 18 años después de años de sobrepeso, por lo que necesitaba hacer un cambio en su vida. A pesar de medir apenas 1,65, Eya alcanzó los 97 kilos de peso, por lo que decidió dar un cambio radical a su vida y convertir el deporte en su prioridad para tratar de perder peso.

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Para conseguirlo, Eya convirtió el deporte en su prioridad. Comenzó a comer de forma saludable, sobre todo comida casera y prestando atención a los horarios, pero fue el ejercicio físico lo que le llevó a conseguir su meta. En un año y cuatro meses, esta joven india ha logrado adelgazar 32 kilos, por lo que ahora tiene un peso mucho más saludable de 65 kilos.

Cambios para adelgazar

Eya ha contado a Times of India que su punto de inflexión llegó cuando se fue a la universidad. Era su primer año fuera de casa y ahí se dio cuenta de que no podía usar ropa para chicas de su edad y que no se sentía cómoda ni con su peso ni con su cuerpo. Por eso, tomó la determinación de cambiar su estilo de vida y convertirse en una joven como el resto de sus compañeras.

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Para conseguirlo, dejó de comer comida basura y se centró en opciones mucho más saludables: "Antes odiaba las verduras, pero ahora me encantan. Como lo que sea de temporada y prefiero comer en casa, especialmente al planificar la pérdida de peso. Por supuesto, todo el mundo anhela la comida rápida, pero trata de cocinar lo que te apetezca en casa. Sé innovador con la comida".

Este sería un ejemplo de su dieta para adelgazar. Para desayunar, avena y cereales con alguna verdura; a la hora de comer, lentejas con pan indio, verduras, queso rico en proteínas y cuajada; y para la cena, alimentos sanos, pero lo más importante es cenar pronto: antes de las 6 en invierno y no más tarde de las 7 en verano. Además, toma una manzana antes de entrenar y un té verde cuando termina la sesión.

Uno de los trucos para adelgazar que ha usado Eya, además del deporte, tiene que ver con los batidos. Asegura que la base siempre es la avena y después añade frutas para conseguir un alimento que no solo le sacia, sino que, además, es muy nutritivo. Por eso, lo toma en muchos momentos del día para saciar el hambre de una manera saludable.

Deportes para perder peso

Pero si hay algo importante que ha cambiado en la vida de Eya, eso es el deporte. Desde el primer momento se dio cuenta de que la constancia en el ejercicio iba a ser fundamental si quería adelgazar a largo plazo, por lo que decidió salir a correr todas las mañanas. Incluso cuando no tenía ganas, se las apañaba para correr un poco o, al menos, caminar a buen ritmo.

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Además, reconoce que le gusta mucho bailar en su habitación, por lo que sudaba mucho a lo largo del día. Y decidió incorporar a su día a día los entrenamientos HIIT, ejercicios de alta intensidad que ayudar en los procesos de adelgazamiento. Por si fuera poco, por las tardes montaba en bicicleta y seguía haciendo otros 200 ó 300 ejercicios de salto.

Con toda esta práctica deportiva, Eya comenzó a perder peso poco a poco, pero sin descanso: "La constancia es la clave para una pérdida de peso más rápida y efectiva, pero más tarde ni siquiera necesitarás motivación". Por eso, cuando vio que la báscula marcaba 5 kilos menos que el tope de 97 kilos que había llegado a pesar, supo que ya no habría vuelta atrás.

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Echando la vista atrás, esta joven india reconoce que "la peor parte de ser obesa es la gran cantidad de problemas que conlleva y las complicaciones de salud como tener la tensión alta". Está convencida de que una de sus mejores decisiones fue adelantar la hora de la cena para no irse a la cama con el estómago lleno y ahora no lo cambia por nada del mundo. Es feliz.