La reacción de un camionero jubilado después de ganar 23 millones a la lotería

Hace algunos días te contábamos qué es lo primero que se compran las personas a las que les toca la lotería. Un estudio con ganadores de premios millonarios en Reino Unido había determinado que una casa y un viaje para celebrarlo suelen ser los primeros gastos importantes de quienes tienen la suerte de poder decir que les ha tocado la lotería.

Esa pregunta deberá hacérsela ahora Gary Hill, un camionero jubilado que vive en Kamloops, una tranquila ciudad de 90.000 habitantes de la Columbia Británica, la región más occidental de Canadá. Es el último gran ganador de la lotería de este país y su premioha despertado una gran expectación por la cuantía que se llevará a casa.

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Gary Hill participó en el sorteo de la Lotto Max, un juego de azar similar a la lotería Primitiva en España, del pasado 22 de junio. Nunca se imaginó que iba a ser uno de los dos ganadores de primera categoría, por lo que se repartió un bote acumulado de 70 millones de dólares canadienses, el equivalente a más de 47 millones de euros. El ganó la mitad, 23,5 millones, un premio que cambia vidas.

No sabía que había ganado

El nuevo millonario ha contado a Global News que "en este momento, aún estoy asimilándolo todo. Me siento normal. Me parece que es un día más para mí, pero por supuesto que no lo es y... estoy sin palabras en este momento. Pensé que tendría un montón de cosas que decir, pero las palabras no salen cuando lo necesito".

Se repartió un bote acumulado de 70 millones de dólares canadienses con otro ganador

Lo curioso de todo es que Hill no sabía que había ganado la lotería, sino que fue su madre la que le animó a mirar sus boletos. Se había enterado de que alguien de Kamloops era uno de los dos acertantes del sorteo de la Lotto Max y, como sabía que su hijo jugaba habitualmente, insistió en que buscara sus billetes y comprobara si le había tocado algo.

Así lo recuerda el ganador: "Mi madre me dijo que debería revisar mi boleto, que alguien en Kamloops había ganado la lotería. Así que memoricé mis números, luego los marqué en mi teléfono y leí los números ganadores". Lo que no esperaba es que esos números y los que aparecían en la combinación del primer premio coincidieran: eran los suyos.

Gary Hill reconoce que "juré y dije: 'Esos son mis números'. Tuve que volver a leerlo y mis piernas comenzaron a temblar y me tuve que agarrar a la pared. Después me caí en la cama y estuve llorando durante 15 minutos". Se acababa de dar cuenta de que se había convertido en millonario y le había cambiado la vida para siempre.

Un futuro lleno de posibilidades

Cuando por fin se pudo levantar de la cama fue hasta donde se encontraba su madre y le dio la noticia, fundiéndose los dos en un emotivo abrazo. Pero no se lo contó al resto de la familia hasta que pasaron unos días: sus hermanas y su cuñado tuvieron que esperar 4 días para que les diera la buena nueva porque quería hacerlo en persona.

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Una de las preguntas que tradicionalmente se hace a los ganadores de la lotería es qué van a hacer con el premio. De momento, Gary Hill asegura que no sabe qué hará: "Cuando el dinero llegue al banco, probablemente aún falte un mes para que sepa lo que voy a hacer. Voy a volver a la tierra porque ahora mismo estoy fuera del planeta".

Sí tiene claro que entre sus planes hay pendiente un viaje a Dinamarca, pero para eso aún habrá que esperar algunos meses a causa de la pandemia. Sabe que seguirá viviendo en Kamloops y que no piensa abandonar Canadá más que para irse de vacaciones a conocer otras partes del mundo, pero seguirá regresando a la que es su casa.

La impresión ha sido tal que no tiene ni idea de qué hará con el dinero del premio

Lo curioso de todo es que este camionero jubilado asegura que vio una libélula dos días consecutivos y buscó en Google si tenía algún significado. La respuesta del buscador le sorprendió: "Suerte, prosperidad y abundancia". Eso pasó poco antes del 22 de junio, por lo que ahora asegura que "ver una libélula dos días seguidos me trajo suerte. Era luna llena, la luna más afortunada de mi vida".