Los peligros de las dietas para adelgazar bajas en calorías

Las calorías son la energía que necesita nuestro organismo para realizar las funciones vitales. Sin embargo, cualquier persona que desee adelgazar tendrá que calcular cuántas debe ingerir sin perjudicar a su salud. Muchos médicos y expertos en nutrición aconsejan a los que desean perder peso seguir una dieta que favorezca los nutrientes en lugar del consumo excesivo de calorías.

Aunque la reducción de la ingesta de alimentos hipercalóricos es la principal vía para disfrutar de una mejor calidad de vida, una dieta baja en calorías puede poner nuestra salud en riesgo. Además, tampoco es un método que contribuya a la pérdida de peso.

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Médicos y especialistas en nutrición suelen aconsejar a sus pacientes seguir una dieta que esté por encima de las 1.500 calorías y por debajo de las 2.000 diarias en el caso de las mujeres. Llegar a estas cifras evita los riesgos de sufrir una deficiencia nutricional y posibles problemas de salud que pueden surgir por una ingesta un tanto escasa.

La energía necesaria

Aunque será interesante acudir a un profesional en nutrición que asesore nuestra situación, puede que a más de uno le interese saber qué síntomas o molestias trae consigo una ingesta baja en calorías. En caso de que creas que sufres alguno de ellos, será importante acudir a un médico que analice la situación.

En primer lugar, las personas que se alimentan por debajo de las 1.500 calorías pueden sufrir fatiga y mareos. Esto se debe a que el organismo no tiene la energía necesaria para realizar sus funciones, como es la respiración, la digestión de los alimentos y el bombeo de sangre. Según Live Strong, algunas personas pueden sentirse mareadas o aturdidas por no haberse alimentado lo suficiente, ya que una menor ingesta de alimentos puede fomentar la deshidratación y los niveles bajos de azúcar en sangre.

Al tener nuestro cuerpo dificultades para funcionar, es posible que algunas personas noten que el tamaño de su musculatura disminuye como consecuencia de un descenso en el consumo de nutrientes. Esto se debe a que el organismo obtiene la energía que no encuentra en los alimentos de los músculos.

Una dieta baja en calorías puede poner nuestra salud en riesgo

"Las hormonas que fomentan que las células grasas se descompongan actúan igualmente sobre las células musculares", ha explicado Georgie Fear, experto en nutrición. Además, este proceso resulta especialmente peligroso en las personas que tratan de adelgazar y perder peso, ya que incluso podría alterar su metabolismo.

Piedras en el riñón

Este punto está un tanto relacionado con el siguiente, ya que la ingesta de calorías incluye administrar al cuerpo nutrientes como vitaminas, minerales y fibras. En caso de tomar menos alimentos ricos en nutrientes, se pueden derivar posibles problemas que afectan a la salud. Un ejemplo de ello es la osteoporosis y fracturas de cadera.

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Un cuarto problema que sufren las personas que toman por debajo de las 1.500 calorías es la formación de piedras en el riñón. Aunque no siempre provocan síntomas en el individuo, pueden llegar a ser dolorosas. De este modo, será necesario extirparlas de forma quirúrgica después de su formación.

Será necesario extirpar las piedras de forma quirúrgica después de su formación

En definitiva, cualquier persona que desee perder peso o disfrutar de una mejor calidad de vida, tendrá que ingerir la cantidad de calorías necesarias para que su organismo pueda funcionar sin problema. Por ello, habrá que seguir una dieta que supere las 1.500 calorías diarias y esté por debajo de las 2.000.