La manera más radical de ganar el tradicional juego de las sillas... y que te aplaudan

Con el verano llega el tiempo libre, horas y horas en los que los más jóvenes tienen la oportunidad de desquitarse de meses de estudio para disfrutar de sus vacaciones. Es momento de tirar de amigos, de móvil y redes sociales y de todo tipo de pasatiempos para que cada verano sea inolvidable.

Si hay un juego típico para llevar a cabo en la playa o el campamento, ese es el juego de la silla. Consiste en colocar en círculo tantas sillas como jugadores haya, menos una. Es decir, si hay cinco jugadores se ponen 4 sillas; si hay seis jugadores, se ponen 5 sillas; etc. Después, se camina rodeando las sillas mientras suena la música y, cuando ésta se acaba, hay que correr y sentarse en una de las sillas. Quien no lo consiga queda eliminado y se retira un asiento.

Este juego termina cuando solo quedan dos jugadores y una silla y uno de ellos logra sentarse. Siempre es muy divertido el final y hay que estar muy atento para ganar al rival, pero nunca hasta ahora habíamos visto a uno de los jugadores poner en práctica una estrategia que, aunque no parece legal, le ha permitido llevarse un premio.

El concurso tuvo lugar en un instituto de Estados Unidos en el descanso de un partido de baloncesto. Allí, los dos últimos jugadores caminan en torno a la única silla disponible sin quitarle ojo y esperando a que termine la música. Pero cuando parece que la chica va a lograr la victoria, su contrincante le retira la silla y ella acaba dando con sus huesos en el suelo.

Solo podía ganar uno, pero lo hizo de forma más inesperada (y tramposa)

El chico del vídeo se lleva la victoria y, además, la ovación del resto de jóvenes que llenaban las gradas del pabellón. ¿Tramposo? No parece muy ético, pero logró su objetivo y, además, las imágenes se han hecho virales en TikTok. Eso sí, después de ver cómo terminó el primer concurso que aparece en el vídeo, no se sabe cómo se lo tomó la perdedora.