Razones por las que dormir menos horas evita que adelgaces

Si has modificado tu alimentación y haces ejercicio de forma habitual y, aun así, no consigues adelgazar o deshacerte de esos kilos de más, puede que la causa sea las horas de sueño. Dormir es crucial en todo estilo de vida sano, ya que un menor descanso puede provocar que el cuerpo engorde.

James Wilson, conocido como The Sleep Geek (El Friki del Descanso), ha contado a The Sun que "cuando dormimos mal afecta a los niveles de las hormonas que activan el hambre, como la grelina, y reduce la producción de leptina, encargada de regularlo". De este modo, descansar durante menos horas "nos hace tener hambre a mayor velocidad y nos lleva más tiempo sentirnos llenos".

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Como resultará obvio para más de uno, dormir menos provoca que estemos más tiempo despiertos. Esto brinda múltiples oportunidades para comer. Wilson ha indicado que "si no descansamos lo suficiente tenemos más tiempo para atiborrarnos de comida".

La hora límite para comer

De hecho, James ha indicado que varios estudios reflejan que "las personas privadas de sueño pican más, sobre todo en las horas en las que deberían estar durmiendo". Algunos médicos y especialistas recomiendan a aquellos que no pueden conciliar el sueño no comer más allá de las ocho de la noche.

Una tercera razón por la que las personas que descansan menos tienden a engordar es porque, a menos horas, es más habitual saciar el apetito con alimentos hipercalóricos. Según James, cuando se está "harto, hambriento y destrozado, se tiene ansia por recurrir a fuentes rápidas de energía, como el azúcar o la comida basura".

Dormir poco puede provocar cambios en la percepción que tiene el cerebro de la comida

Una investigación llevada a cabo en Chicago reveló que los hombres se inclinaban por la comida menos saludable después de pasar cuatro noches seguidas durmiendo mal, en relación con los días en los que descansaban de forma adecuada. Un segundo estudio, realizado por el King's College London, mostró que los sujetos analizados comieron 385 calorías más en las jornadas posteriores a la privación de sueño.

Independientemente del precio

A esto se suma que dormir poco puede provocar cambios en la percepción que tiene el cerebro de la comida. Varios informes señalan que los alimentos calóricos resultan más apetecibles porque subconscientemente sabemos que van a aumentar nuestra energía.

De hecho, una investigación analizó a unos sujetos que tenían intención de pagar más dinero si con eso podían alimentarse de comida basura. Esto sugiere que, sea cual sea el precio, querremos comprar un producto menos saludable si sabemos que vamos a disfrutar de él.

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Por último, médicos y especialistas en nutrición han advertido que no descansar las horas necesarias trae cambios en la forma que tiene el cuerpo de 'enfrentarse' a la comida, lo que se traduciría en un aumento de peso. Otro estudio reveló que los hombres que tomaron un plato grande de macarrones después de cuatro noches de privación de sueño reaccionaron de forma distinta que los que sí habían descansado.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) han señalado que los análisis de sangre realizados revelaban que los lípidos (grasas) de los alimentos se eliminaban más rápidamente, lo que sugería que se almacenaban casi instantáneamente.